6. Besos

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Adam pov.
Me despierto animado, salgo de la cama y veo mis boxers tirados en un extremo de la habitación, muerdo mis labios cuando me vienen ráfagas de lo que pasó anoche. No era un sueño.
Me visto y voy al baño a ducharme, por suerte nadie lo está ocupando, me saco la ropa y me noto en el espejo, tengo un poco de ojeras, pero valieron la pena.
Me ducho con tranquilidad, al bajar al comedor veo a mi familia ya reunida.
—Por fin despiertas, nos vamos a la playa.
—¿Ya?
—Si, prepárate.

Veo a Cole haciendo unos sanguches, me saluda con una mano, se me eriza la piel al sentirlo. Tengo tantas ganas de repetir lo de anoche. Le doy una sonrisa pícara.
Es hora de estrenar el auto, tomé clases de conducción y obtuve mi licencia hace unos meses. Tengo que poner en práctica, aunque Sasha me prestaba su coche a veces, principalmente cuando estaba muy alcoholizada para manejarlo.
Me acompañan la abuela, Cricket y Martha.
Cole y mamá van con Andy y Emily.

Mí abuela acaricia mí cabello.
—Te ves contento —dice.

—Si, tienes un brillo en los ojos —acota Carmen.

—Adam feliz... —murmura Cricket.

—Gracias... Estoy bien —digo, acelerando el coche

Tengo un pequeño dolor en mí trasero, lo que me hace pensar en Cole y lo bien que la pasamos, mí miembro empieza a molestar en mis pantalones cortos. Me pongo a pensar en otra cosa. No quiero que nos choquemos por andar pensando en Cole.

Cuando llegamos, estaciono el auto, al salir de este siento las piernas acalambradas.
Caminamos unos metros hasta la playa, colocamos las sombrillas, no había mucha gente. Me quito la camisa y sin esperar mucho, me acerco al agua, Emily y Andy vienen detrás de mí. Ella tiene un bikini y el pelo atado. La temperatura del agua está perfecta y me meto de a poco.
Andy me reta a una competencia, quien llega primero a la boya que se encuentra más adentro de la playa, se gana 100 dólares del perdedor.

Accedo, Emily hace la cuenta regresiva y al terminar, salimos nadando con rapidez, Andy es veloz, pero yo también y gano con una gran ventaja.

Andy me maldice, pero al salir del agua y mientras me estoy secando me trae a regañadientes el dinero, me río.

Me doy cuenta de que Cole no está.
—¿Y Cole? —pregunto, mientras me pongo mi camisa.

—Fue a buscar algo al auto.

—Voy a ayudarlo.

—Gracias, hijo.

Encuentro a Cole, está de espaldas, solo lleva pantalones cortos dejando su torso al desnudo, el busca algo en la baulera del coche, me acerco sin hacer ruido y lo rodeo con mis brazos y hago presión contra su cuerpo, beso su nuca, él se tensa.
—Que... —se gira—. Adam.

—¿Qué haces?

—Vine a buscar el almuerzo, pero creo que olvidé guardarlo —cuenta.

—No te preocupes, podemos comprar algo —digo.

—Si...eso ahora puede esperar —murmura, me agarra por la cintura atrayendo mi cuerpo al suyo, siento su erección contra mi—. Vienes y me provocas así, yo tengo que responder —dice.

—¿Qué me vas a hacer?

—Sígueme.

Cole suelta mi cadera, pero me toma la mano, caminamos hacía un lugar lleno de maleza, no se ve nadie en el perímetro. Cole me empuja contra una pared, abre los botones de mi camisa con sus manos, al quedar expuesto mi pecho, el muerde uno de mis pezones, succiona con necesidad, disfruto su atención mientras mis manos recorren su espalda musculosa, presiono las uñas contra su piel. El baja y abre los shorts, libera mí erección y se pierde entre sus labios, su boca se siente tan caliente y me arqueo. Cole recorre con su lengua mi miembro duro, lamiendo desde la punta hasta el inicio.

