Lejos de casa

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N/A: Me anime a terminar el cap. Dejen su voto y comentario.

Había sido una noche larga, tediosa y emotiva. Larga porque le había tomado muchas horas encargarse de todo el desastre que Artemisa y sus cazadoras habían provocado. La naturaleza no tenía por qué verse afectada, con un poco de ayuda de ninfas y espíritus del bosque se había logrado. En su mente el reloj avanzaba de una forma diferente ya que estaba contando las horas en las que volvería a ver a Eskol para aquel ritual del que le había hablado Atenea lejos de ese momento sería buscar una aguja en un pajar y tal vez no podría salvarlo, no, guardaría todas sus fuerzas para ese momento.

Había sido tedioso lidiar con el destino de Artemisa, luego de ello Zeus había hablado con él para reconsiderar lo que había pasado para que no abandonar a Artemisa a su suerte en el mundo mortal. Habían llegado a un acuerdo para que pudiera proveerle de algunas cosas necesarias para no ser una mendiga, por lo que le había dejado las llaves de un apartamento que tenía preparado para Travis, pero que seguramente luego podría conseguir un lugar para él, pero ahora pensando en su futuro con Katie, que a raíz de todo lo que había sucedido había decidido ir con él para cuidar a Travis. Las vueltas de la vida.

Salida de casa, de hablar con Sally y Paul. No había podido contenerse de llorar la ausencia de su hijo. Sabía que esto era algo que no había podido prever, pero se detestaba por no haberlo podido salvar al final y más aún cuando vio las lágrimas de Paul y su madre al contarles que había sido raptado y llevado lejos. Sally no podía entender porque no podía ir ahora mismo a salvarlo y traerlo de vuelta y se había quedado dormida mientras lloraba. La había llevado a su habitación para quedarse con Paul que siempre tenía una frase para cerrar esos momentos. La última vez había sido un desastre para su vida, pero esta vez le había dejado una muy intensa: Recuerda todo lo que tu madre estuvo dispuesta a hacer por ti.

Eso le martillaba el cerebro.

Necesitaba soledad para poder revisar sus opciones.

No buscaría a Atenea porque ahora mismo estaba cegada por el furor que había experimentado hacia Artemisa y las cazadoras. Hermes había ido a ver a Travis y Zeus no era precisamente un ser imparcial ya que desde el comienzo él quería que Artemisa se salvara a tal punto de llegar a proponer este matrimonio inusual y aterrador. Al final de la noche cuando el sol estaba por empezar a asomar estaba en la playa sentado pensando y repensando en Eskol y en cómo estaría pasando este momento. Había sentido su presencia hace un momento. Tenía sentido, sabía que era una ruta habitual para estirar la piernas.

—¿Cuándo tiempo llevas allí? —casi podía adivinar que llevaba una sonrisa característica en el rostro. Pero también sabía que estaba preocupado por las cosas que habían sucedido después de todo no muchas cosas podían esconderse sin que corrieran los rumores.

—El suficiente para saber que no necesitabas ser interrumpido —agradeció no haber sido interrumpido, necesitaba pensar, le quedaban una horas antes de partir.

—Todo esto es mi culpa —lo había estado observando por un par de horas y sabía que la culpa lo estaba carcomiento y necesitaba escuchar palabras de ánimo.

—Tienes razón —ambos se miraron con el desconcierto en sus rostros porque no sonó como quería ni Percy pensó escuchar eso. —Es tu culpa que un niño sin hogar haya encontrado el amor de una familia —eso sí que tocó su corazón, se sintió nuevamente un adolescente en busca de su camino, con las preocupaciones propias de los mortales.

—No sé qué voy a hacer si no logro encontrarlo a tiempo, solo tengo una oportunidad —sabía que estos momentos eran cruciales para que la confianza no se perdiera en su habilidades y su instinto.

Algunas cosas toman tiempoWhere stories live. Discover now