El Encanto Del Dragon

Capítulo 7: Las estrategias seductoras de Serafall

Los dos estaban en un cuarto oscuro; Issei acababa de terminar su cena y mientras ella había terminado con su comida en solo unos minutos, Serafall esperó a que Issei terminara la suya, mirándolo todo el tiempo. Si tuviera que admitirlo, se sentía un poco nervioso por ser objeto de una mirada intensa a los ojos de un Gran Satán y era completamente razonable. No podía negar que estaba extremadamente feliz al escuchar que tanto Lord Sven como Lady Siena aprobaron su compromiso con sus dos hijas, pero él no estaba tan feliz como la propia Leviatán. De hecho, lo había colmado de besos al escuchar que sus padres estaban de acuerdo con lo que querían, pero luego se calmó cuando necesitaban comer para la cena. Sin embargo, la comida simple no fue suficiente para detenerla,

Tanto Lord como Lady Sitri parecían preocupados por el bienestar de Issei, ya que sabían lo que era cuando Serafall estaba obsesionado con algo, por las palabras de Sona. Era obvio en este momento que Sera estaba obsesionada con Issei y no había tanta evidencia para demostrar que no lo estaba, así que eso lo confirmó. En el momento en que Issei finalmente terminó con su comida, no se pronunciaron palabras. Antes de que pudiera pasar su plato sucio a una de las criadas, el Maou de dos colas ya lo había agarrado del brazo y lo había llevado fuera del área, en dirección a las escaleras. Sus padres se quedaron sentados en la mesa, sorprendidos por lo que acababa de hacer su hija mayor.

Mientras tanto, Sona mantuvo la cabeza baja, pensando profundamente. Sabía exactamente por qué su hermana estaba actuando como si fuera dueña de Issei antes, y no hizo ningún movimiento para detener a Serafall porque sería una locura hacerlo. Aunque le encantaba estar en los brazos de Issei, no era como su hermana, que era alegre en casi todos los aspectos y particularmente intrépida al decir las cosas que quería decir. A pesar de que ella realmente quería pasar tiempo con Issei tanto como su hermana quería, no podía correr detrás de su hermana mayor y quedarse con el niño, porque tenía que mantener una imagen severa y madura no solo frente a ella. sus sirvientes, pero también delante de sus padres. Parecería que Sona era la madura aquí, y Serafall era la chica más joven, debido a sus personalidades enfrentadas.

'No dejaré que lo acapares solo para ti, Onee-sama...' pensó para sí misma, pensando en una posible forma de pasar tiempo con su prometida.

"Entonces, ¿qué estamos haciendo aquí en esta... habitación?" preguntó, entrando como Serafall mientras ella encendía las luces. Sus ojos se abrieron ligeramente al ver el lugar en su totalidad; había carteles sobre chicas mágicas en todas las paredes, y los cajones de vidrio con los gabinetes también estaban llenos de juguetes y bastones de chicas mágicas. Era bastante obvio que estas cosas eran mercancía del programa de televisión de Sera en el Inframundo, el 'Leviatan Mágico', y no fue una sorpresa para el Sekiryuutei que su prometida lo llevara a este tipo de lugar. Pero lo que más lo sorprendió de todo fue que algunas de las mercancías del 'Dragón Oppai' se podían ver en dichos cajones de vidrio, incluido el casco rojo y el guantelete que representaba el Boosted Gear. Esto solo puede significar una cosa...

Estaba parado en la habitación de Serafall.

Volviéndose inmediatamente para mirar al rey demonio, ella ya lo estaba mirando con una sonrisa en su rostro, como si estuviera esperando que él dijera algo. "Sera-chan, ¿es esta... es esta tu habitación?" preguntó lentamente, sin intentar sonar ignorante ni matón. Ella respondió a su pregunta con un asentimiento, incitándolo a continuar con sus palabras. "Woah, ¿todavía tienes una habitación aquí? Por lo que sé, los Maous tienen sus propios lugares para ellos y sus nobles... pero nunca esperé que todavía tuvieras una habitación, aunque no es que me queje... .” sonrió nervioso.