DxD: Una dirección diferente

Capítulo 18: Dragón en el bosque

El bosque familiar no era un espectáculo nuevo para Sona Sitri, pero por alguna razón estaba nerviosa. Tal vez incluso asustado.

Gracias a los esfuerzos de un Serafall Leviathan, Tiamat había accedido a reunirse y, al menos, escuchar su pedido. Tenía un pie en la puerta y estaba esperando a que la cerraran de golpe.

Tiamat tenía un historial de despreciar al Emperador Dragón Rojo y sus huestes, llegando incluso a matar a algunos de ellos.

El aire a su alrededor se sentía pesado, denso por la humedad. Si no fuera por los grabados en el marco de sus anteojos, estaba segura de que ya se habrían empañado.

Dejar a Tsubaki en Kuoh no había sido su idea, sino una sugerencia de su hermana. El rey dragón no era particularmente aficionado a los visitantes, prefiriendo residir en soledad.

Sona tiró del cuello de su uniforme, tanto por el calor extraño como por la sensación bochornosa de esta área.

Siguió el camino, a través de la espesa extensión de árboles que comenzaban a ceder el paso hacia una zona más montañosa. A medida que la tierra comenzó a cubrirse de roca más que de hierba, y las colinas se hicieron más empinadas, Sona vio un gran charco de agua humeante delante ya su izquierda.

Eso debe haber estado detrás del aire húmedo y pegajoso cuando el resto del bosque estaba generalmente fresco.

Sona se detuvo al escuchar un chapoteo a la distancia. Algo estaba en el agua.

Eso no la sorprendió, pero estaba preparada para defenderse si era necesario. Algunas de las criaturas que habitaban en el agua eran territoriales y, al igual que un dragón, no les gustaba que las molestaran.

El chapoteo vino de nuevo, esta vez seguido de una serie de otros más ligeros, sonaba como si algo estuviera nadando.

Su rastro conducía directamente más allá del manantial. Fuera lo que fuera lo que había allí, no sonaba como si fuera muy grande, así que Sona caminó hacia adelante, manteniendo los ojos bien abiertos y sus sentidos listos.

Cuando se acercó, pudo ver que el agua sería de un azul claro y cristalino, si no fuera por la neblina creada por lo que fuera que la estaba calentando. Volvieron a salpicar, y Sona se sorprendió al verlo… O más bien a ella.

"¡Millie!" Sona llamó, poniendo sus manos alrededor de su boca, esperando que llevara su voz.

El chapoteo se detuvo y la cabeza de una mujer joven apareció, mirando a su alrededor.

Con su cabello rubio arena flotando en el agua a su alrededor, Millie giró y giró hasta que vio al orador, sus ojos color granate se agrandaron al ver a quien veía.

La niña se deslizó por el agua con facilidad, las ondas azotaban detrás de ella. Cuando llegó a la orilla, Sona realmente no debería haber esperado nada menos.

Millie era su familiar. Un tipo de espíritu de agua dulce que estaba relacionado con las sirenas, A Melusine. Su mitad superior se parecía a una mujer humana, la mitad inferior era la de una serpiente mientras estaba en el agua.

Cuando Sona había ido al bosque en busca de un familiar, todavía idolatraba a su hermana. Si el título de su hermana a menudo estaba representado por una serpiente marina, ¿por qué no buscar algo de esa misma naturaleza?