Prohibido / Daddy (Gay) +18

4. Tacto

Cole pov.

Me siento, estoy mareado, hace unos minutos Adam se fue, estuve a punto de asaltar sus labios, todavía tengo la erección que se endurece cuando recuerdo la sensualidad de Adam. Me contuve, se me pasó por la cabeza todo lo que quiero hacerle y decidí evitarlo. Ahora estoy solo aquí y él solo en su habitación, lo deseo y él a mí. Si voy hacia él no habrá marcha atrás. Soy un cobarde porque me quedo sentado. 

Subo las escaleras, paso frente a la habitación de Adam siento un tirón, quiero entrar y hacerle saber a Adam cuánto lo deseo. 

No lo hago, voy a acostarme, Melanie está durmiendo y ni se mosquea cuando me meto a la cama. No me duermo rápido, los pensamientos me abruman y la indecisión me atormenta. 

Pienso en Adam, no quiero que sufra por mi culpa, su cara cuando lo rechacé me destrozó.

Adam pov

Me cuesta salir de la habitación, la vergüenza me supera, es al mediodía que me atrevo a bajar y es solo porque el estómago me hace ruido, no dormí bien, creo que lloré un poco, me siento tan miserable y estupido. Primero voy al baño, hago mis necesidades y tomo una ducha.

Ya en la cocina veo a mamá, Cricket está a su lado comiendo una manzana cortada que Cole acaba de cortar, mí padrastro me mira.

—Adam, tan tarde te dormiste, entiendo que es tu cumpleaños pero es pasado el mediodía —dice mamá al verme.

—Creo que tomé mucho —miento, me lleno un vaso con agua y tomo.

Mamá me entrega un papel.

—Estoy haciendo jambalaya, pero me faltan estos ingredientes, ¿puedes ir a comprarlos? —pregunta.

Tomo la nota, tiene escrito varias palabras.

—Si, mamá —digo.

Cole se acerca.
—Yo te acompaño.

Sacudo las manos.
—No, gracias, voy rápido

Mamá frunce el ceño.
—No seas descortés, hijo.

Ruedo los ojos, como un bocadillo.
—Bien —digo después de tragar.

—Vamos —dice Cole.

Caminamos hasta el garage, Cole conduce y yo subo al asiento de copiloto, salimos de casa y en el camino hay una tensión en el coche y quiero saltar de este. No decimos nada hasta que estacionamos en la calle frente al supermercado.

Cole suspira.
—Lamento si no querías venir conmigo.

—Es que esto es incómodo.

—Si, lo es, pero me gustaría que hablemos tranquilos.

—No tengo ganas de hablar... Creo que dije demás anoche.

—Por favor, Adam.

Me bajo, ignorando a Cole, que viene detrás mio mientras ingreso al supermercado.

Busco apurado los productos, a todo esto Cole tiene la cara roja y me freno.

—Lo siento, es verdad deberíamos hablar.

Él sonríe al escucharme, es bellísimo.

—Creo que ya está todo...

Hacemos fila para pagar, después de abonar el dinero, salimos hacia el coche con unas bolsas que guardamos en los asientos traseros del carro.

Una vez que estamos adentro del automóvil, Cole pone su mano sobre mi rodilla.
—Adam, mírame, está todo bien.

—No, no lo está. Acepte hablar, pero soy un idiota, no debí haberme dejado llevar así.