El Encanto Del Dragon

Capítulo 8: La verdad duele

(Issei x Rossweisse) & (Issei x Momo)

'¿Por qué necesitaría mi ayuda en este momento?' Issei pensó para sí mismo, examinando a fondo el mensaje de su amigo de cabello blanco. Momo le acababa de dar su número de teléfono apenas ayer durante el almuerzo, cuando comió con el consejo estudiantil en su pequeña celebración en la cantina; no esperaba que sucediera en absoluto, pero simplemente sucedió. Mientras se reía junto con Tomoe y Saji, Momo lo apartó y le dio su número de teléfono para que pudieran comunicarse cuando lo necesitaran. Su razón para hacerlo fue para que el Sekiryuutei no se sintiera solo ya que en aquel entonces, solo Yura podía enviarle mensajes o incluso llamarlo. Quería estar segura de que Issei no los ignoraría nuevamente, por la razón que fuera.

[Si me preguntas, te digo que es mejor que vayas y veas qué le pasa a ese amigo tuyo.] Comentó Ddraig, haciendo que su compañero levantara una ceja confundido.

¿Te importaría decirme por qué? respondió, sin entender lo que acaba de decirle el Dragón Galés.

[Bueno, ¿por qué otra razón te estaría enviando un mensaje tan temprano en la mañana?]

'Sona podría haber estado preguntando por mí, ya sabes...'

[Sabes que Sitri puede hablar contigo cuando quiera, ¿verdad? Básicamente estás comprometido con ella, ¿recuerdas?]

Goteó de sudor. 'Oh, sí... Me olvidé de eso...' Su atención luego volvió a donde estaba, y donde se suponía que estaba Serafall. Se sentó de la cama y miró a su alrededor, donde notó que el lugar en el que se encontraba actualmente le resultaba familiar. Y después de solo unos segundos de examinar el entorno a fondo, sus ojos se abrieron al darse cuenta de conocer el lugar.

'¡¿Qué demonios?! ¡¿Por qué estoy en mi propia habitación?! se preguntó, mirando a su alrededor después de frotarse los ojos, sin poder creer lo que estaba viendo al principio. Pero después de mirar a su alrededor por segunda vez, suspiró como si no pudiera negarlo. De hecho, estaba en su propio dormitorio, en su propia casa. 'Está bien, ya estoy de vuelta en mi casa... pero ¿dónde diablos está Sera-chan? ¡Estaba durmiendo encima de mí, la última vez que recuerdo! ¿No tienes ni idea de lo que pasó, Ddraig? le preguntó al dragón con un toque de esperanza en su voz.

[Hmm, eso depende de ti, compañero... Yo también estaba dormido mientras tú lo estabas, y no sentí que el Leviatán se fuera... tal vez ella se fue temprano ya que dijo eso después de lo que pasó anoche, ella volverá a su papel como Gran Satán.]

'Buen punto...' comentó, llevándose la mano a la barbilla. 'Sí, recuerdo que ella dijo que volvería a su oficina en el Inframundo... pero aun así, ¡podría haberse despedido, al menos! ¡Me estaba preocupando antes! ¿Cómo terminé en mi habitación de todos modos?' preguntó después, calmándose un poco.

[¿No crees que el Leviatán te transportó aquí? Obviamente, ella no quiere que la chica Gremory se preocupe por ti, compañero.]

'Lo sé... pero si recuerdas, Sona tenía su familiar...' antes de que pudiera pronunciar más palabras hacia el dragón rojo, el sonido de la puerta al abrirse captó toda su atención, obligándolo a mirar a quienquiera que estuviera afuera. de la habitación.

"¿Ise-san?" dijo Asia, con los ojos muy abiertos al ver al hombre que ama finalmente despierto. "¡Estás despierto! ¡Estoy tan feliz!" exclamó, corriendo hacia la cama antes de lanzarse sobre el indefenso Sekiryuutei, haciendo que fuera aplastado por el peso de la ex monja encima de él mientras lo abrazaba con fuerza. "¡Oh, me alegro de que finalmente estés despierto! ¡Casi pensamos que no querías ir a la escuela porque no estabas respondiendo a las llamadas de Rias-oneesama antes!" dijo, acariciando el pecho del chico.