Prohibido / Daddy (Gay) +18

5. Castigo

Adam pov
Abro la ventana de la habitación, tengo calor y agradezco el aire fresco que entra. Me siento un idiota, arruiné todo con Cole. Me saque toda la ropa menos los boxers. Me caen algunas lágrimas. El rechazo duele, incluso aunque hoy haya sido un buen día, sigo pensando en cómo metí tanto la pata. Sentado sobre la cama escucho que se abre la puerta, giro la cabeza y lo veo.

—Adam —la voz de Cole me sorprende. El pasa por el umbral, cierra la puerta y coloca la traba.

—¿Qué haces aquí? —pregunto mientras seco las lágrimas con un dedo.
El tira algo sobre la cama, es una libreta. Mis anotaciones, mis fantasías con él.

Se me sube el calor al rostro.
—¿De dónde lo sacaste? Esto es privado.

Lo sigo con la mirada, se aproxima y en un pestañeo está a mi lado, la cama se hunde cuando se sienta.
—Lo encontré detrás del mueble, estaba limpiando.

—Supongo que lo leíste —digo.

—Si, muy interesante la trama —murmura.

—Nunca pensé que llegaría a tus manos.

—Imagínate mi sorpresa, nunca pensé que te sentías así sobre mí, he estado muy impaciente desde que lo leí.

—Ah sí, ¿Por qué?

Coloca su mano sobre mi rodilla, se me acelera el pulso. La poca luz que llega de la luna resalta sus ojos grises, ilumina mi piel desnuda.
—Porque tengo ganas de hacerte lo que está escrito ahí —confiesa.

Estoy bloqueado, quiero tocarlo, sin embargo no sé si es real, temo que desaparezca en el momento en que le ponga un dedo encima. Siento su caricia y todo mi cuerpo reacciona.

—¿Quieres seguir con esto? —pregunta Cole.

—Si, si quiero —digo sin duda alguna, mojando mis labios.

Asiente, me agarra el rostro y funde sus labios contra los míos. Yo coloco las manos sobre su cuello y me estrello más contra él. Mis sentidos explotan al sentirlo así de cerca. Su lengua explora mi boca, mi lengua lucha contra la opuesta por el dominio. Me muerde el labio. Suelto un gemido contra su boca.

—Gime para mí —ordena Cole, agarrando mi barbilla.

Y lo hago, suelto un quejido sonoro. Su sonrisa de satisfacción me pone feliz y vuelvo a gemir, esta vez más cerca de su oído. Choco mi boca con la suya, quiero más, lo beso con lujuria, los ruidos que se producen me ponen más dura la polla y pongo mi mano sobre la entrepierna de Cole, está tan duro y froto sobre la tela sacando un gemido de él.
Lo ayudo a sacarse la camisa, dejando al descubierto su torso fornido y cubierto por una capa de vello. Deposito besos desde su cuello hasta su pectoral y aprovecho a cubrir con mi boca su pezón, succiono y lo muerdo mientras que con una mano le doy atención al otro. Por cómo se escucha que lo está disfrutando, me agarra la cabeza y presiona contra su pecho.
Creo que si me tocará un poco ahora me correría tan fácil, estoy tan extasiado. Las fantasías que tuve durante tanto tiempo no se acercaban para nada a esto y siento que recién empezamos. La sensación de su tacto me altera por completo.
Abro su cremallera, bufo cuando se me dificulta, él ríe y me toma el rostro entre sus manos ásperas.

—¿Estás ansioso? No hay apuro —me dice con suavidad.

—Tengo miedo de que desaparezcas.

—Eso no va a pasar —asegura, besando mí frente—. Recién empiezo contigo.

Mi piel se eriza, Cole se quita el pantalón, su erección se marca en el slip tan apretado que lleva puesto, noto húmedo dónde termina su polla por el líquido preseminal. Se lo quita mientras yo me deshago de los boxers. Su miembro es largo y grueso, está circuncidado y muy duro.
Lo agarro con una mano, masajeo su glande, está caliente.