¡Cupido tiene hambre de celos!

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Cuando llegó junto a Jeongin al gran comedor por primera vez sintió hambre, al ser Cupido, un ser poderoso, no es capaz de sentir hambre, sueño o sed, esas cosas al ser humanas y capaces de hacerlo bajar la guardia, no eran necesarias, pero ahora, que tenía el cuerpo de un humano, esas necesidades básicas llegaron a de golpe.

Junto a Jeongin se sirvió en su charola, claramente lo mismo que el rubio, quien rió encantando.

—No puedo creer que tengamos los mismos gustos, será el destino o algo así.

Sonrojado, Jisung bajó su vista, estaba avergonzado, caminó junto a Jeongin, sentándose en una mesa vacía, miró detenidamente los palillos.

¿Cómo mierda se usan?

—Uh, Jeongin, yo, no sé usar estos.

Alzó los palillos, haciendo que el menor abriera sus ojos, completamente sorprendido y avergonzado.

—¿Eres extranjero? Dios mío, y yo aquí obligándote a comer algo que quizá ni te guste, Dios, iré por un tenedor, enseguida regreso.

Quería negarselo, pero el rubio ya se había ido, suspirando miró la comida, quería probarla, se veía apetitosa.

—Bien, dime. ¿Qué mierda quieres de Yang?

Esa voz increíblemente gruesa lo hizo saltar de su lugar, frente a él, estaba Hwang Hyunjin, quien traía una charola con más comida que él, completamente diferente a la suya, frunció el ceño al no entender a lo que se refería.

—¿Disculpa?

—No creas que no conozco a los de tu tipo, intentan ser amables y humildes, pero cuando la confianza es mucha, lo dejarás en bancarrota, déjame decirte que te vayas perdiendo ahora mismo y dejes a Yang, es demasiado idiota para no notar tus intenciones.

¿Cómo rayos Jeongin se pudo enamorar de este hombre?

Empujando su mejilla con su lengua, se sintió enfurecido.

—Creo que eres el último que merece llamar a Jeongin así. ¿Algún problema con que sea su amigo? ¿Está mal que intente llevarme bien con alguien tan dulce como Jeongin? ¿En qué te afecta de todos modos?

Hyunjin gruñó en protesta, golpeó la mesa y se acercó a Jisung, tomándolo de la camisa, intentando intimidarlo, cosa que no logró, ambos gruñían como animales.

—¡Hyunjin!! ¡Suéltalo! ¿Qué mierda te pasa?

Llegó Jeongin separando a ambos, Hyunjin abrió sus ojos sorprendido, viendo como el rubio prestaba atención al castaño, revisando si no le pasó nada; estaba desconcertado, Jeongin siempre estaba pendiente de él, siempre se preocupaba de él. ¿Por qué estaba fijo con aquel desconocido? Gruñendo se fue del comedor, con un extraño dolor en su pecho.

Ignorando por completo, la mirada triunfadora de Jisung, quien fue capaz de leer sus pensamientos.

"¡Jeongin sólo debe prestarme atención a mi! ¿Por qué mierda le preocupa ese Jisung? ¿Y yo qué? Jodida mierda".

Parece que alguien también se estaba enamorando.

¡Cupido en apuros!Where stories live. Discover now