Cap.3 (Mia)

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- Supongo que no estoy preparada para volver a amar después de eso, ademas Abby si te tengo a ti para que quiero a alguien mas -

- Ya... sabes han pasado cinco años desde eso, cinco años desde que él se marcho y comenzó su nueva vida y sabes que veo, veo a una chica que no supera a su ex, que le da miedo enfrentarse otra vez a lo mismo, eso veo -

- Abby tengo mas que superado a Nathaniel pero no me veo capaz de empezar una relación con nadie, tengo 26 años y soy incapaz de tener una cita con una persona, me crea tanto malestar que prefiero no tenerlas. -

- Deberas empezar a cambiar eso porque amiga, tenemos 26 años y si seguimos así se nos va a pasar el arroz -

- ¡Abby por dios!, tenemos 26 años, como se nos va a pasar el arroz, preocúpate cuando tengas cuarenta años - le digo medio riéndome

- Bueno termina de desayunar que vas a empezar por fin en el trabajo de tus sueños -

- Bueno el trabajo de mis sueños seria ser arquitecta no secretaria de un tío -

- Ese tio es el que te paga a fin de mes así que más respeto hacia ese tío si queremos salir más de fiesta. -

Me rei mientras me despedía de ella.

Abby fue lo mejor que me paso después de Nathaniel, porque así ha sido bautizado, el después de Nathaniel.

Mientras que me ahogaba en mis penas, lloraba a moco tendido y maldecía a Nathaniel todas las noches por liarse con todas las tías del campus, Abby fue la persona que siempre estuvo a mi lado.

La conocí cuando lloraba debajo de un árbol en el campus, justo ese dia se habían publicado fotos de una de las fiestas de fraternidad en la que Nathaniel salía liándose con diferentes chicas, Abby se acerco a mi y me pregunto que me pasaba y como no, pensé que lo más logico era contarle mis penas a una extraña.

Esa extraña acabo convirtiéndose en mi mejor amiga y en la persona que por peor camino me podía llevar, con ella empece a salir de fiesta, a ir a fiestas de fraternidades, emborracharme, hacer locuras, en fin fue mi salvación.

Acabe de comerme la tostada lave el plato y me meti lo más deprisa que pude a la ducha, tarde literalmente diez minutos, no me podía permitir una ducha más larga porque si no, no llegaría en la vida.

Me puse una falda negra junto una camisa blanca, el outfit que por norma general nunca falla y unos tacones negros, baje de casa corriendo y llame a un taxi para que me llevara a la oficina.

La oficina no estaba lejos de mi casa, estaba a unos quince minutos andando, pero como hoy es el dia en el que llego tarde pues no puedo darme el lujo de andar quince minutos.

El taxi me deja enfrente de la oficina y camino a paso decidido hacia el mostrador, donde dos chicas me miran y sonríen,

- ¿Buenos dias en que podemos ayudarle? -

- Buenos días preguntaba por el señor Black soy su secretaria -

Las chicas intercambiaron una mirada de preocupación y me miraron como si estuviera a punto de irme derecha al matadero.

- Dirijase al ascensor y marque la planta numero 20, hay se encontrara con los señores Black, mucha suerte - me dice la chica

Camino hacia el ascensor y marco el número 20, el ascensor empieza a subir mientras que la musica tipica de ascensor empieza a ponerme mas nerviosa de lo que ya estaba.

El ascensor se abre dejando ver a Izan Black.

- Bienvenida Mia, un gusto tenerte por aquí, te comento, han habido algunos cambios de última hora, es decir, seras la secretaria de ambos Black, es decir seras mi secretaria y la de mi hermano, tus funciones seguirán siendo las mismas que las que te había comentado ayer.

Enamorada de un MafiosoWhere stories live. Discover now