Se endereza y me besa, haciendo que se me pongan de punta los pies. Sus manos aprietan mi trasero. La  idea de que nos descubran agrega adrenalina al momento.

—Tenemos que volver —recuerdo, pero le desabrocho el short y envuelvo su polla con mi mano, veo su glande húmedo.

—Entonces hagamos esto rápido —gime.

Deja caer su frente contra la mía, mientras estimula mi falo y yo el suyo. Su cara colorada y con perlas de sudor me incrementa la excitación. Cole suelta unos sonidos guturales que me vuelven loco. Me da besos, nuestras lenguas danzan.

—Adam, ya casi —dice, yo aumento la velocidad—. Estás tan duro —su voz ronca envía una señal, se calienta mi cuerpo y llega el orgasmo.

Suelto un gemido y me pego a él, jadeando.
Mi mano está llena de líquido viscoso, la suya se encuentra igual.
—Qué desastre.

Vamos al baño, por suerte no hay nadie. Me lavo bien, mientras miro a Cole de costado.
—Lo que hicimos, me encanta.

Él me sonríe.
—Se nota —murmura, se acerca y me da un beso goloso.

Al salir del lavabo, nos dirigimos a un local de comida, compramos sándwiches y refresco.
—¿Qué pasa con mí mamá?

—¿Con que?

—¿Por qué ya no la quieres?

—Si la quiero, pero no románticamente.

—¿Qué pasó? Eran felices.

—Adam, no todo es lo que parece. Yo empecé a salir con tu madre por insistencia de mí padre, dijo que era un buen partido y yo seguía como ciego sus órdenes, es triste si, querer cumplir expectativas de otros... Eso ya no quiero hacerlo.
»Y en medio de toda esa crisis encontré tu cuaderno, fue nuevo para mi y me hizo dar cuenta de todos los signos que me dabas con tus actitudes.

—Y yo soy bastante obvio.

—Bueno, nunca se me pasó por la cabeza que mi hijastro estuviera enamorado de mi.

—Tendría que sentirme mal por esto que hacemos...

—Pero no lo sientes —dice.

—No.

La conversación se queda ahí, ya estamos llegando con la familia.

Mamá se baja los lentes al vernos.
—¿Por qué tardaron tanto? —pregunta, extrañada.

Cole se encoge de hombros.
—Es culpa mía —dice mi padrastro—. Olvide guardar la comida.

—Tuvimos que ir a comprar.

—Oh, bueno, ¿Que han traído? ¡Muero de hambre! —dice mamá mirando dentro de una de las bolsas.

—¡Por fin! —dice Andy.

Disfruto del sándwich en silencio, es de pollo. Al terminar de comer, me recuesto y por un momento creo que es extraño el repentino cansancio que me agarra pero recuerdo la ayudita que me dió Cole y cobra sentido. Por curiosidad miro a mí padrastro una vez más antes de descansar un rato.
Sus ojos grises están puestos sobre mí, no puedo evitar que mi cara se ponga roja, en sus orbes veo una intensidad que me eriza la piel. Cole levanta las cejas y una sonrisa genuina se me escapa.
Cierro los ojos.

Soy despertado por un llanto, abro los ojos y veo a Cricket llorando, Carmen y la abuela tratan de calmarla, les pregunto qué le pasa, Carmen dice que se ha despertado y tuvo una pesadilla.
Mamá ni se ha enterado del lío, ella tiene un libro en la cara.
De Andy y Emily no hay rastro.

Diviso a Cole en el agua, está nadando y después de quitarme la camisa corro hasta el agua, lo alcanzo, nado a su alrededor, él me sonríe.

Me dedico a disfrutar la calidez del agua a su lado, por momentos rozamos nuestras manos. Quiero besarlo, pero no puedo, no aquí, pero a él no parece importarle porque atrapa mis labios contra los suyos sin pudor.

Prohibido / Daddy (Gay) +18Where stories live. Discover now