Cupido imbécil.

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Corrió fuera del local, buscó como desesperado un lugar vacío donde pudiera transformarse, se encaminó enseguida a un callejón, juntó sus dedos indice y corazón de ambas manos, formando un corazón, hizo un pequeño conjuro y enseguida se vió en el cielo completamente transformado, una túnica blanca que no cubría la mitad de su pecho, una corona de corazones rojos rodeaban su cabeza, su cabello se había vuelto negro con mechones rojos, en su espalda estaban sus alas rosas, sus flechas y un gran arco dorado, apurado, voló hasta su puesto, dónde en medio de las nubes, había un agujero en forma de corazón, voló y cuando por fin iba a llegar, Cupido se interpuso en su camino.

—¡Jisung! ¿Dónde estuviste estos días? ¡Dejaste tu puesto! ¿Cómo piensas graduarte si no cumples tu deber como Cupido?

—Se-Señor, yo, ahora no tengo tiempo, debo fle-

—¡Escúchame cuando te hablo! ¡Esto puede hacerte ganar un gran castigo como es el bajar de puesto o nunca ser un Cupido!

Jisung se congeló delante de su mentor. ¿Jamás ser Cupido? Imposible, ese, ese era su más grande sueño, dejó de volar y se quedó parado mirando a su mentor. Rápidamente llegó a su cabeza la situación en la que estaba.

—¡Señor! Con todo respeto, aceptaré mi castigo, pero, pero ahora debo volver a mi puesto ¡La pareja que se me asignó necesita ser flechada! Y si no lo hago-

—Jamás se volverán a enamorar.

Completó Cupido, mordiendo su labio inferior.

—Ve, rápido.

Jisung asintió y rápido voló a su puesto, preparó el arco y flecha y apuntó, escuchando los pensamientos de Hyunjin para saber si era el momento.

Pero cuando se dió cuenta, tanto Hyunjin como Jeongin, ya no estaban hablando, ambos estaban fuera del restaurante sin verse a los ojos en la entrada, cada uno distraído y bastante tristes, los cuatro se despidieron.

Jisung bajó el arco completamente decepcionado de si mismo, si no fuera por él, ellos ya estarían juntos, si no fuera por su estupidez, ellos serían pareja por fin, nunca debió meterse, debió quedarse en su puesto, vigilando, ese era su trabajo.

Se dejó caer, quedando acostado, sus ojos rosas perdieron el color, fueron grises y oscuros, su cabello se tornó completamente negro y los corazones se empezaron a desvanecer lentamente, uno por uno.

Cuando Cupido no cumple con su trabajo y ve una pareja romperse debe pagar por su delito, el costo es su vida.

Changbin corrió a su lado, el ver su estado cubrió su boca, soltando lágrimas dolorosas, habían desaparecido tres corazones de su corona, acarició su cabello y sollozó al lado de su mejor amigo, lamentándose el no poder ayudarlo.

Vió por el gran agujero como un tal Minho se asustaba al saber que Jisung no había llegado a casa junto a Jeongin.

¡Cupido en apuros!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora