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Había sido un viaje de  casi cinco horas, que para Namjoon, habías sido eternas, ya que las ansias de llegar a aquel lugar eran inimaginables, quería volver a pisar aquellos suelos en dónde había nacido y tuvo que dejar años atrás.

Su nueva empresa ya estaba en funcionamiento hacia ya un mes. Un mes en dónde el tuvo que dejar todo en orden en Japón para poder irse tranquilamente.

Su llegada fue tranquila, en su hogar ya estaba todo arreglado, solamente faltaba el, que al llegar y comprobar que todo esté correctamente (Tanto cómo a él le gusta) se ducho y se preparó para ir a la empresa, así sin más, sin descanso alguno. Debía controlar que todo esté funcionando a la perfección, tal como el lo ordeno, o habría problemas.

Namjoon fue criado por un padre estricto, perfeccionista y con un humor de perros, este fue el encargado de los aprendizajes del jóven, y por ello, Namjoon adquirió la personalidad de su padre, y eso era algo que detestaba, pero ya no podía hacer nada al respecto, o no sabía cómo.

Su Madre, en cambio, fue una mujer amorosa, trató de enseñarle a su hijo la simpatía, el cariño, la comprensión, en síntesis, todo lo que su padre no le brindaba, y si bien Namjoon aprendió varios cosas, lo sostiene más como teórico y no práctico, ya que nunca se enamoró de alguien, y es que su padre no se lo permitió tampoco, el decia..."El estudio y el trabajo es lo primero, para toda esa mierda del amor tendrás tiempo después, cuando seas grande en el comercio"...  Es por eso que para este chico, su única y primera prioridad era su trabajo, fue criado, o "mal" criado de esa forma.




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Yoongi y Jimin se conocieron en la secundaria, ambos chicos tuvieron ese "Click" al primer momento de verse, pero no sé darían cuenta si no hasta la universidad, cuando ambos empezaron a llamar la atención de todos a su alrededor y eso provocaba celos en ambos, y al mantener charlas profundas y concejos de sus amigos, decidieron dar un paso más, para experimentar más sobre aquello que sentían.

Al terminar la universidad, la pareja decidió abrir un café. Si bien ambos terminaron sus carreras correctamente, no querían sentirse presionados o prisioneros de un trabajo relacionado a sus estudios aún, corrían ese riesgo de que sus horarios no coincidieran y llegar a la cruda decisión de terminar, y esa no era una opción para ellos.

Ambos lucharon duro, pero su esfuerzo valió la pena, ambos estaban juntos, en todo momento, en el trabajo y en la casa, así se sentían plenamente felices hasta el momento.

Abrían la cafetería desde temprano y cerraban algo tarde, aquel lugar, su lugar, se llenaba de gente de inmediato y había trabajo sin fin, eso los mantenía a ambos muy felices. De vez en cuando, se lanzaban miradas a los lejos, o había uno que otro toqueteo en aquella cocina totalmente cerrada, y eso les divertía, tenías esa buena conexión desde que se conocieron, hace ya, cuatro años.

Tenían ya dos años de relación, y ese día, lo estaban festejando en su cafetería con sus clientes con promociones y ofertas a las parejas que vallan ese día a su negocio. Era un tumulto de gente, Jimin iba y venía con los pedidos lo más rápido que podía, mientras Yoongi preparaba las cosas lo más rápido y sin ningún error posible. Valla que necesitaban ayuda.

                     

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Siete de la tarde. Primer día de Namjoon en la empresa y ya despidió a diez personas, su pobre secretario entraba y salió con papeles firmados y sin firmar. Agradecía conocer a su jefe, pues, fueron amigos cuando esté vivía allí aún, y cuando se fue, mantuvieron contacto, aún así, era un dolor de cabeza para este humilde chico.

Llegando al límite de su pasiencia, entró por última vez a aquella oficina.

“Oiga, con todo respeto¿Puede parar? Nos quedaremos sin personal a este paso”

“¿Y? Solo debes contratar más, pero que sean eficientes, esas personas no valían la pena en este lugar, quiero gente que trabaje a la velocidad de la luz, no que jueguen con mi paciente”

El secretario bufó y se sentó en el sillón de aquel lugar  “Eres un dolor de cabeza, Kim Namjoon, regrésate a Japón”

“También te extrañe, Hobi, gracias por tan linda bienvenida” Expreso totalmente sarcástico

“Yo creo que  te encuentras estresado, saliste de un viaje de cinco horas y viniste de inmediato aquí, debes descansar, amigo”

“Hay mucho que hacer aquí, no puedo dejar pasar el tiempo como si nada, el trabajo es lo primero”

“Si, creeme, lo sé, pero descansar un día no te hará daño, llevas trabajando años, morirás joven a este paso, y yo no estoy como para funerales”

Fue una lucha larga, pero Hoseok, secretario y amigo...Único amigo de Namjoon, puedo convencerlo, y ahora este se encontraba caminando por las calles observando todo a su alrededor, en diez años todo cambio rotundamente, era totalmente sorprendente lo que los años le causaba a la vida misma.

Escucho voces intensificarse a medida que se acercaba a un conjunto de gente, el cual al principio no capturó su atención ya que no era de importancia para el, hasta que el dulce aroma de café y rosas parece abofetearlo y hacer que gire hasta el lugar. Sus pies parecían manejarse solos ya que sin darse cuenta, se encontraba adentrándose al lugar, observando con cautela todo, se sentó en un lugar vacío y espero ser atendido con la vista al celular. Trabajando.

El mesero a los cinco minutos se acerco a el con una libreta. El lugar era totalmente libre, hasta los empleados iban vestidos como querian, eso sorprendió a Namjoon. Lo observó de pies a cabeza detenidamente, y luego hecho su mirada a la caja registradora, dónde se encontraba otro chico, que podía notar perfectamente que era de la misma estatura del que tenía enfrente. Aquel al notar que lo estaba mirando, desvió la mirada apenado, puesto que lo había estado analizando desde la distancia. “Buenas tardes, soy Jimin,Mesero y encargado del lugar ¿Que desea pedir?”..Volvio a mirar a aquel chico con una ceja elevada y luego a su celular.. “Cappuccino helado” El pequeño lo miro ante su frialdad y asintió anotando en su libreta..“¿Desea acompañarlo con algo?”...“Dona de chocolate”..“De...Acuerdo, en diez minutos se lo traigo, gracias por elegirnos”..Sin más, aquel chico se fue, totalmente confundido ante la mala actitud de aquella persona.

Namjoon seguía con la vista al celular, estaba tan en su mundo que ni siquiera se dió cuenta que su pedido había llegado, y que el chico lo estaba mirando... “¿Se te perdió algo?”.. Elevó su ceja mirándolo ya...“No, solamente analizaba su expresión, adiós”..Dijo aquel chico y se alejo, el mayor pensó que aquello fue bastante raro, pero lo ignoró, tomo de su café y comió de su dona, y wow, era totalmente delicioso, no esperaba tanta calidad de aquel lugar, definitivamente las apariencias engañan, realmente debía felicitar al que hizo aquello.

Su personalidad era totalmente rara.

Luego de casi cuarenta minutos, terminó lo que pidió, vio que aquel mesero nalgón estaba llevando la cuenta a las mesas de cada uno al pedirlas, pero decidió ir hasta la mesada con el acosador,¿Por qué ese apodo de la nada? Pues, desde que el más alto llegó, es que atendía en la caja no le sacaba el ojo de encima, y lo noto en todo momento, pero cuando este se acerco, aquel se hizo en tonto y simuló hacer otras cosas... “Oye, tú, niño acosador”..“¿Disculpa?”..“Estas perdonado..Oye, ¿Quien hizo el café y la dona”..El chico frente a él lo miro algo confundido pero decidió contestar..“El café lo hice yo, y la dona lo hizo mi pareja”..El empresario asiente y paga..“Superaron mis espectativas, muy buenos en las cocinas ambos..¿A qué hora abren mañana?”..“ Seis y media de la mañana”..“Pues, nos vemos mañana entonces”..El mayor le guiña un ojo y se va del lugar, dejando al chico sorprendido y con un muy leve sonrojo.


𝑪𝒂𝒇é 𝒚 𝑹𝒐𝒔𝒂𝒔 Where stories live. Discover now