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Si bien dicen que las personas al formar parejas deben amarse y ser exclusivo el uno al otro, hay parejas que practican todo tipo de amores.

Existe,por ejemplo, las parejas swingers, que si bien, algunos no lo consideran un tipo de pareja, es una práctica bastante conocida por los jóvenes hoy en día. Así cómo también el amor poligamo, más conocido como el poliamor.
El poliamor no es un término nuevo, es algo que se practica desde hace muchos años. Aunque no muchas personas conocen el significado real. Se utiliza para definir cuando un grupo de personas mantienen una relación afectiva, íntima, emocional y sexual entre ellas. Lo realizan de forma duradera y simultánea.

Está de más aclarar que todo esté tipo de prácticas se lleva a cabo cuando las parejas llegan a un mutuo acuerdo.






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Nuestra pareja protagonista, eran parejas "normales" cómo mucho dicen, eran exclusivos entre ellos, su amor era mutuo y esa chispa aún seguía encendida a pesar de los años. En su cabeza no cabía la idea de amar a otra persona que no sean ellos dos, ese era su mundo, su vida, su todo.

Era una relación que cualquier persona quisiera tener, la relación perfecta, a pesar de ser novios, eran amigos, compañeros, la comunicación entre ambos era realmente magnífica, sus peleas eran por cosas de niños, nada que llegara al extremo de una gran discusión que juegue con las sentimientos de ambos.

Cuando Jimin le propuso a Yoongi la idea de abrir una cafetería, este dudo un tanto en aceptar. Habían muchas cafeterías en su zona, y bastantes buenas, el no se creía capaz de ser competencia para tan grandes negocios. En cambio, Jimin estaba seguro, el se había estudiado el cafe de cada una de las cafeterías, y ninguna era tan buena como la de su novio, y nadie podría superar su habilidad con las cositas dulces que creaba con sus manos sin problemas, el sabía que tenian todas las de ganar.
Y estuvo en lo correcto, aveces se arrepentía en no haber apostado al respecto con su pareja, hubiera ganado mucho y lo desaprovechó.

En el lugar donde se encontraba su cafetería, antes se situaba una hermosa florería, en la cual atendía una señora bastante mayor. Jimin solía ir a visitarla de vez en cuando y ayudarla en sus días libres, gracias a ella obtuvo un amor por las plantas increíble, sabía todos y cada uno de los significados de las flores, y por supuesto, su novio se las aprendió de tanto que les hablaba de ellas.

Una tarde, la pobre señora enfermó de gravedad, lamentablemente los años no vienen solos, y el ciclo de la vida debía cumplirse, en lo que dicta nuestra historia desde hace siglos y siglos. Aquella pobre anciana, antes de su partida, le cedió aquel local al pequeño Jimin, pidiéndole como único favor, que cuide de sus plantas, que no importará si las iba vendiendo a su paso, pero que las cuide tanto como ella lo hacía, para que sus platas no sientan su ausencia. Petición que Jimin accedió y hasta ahora seguía cumpliendo, cuidaba a esas platas a muerte, y las tenía siempre en vista en su cafetería, sentía así, que su vieja amiga estaba con el apoyándolo.

Vivían juntos y se veían todos los días, pero algunas veces las ganas ganaban, y hacerlo en su cocina y en la barra del lugar los prendía de inmediato, se sabían el horario de la gente de memoria, sabían en que tiempo no correrían peligro. Pero desde que aquel nuevo cliente piso su negocio, todo su horario dió un vuelco. Cuidaban mucho más en dónde y cuando lo hacían, ya que aquel señor los había visto, no en actos mayores, pero si con manos sobre dónde no se debía en ese horario del día, y no es que les molestará, ambos tenian ese toque morboso, pero, algo en el era diferente para ellos.

La pareja, en sus años de relación, tuvieron en total dos encuentros para un trío, todo por ver en una película sexual que aquello ayudaba más en la relación. Y si bien ellos estaban de maravilla, querían experimentar aquello. Su primer encuentro fue un desastre, era la primera vez en un trío para los tres; si alguien más estuviera viendo, estaban seguros de que diría que eran similares a hormigas retorciéndose por consumir veneno. La segunda vez fue peor, aquel tercero se corrió a los minutos al ver cómo la pareja se besaba y tocaba, los pequeños no habían empezado aún y aquel ya estaba en sus últimas. Aquello solo sirvió para tomarlo como momentos vergonzosos y de burla entre ambos.

No necesitaban más, solo ellos dos.











































































¿o no?

𝑪𝒂𝒇é 𝒚 𝑹𝒐𝒔𝒂𝒔 Where stories live. Discover now