Cap.23 (Mia)

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Si os digo que el vuelo se hizo eterno...

Tuve que esperar en el aeropuerto durante cuatro largas horas ya que el vuelo llevaba un retraso, intente comer algo en la espera pero cada vez que me acercaba a un puesto de comida la ganas de vomitar crecían.

Cuando subí en el avión me tocó en la ventanilla cosa que agradecí pero a mi lado había una señora mayor que roncaba y detrás dos niños que se pasaron el vuelo dando patadas al asiento.

Pero la peor parte sin duda vino cuando llegó la hora de la cena, el fuerte olor al cus cus que comía mi compañera y el olor a pollo frito y patatas de los niños me hizo que saliese corriendo al baño del avión.

Vomite tres veces en todo el viaje, y las tres veces con la olor a la comida.

Cuando baje del avión no podía estar más feliz, aire fresco ¡por fin!

La maleta se pasó dando vueltas por la cinta cinco minutos como poco, ya que cuando intentaba sacarla no podía, digamos que iba bastante llena...

Cogi mi maleta y la arrastre por todo el aeropuerto siguiendo las señalizaciones hacia la salida.

El aeropuerto parecía un laberinto habían mil indicaciones hacia la salida pero por mas que las seguir no daba con ella.

Me gire mirando hacia todos lados como si porla gracia divina fuese a aparecer la salida.

Cada minuto que pasaba buscando la puñetera salida más me desesperaba, estaba en un punto en que mis ganas de llorar amenazan con salir con fuerza, me sentia como una niña perdida, me sentia desamparada, me sentia sola.

- ¿Te puedo ayudar en algo? dijo un hombre de seguridad.

Genial, hasta el de seguridad se ha dado cuenta de lo penosa que soy.

- Te lo agradeceria, llevo buscando la salida media hora y no doy con ella - digo con mi mejor sonrisa.

- Las señalizaciones son bastante complejas, sobre todo si es la primera vez que vienes, para entenderlas tienes que mirarlas bien, cada señalización esta marcada con un número para que los sigas es decir si marca uno debes seguir todos los del uno y así saldrás del aeropuerto, pero si sigues primero la del uno, luego la del cuatro y luego la del seis acabaras dando vueltas sin encontrar la salida - dijo mirándome con cara de cansancio.

Levante la cabeza hacia los carteles y me fije detenidamente en ellos, claro que llevaban los números e incluso colores diferentes y yo sin fijarme.

- Muchísimas Gracias - dije un poco avergonzada

- De nada, ire a ayudarles a los de allí, tienen pinta de estar igual de perdidos - y se marcho

Arrastre mi maleta, ahora si fijándome en las indicaciones correctamente y sali solita a las afueras del aeropuerto.

Bueno... para ser la primera vez tampoco lo había echo tan mal ¿no?

Si tu lo dices... - penso mi subconsciente

Conseguir un taxi fue otro de los retos que me puso la vida en este nuevo país, porque obviamente no podía ser más sencillo, nótese el sarcasmo.

Cuando paraba a un taxi y le daba la ubicación de mi nuevo piso, se negaban a ir, agregaban que estaba demasiado lejos o que ese sitio no iban incluso me decían que no había una puñetera parada de taxi.

Tarde más de media hora en dar con un conductor que me llevase.

Era un chico que no tendría mucha más edad que yo, pelo castaño claro, ojos color hazel.

Enamorada de un MafiosoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon