¡Cupido, te extrañé!

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Bangchan tomó a Hyunjin cuando lo vió en la cafetería completamente solo, se sentó a su lado y habló.

—Jisung volvió y más atractivo que antes.

Hyunjin escupió su comida al escuchar eso, asustado lo vió, antes de explotar tragó duro y bajó la vista.

—No me importa... no tengo oportunidad con Jeongin, yo, la cagué.

—¿Qué pasó exactamente esa noche?

Hyunjin, avergonzado mordió su labio inferior.


💞


Hyunjin estuvo a punto de hablar, pero pensó detenidamente. ¿Por qué asumió que rápidamente lo que sentía era un enamoramiento? Jeongin es una persona especial y a pesar de que ambos se amen, no habría oportunidad de que estén juntos. Ambos son Famosos y como Famosos, fueron entrenados para ser el estereotipo de hombre perfecto para sus fans, fueron entrenados para ser de las fans y para las fans, ser sus novios, dejarlas pensar que tienen su poder sobre ellos y que sólo vivirán para sus fans, entonces, una vez ellos sean pareja jamás vivirán felices, tendrán paparazzi detrás de ellos, fans, acosadoras, revistas, dejarán de tener contratos con la televisora porque la homosexualidad está tan mal vista, Hyunjin no quería eso en Jeongin, él apenas estaba empezando en el mundo del entretenimiento, no quiere hacerlo caer tan rápido.

Tragó todas sus palabras de aprecio y volteó su vista.

—Pierdes tu tiempo, no me hables, Yang.

—¿Por qué me tratas así, Hyunjin? He hecho todo para que me mires. ¿Qué más debo hacer? ¡No pido que me correspondas! Pero quiero un poco de respeto de tu parte, quiero algo de tu cariño.

—¡Un marica no merece respeto de nadie!

Abrió sus ojos sorprendido hasta de sus propias palabras, él no era nadie para decir aquello y su corazón dolió cuando vió lágrimas correr del rostro del menor, quien bajó la vista enseguida.

—Bien, yo, lamento molestarlo, no lo volveré hacer.

Fue lo último que escuchó de sus labios.


💞


—Imbécil.

Fue lo que atinó a decir Bangchan mientras tomaba de su yogurt.

Hyunjin chasqueó su lengua sin responder, viendo la comida delante suyo, su apetito había desaparecido enseguida.

—Debes hacer algo para recompensar lo que hiciste y ganar nuevamente a Jeongin, Jisung volvió, pero para ayudarte, tenemos un plan, es tu última oportunidad. ¿Aceptas?

Hyunjin se lo pensó por unos segundos, si ese plan lograba hacer que Jeongin lo quiera de nuevo y poder por fin aventurarse a declararse, lo haría.

—Acepto.


9 hrs para las 12.


💌💌💌


—¿Qué opinas?

Preguntó Jisung quitándose los audifonos después de cantar su parte en la canción que Hyunjin estaba produciendo hace años.

—Tienes una hermosa voz, de verdad, no tanto como la de Jeongin, pero muy afinada, ayuda mucho con la canción, gracias por, ya sabes, querer ayudarme.

Bajó su vista avergonzado, mientras jugaba con sus dedos, jamás creyó que todo lo que hacía Jisung jamás fue en su contra, que lo único que quería era que él y Jeongin estuvieran juntos, suspirando alzó su vista a la pantalla y empezó a editar la canción, mordiendo su labio inferior.

Jisung se sentó al lado de Changbin, quien lo empezó a felicitar por su buen trabajo, el menor sonrió ante su mejor amigo y se acurrucó en su abrazo, el mayor sabía el porque de su suspirar, a pesar de que sabía que estaba ayudando a la pareja, podía ver qué necesitaba de ver a alguien y ese era Minho, se notaba que lo extrañaba y deseaba verlo.

De fuera ambos escucharon fuertes pisadas, Changbin miró el hilo rojo de Jisung tensar, sólo estaba así cuando su destinado estaba cerca, sorprendido vió la puerta abrirse de golpe. Un gran hombre de piel morena y la respiración agitada había aparecido, Jisung cuando lo vió, se levantó de inmediato, sus ojos brillaron al verlo, joder, lo extrañó como loco.

Minho se acercó lentamente y observó al menor, acarició su mejilla. Le dolió ver lo que transmitía el menor, su cabello largo y negro, sus ojos vacíos, su piel no era tan cálida como antes, por alguna razón, se volvía fría de a poco, cada vez la temperatura era peor. Quería llorar por las grandes ojeras, ¿qué había sufrido su bebé?

—Te extrañé tanto, Sunggie.—susurró abrazándolo, el menor creía que lloraría, cerrando sus ojos lo abrazó, importándole poco si era su última vez.


7 hrs para las 12.

¡Cupido en apuros!Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu