Cap.19 (Mia)

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Los días pasaron y las semanas también pasaron , y cada día me veía más envuelta organizando mi boda.

Nathaniel me había obligado a casarme con él cuanto antes, a si que aquí estoy sentada con la Wedding Planner en el salón de la que ahora es mi casa, vivo con el señor Black quien lo diría.

- Mía que te parece está finca, es una finca Preciosa y grande y mira que jardines, podríamos poner en la parte sur del jardín la capilla con unos asientos y una Alfombra blanca para cuando pasases con el vestido

- Si, claro - dije, no quería Casarme y todo este tema me daba dolor de cabeza.

- Te explicó, la finca tiene un jardín trasero precioso, y unas vistas espectaculares, justo donde están las vistas montar el arco nupcial con un toldo diría color beis, hacer un pasillo con una pasarela, lona del mismo color beis y unos bancos decorados con las flores, y luego Justo en la otra parte, la más alejada montaríamos un Dj, junto a una pista de baile improvisada. -

- ¿Y el combite? -

- El combite irá Justo al lado de la capilla, con mesas redondas y decoradas, y para el tema de entrantes y los platos fuertes, el postre y la tarta me encantaría que estuviese también Nathaniel para elegirlo -

- Si claro sin problema - dije ya un poco mareada de tanta información.

- Siento si te he metido mucha información, pero la boda está a la vuelta de la esquina y necesito que todo esté perfecto. -

- Lo entiendo, Lo entiendo - dije para que dejase de hablar, me estaba dando ya dolor de cabeza.

-Buenos días chicas - dijo mi futuro esposo

No porfavor esperaba que esta tortura acabase ya joder....

- Justo a tiempo Nathaniel, necesito que escojáis los entrantes, los platos fuertes, el postre y como queréis la tarta.

- Bueno..., a mi me gustaría algo clásico ya sabe algo que le guste a todo el mundo - dijo mirándome de reojo

- Pero lo clásico suele ser aburrido - dijo la odiosa de la wedding planner

- No me gusta cuestionar tu trabajo Ruth, pero entiende que esto no es una boda cualquiera es nuestra boda, un proyecto personal el cual me gustaría que llevase parte de nosotros no de algo que debe de ser moderno o clasista, algo personal - dije irritada

- Ruth nos puedes dejar a solas porfavor - dijo Nate

Ruth se levantó y desapareció por la puerta principal.

- ¿Que te pasa? - me pregunto Nate

- Me estresa la boda -

- No tienes porque estresarte, para eso contrate a Ruth para que no te estresaras, llevamos semanas con esto saldrá perfecto ya verás - dijo calmado

Nate podía ser la persona más calmada y cariñosa o el que no soporta que le diga nada y se enfada con facilidad.

- Sabes podríamos haber ido al juzgado con vaqueros y habernos casado, no sé para qué tanto trabajo si al fin y al cabo es falso - le dije con asco

Su cara cambió drásticamente, sus ojos llameaban como si de uno momento a otro fuese a literalmente pegarme.

- Para la gente no es una falsa así que actúa como tal y deja de decir gilipolleces - su mirada grisácea me traspasaba, un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, sentía miedo por primera vez, sentía que ahora mismo él podría acabar con mi vida.

Deje de contener los sentimientos y el miedo afloró por todo mi cuerpo, tenía un asesino delante de mis narices, una persona que sin pestañear podría acabar con mi miserable vida.

Empecé incluso a temblar, sentía que el aire me faltaba.

- Vas a ser mi puta mujer a como de lugar, ¿lo entiendes? - dijo cogiéndome de la barbilla para que lo mirase de cerca.

Trague saliva como pude conteniendo mis lagrimas y dije

- Si - una vez pronunciada la palabra me soltó para largarse por la puerta a quien sabe dónde pero eso si dando un portazo.

Cuando escuché el portazo me permití derribarme, lloré como nunca había llorado, fui una estupida cuando pensé en el hospital que él podría haber cambiado y que podría haber una posibilidad de tener la relación que tanto anhelaba con el.

Soñaba con casarme con mi Nate, que él me esperase en altar con esa preciosa sonrisa y esos ojos entre azulados y grisáceos, comprarnos nuestra casa, formar una familia...

No sé cuánto tiempo estuve llorando por la vida que podríamos haber tenido...

La puerta de la entrada de la casa se abrio, entrando Nathaniel por ella, impasible como siempre.

Me limpie las lagrimas rápido e intente hacer como si nada hubiese pasado.

- ¿Porque Lloras? - me pregunta Nathaniel de pie enfrente mia.

- Por nada, no te importa -

- O me lo dices o.... -

- ¿O que? ¿Me vas a pegar? - le interrumpo mirándole a la cara

- ¿ Porque te tendría que pegar? -

- Eres violento y me asustas y... -

- Yo no necesito pegarle a ninguna mujer para conseguir lo que quiero. - dice sonriendo

- Cuando estabas en el hospital... - pero me interrumpió de nuevo

- De verdad pensabas que te iba a ofrecer rosas, y amor eterno..., ya lo hice y mira como acabamos, tuve un momento de debilidad contigo. - dijo tan simple

- Sabes no se porque no te buscas a una puta y la haces tú mujer -

- Mía, una puta nunca será mi mujer en cambio tú si

Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora