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Martes 22 de noviembre, 2022

Hoy Argentina jugaba por primera vez en el mundial, estaba más nerviosa que nunca, y no era la única, todo el mundo estaba de acá para allá, había movimiento en todos lados.

En estos cinco días que habían pasado había mejorado mi relación con algunos de los chicos, me había hecho amiga de Lean Paredes, Nico Otamendi, El cachete Montiel y El tucu Correa eran unas personas super alegres y chistosas, con Nico nos conocíamos porque era muy amigo de mi hermano al igual que Lean. Con Julián las cosas iban bien,era súper cariñoso, comprensivo y amable, pasamos bastante tiempo juntos, hablábamos por chat y algunas veces venía a mi habitación a hablar.

Y con Enzo las cosas seguían igual, no me habló desde que nos besamos,ni por chat y en persona hacia como que yo no existía. Pensé bastante en el y en lo que había pasado, capaz solo me besó porque estaba en pedo y yo la verdad que me estaba haciendo la cabeza, todo había pasado muy rápido y ni siquiera conocía a Enzo, asi que decidí darle su espacio, si no me quería hablar que no lo haga, yo no le iba a rogar a nadie, pero confieso que tenía la duda de porque se comportó conmigo esa noche, me besaba de la nada y después desaparecía.

Por otro lado tampoco quería "chamuyarme" con un amigo de mi hermano, me hacia sentir que estaba rompiendo códigos con el, por eso le dije a Thiago que con el no quería tener nada más que una amistad, porque habíamos estado hablando por Instagram y sentia que me trataba de una forma diferente,y algunas veces se ponía demasiado intenso y molestaba. Si bien Thiago no era muy amigo de Paulo algo se conocían.

Salí de mis pensamientos cuando oí la voz de mi amiga hablarme.

-¿Viste lo que subió tu amiga?- me dijo Candela, estábamos desayunando en el restaurante de el hotel, recién eran las diez de la mañana y el partido era a la una hora Qatarí, faltaban tres horas.

-¿Qué amiga?-pregunté con el ceño fruncido.

-Esa tal Camí, la de tu barrio con la que te juntaste hace poco- contestó mostrándome el celular donde se veía una publicación de la nombrada, en Doha, Qatar.

-Ahh, me dijo que se iba de vacaciones- hablé y me encogí de hombros, restandole importancia a lo que había dicho mi amiga.

-Si, pero mira la otra foto- me dijo extendiendo el celular para que pueda visualizar mejor.

Deslicé el post de Instagram hacía la izquierda para ver la siguiente foto, me sorprendí al ver a Enzo con ella en la foto, desvíe mi vista hacia abajo de la publicación viendo el pie de la foto "te amo te mereces lo mejor hoy y siempre mi corazón 🤍". Una sonrisa burlona salió de mi boca, no tenía idea de que Camila lo conocía, me parecía raro que no me lo haya dicho, por cómo es ella y su personalidad me lo hubiera presumido hasta por los codos.

-Que vergüenza ajena- me límite a decir, agarrando un tostado.

-Viste, que hacía con el macho de mi amiga- dice mirando el celular con una cara amarga.

-Daah, ¿Ya vas a empezar? que tonta que sos- le dije soltando una pequeña risita -Puede que sea el mejor amigo, ella me dijo que le iba a regalar un viaje.

-¿Quién?- pregunta ella.

-Enzo capaz es el mejor amigo boba, me dijo "ay mi mejor amigo me dijo que me va a regalar un viaje sorpresa"- contesté con un tono burlesco.

~

Nos encontrabamos en los palcos con algunas de las familias de varios jugadores. El partido empezaría en menos de media hora, a mi lado derecho estaba Candela y Oriana y a la izquierda Sergio con su hijo, Benja.

Miento si digo que estábamos tranquilos, obviamente todo el mundo estaba súper eufórico, por otro lado yo no me podía quedar callada, era algo que me solía pasar cuando estaba nerviosa, empezaba a hablar y nadie me podía parar así que ahí estaba, hablando sobre anécdotas con el kun y Benja.

Estaba hablando con Sergio sobre cuando estuvo en el Manchester City, me comentaba que fue, para él, uno de los mejores años en el tema futbolístico.

-¿Y cuántas temporadas estuviste?- pregunté interesada.

-Estuve diez temporadas y te juro que en todos esos años me sentí re cómodo, fue todo muy lindo.

-Es un montón diez temporadas boludo- amaba hablar con él, cuando estábamos juntos sentía que estaba hablando con un familiar cercano, era como el tío chistoso que hay en todas las familias.

Hablamos por un rato y de vez en cuando hablaba con mi amiga que estaba tomada de la mano con sus dedos entrelazados a los míos.

Y empezó, los jugadores empezaron a salir a la cancha y de un momento a otro ya estaban cantando el himno, se me habían pasado un poco los nervios invadiendolos la alegría.

Iban siete minutos después de que el partido empezara cuando el árbitro decidió que iba a haber penal para Argentina gracias a Paredes. Y fue cuando Messi hizo lo que sabe hacer bien marcando el contador con un 1-0 a favor para Argentina.

Festejamos como nunca, abracé a todos los que tenía cerca, recién había empezado el partido y ya estaba más feliz que nunca.

Minuto veintisiete fue cuando Lautaro Martinez, el toro, hizo un excelente gol, saltamos y gritamos de la alegría pero todo se fue cuando el árbitro dijo que era offside por un hombro, tenía un remolino de emociones todo estaba pasando muy rápido y en estos momentos estaba odiando al árbitro.

Siete minutos habían pasado y el toro volvió a agarrar la pelota decidido a hacer gol y así fue, pero otra vez fue fuera de juego, me estaba volviendo loca.

El tiempo pasó rapidísimo y el primer tiempo se había ido, dándole la bienvenida al segundo.

Dos minutos habían pasado de este y fue cuando Al-Sherhi encaró hacía el arco cambiando el numerador quedando a 1-1.

No nos habíamos desanimado del todo, aún nos quedaba un poco de esperanza de poder hacer otro gol.

Y toda nuestra esperanza se derrumbó cuando en el minuto cincuenta y dos Al-Dawsari metió un gol decisivo declarando la victoria para Arabia Saudita.

No quería saber nada, tenía a un hincha de Arabía Saudita en el asiento de abajo mirándome refregandome la victoria, tenía ganas de bajar y ahorcarlo, pero sabía que esto no iba a quedar así y lo deje festejar porque entre nosotros había una diferencia y era que nosotros los argentinos no nos íbamos a ir con las manos vacías y ellos si.

Enchanted | Enzo Fernández Où les histoires vivent. Découvrez maintenant