Prohibido / Daddy (Gay) +18

11. Golpe de realidad.

El agua sigue cayendo sobre nosotros.

―¿Me dejas enjabonar tu espalda? ―pregunta cariñoso Cole.

―Mm, bueno ―contesto algo nervioso y sonrojado. Me giro dándole la espalda.

En poco tiempo siento el frío jabón impactar contra mi piel haciendo que dé un pequeño e involuntario salto. Se desliza hacia arriba y abajo, desde mi nuca hasta los comienzos de mis nalgas, Cole lo repite varias veces hasta que escucho el jabón golpear contra en suelo mojado.

―¿Todo bien? ―me giro mirando a un Cole perdido como pensativo.

―Quiero... ―dice y toma aire.

Lo miro desconcertado, esta colorado.
―¿Qué quieres?

―Quiero...hacerte el amor...aquí mismo ―confiesa mientras lleva una mano a un mechón de cabello que tapa uno de mis ojos y lo acomoda.

―¿Aquí? ―los nervios se hacen notar en mi voz cuando esta se oye algo entrecortada.

―Sí. Quiero que hoy seas mio ―declara tomando mi cintura entre sus grandes manos.

Me acerca a él, logrando que estemos muy juntos. Nuestros cuerpos queman, comienza a besar mi cuello, haciendo erizar mi piel al sentir su barba.

Gimo sin poder retener.

―Hijo, ¿estás bien?-escucho la voz de mamá detrás de la puerta―Justo pasaba por aquí y te escuche.

―Si mamá, es solo que esta muy ―Cole muerde de manera leve el lóbulo de mi oreja―ahh...muy caliente

―Ohh, ¿quieres que te traiga alguna crema?-pregunta preocupada.

―¡No! Ya terminé ―aviso alejando a Cole quien hace un puchero―Nos vemos luego ―le susurro de manera sensual a Cole. Asiente cruzando sus brazos y yo salgo, no antes de tomar la toalla que estaba tirada en el suelo colocandola en mi cintura y poniendo las prendas en el cesto de ropa sucia.

***

―Lucky, ¿estás ahí? ―llamo tratando de hacer silencio al estar en el living. Lo escucho ladrar detrás mio, me giro intentando alcanzarlo, pero comienza a correr, lo persigo a paso rápido y acelero a notar que no lo alcanzo, me golpeo con varios artefactos. Lucky se escabulle por una puerta entreabierta.

Ay no, ¡Es la habitación de mamá!
Ingreso y al hacerlo tomo a Lucky, quien ladra y lame mi cara petrificada por la escena que estoy presenciando. Mama sobre Cole y aunque las luces están apagadas puedo ver perfecto.

―¡Adam! ¿qué haces aquí? ―pregunta, exaltada mamá tapándose.

―Lo siento, Lucky, el corrió y quise atraparlo ―trato de explicar, pero me cuesta. Observo a Cole tiene la mirada pérdida, se ve afligido. Pero bien que hace unos segundos estaba disfrutando―Me largo, sigan con lo que estaban haciendo ―sonrío saliendo con Lucky en mis brazos, me oculto detrás de la puerta y escucho lo que dicen.

―Hablaré con él ―escucho a Cole decirle a Mamá.

―Ay, sigamos, no pasa nada ―pide.

Comienzo a correr hacía mi habitación.

―¡Adam! ―Cole viene corriendo detrás mio con unos pantalones cortos―Espera, puedo explicarlo ―baja su tono de voz.

―Hay que parar con esto, Cole, no nos hace bien, me destruye ―musito al frenar conteniendo las lágrimas dándole la espalda.

―Lo lamento ―lo oigo más cerca.

―No tienes nada que lamentar, esto fue un error ―doy un giro, me paro en puntas de pie acercándome a su mejilla izquierda para plantar un beso―Vuelve con ella, te está esperando ―susurro en su oreja mientras algunas lágrimas caen sin poder evitarlo.

Me mira confundido y trata de tocarme pero me alejo abrazando fuerte Lucky. Por suerte Cole no me sigue.

―Vamos a dormir ―le digo al cachorro y mueve su cola. Cierro la puerta y apago la luz, me acuesto y envolviendo mi cuerpo con las frazadas.

Siento como Lucky se relaja rápido durmiéndose.
Suspiro e intento dormir con una sensación de vacío en mi interior.

***

Bajo las escaleras restregando mis ojos con la remera mangas largas azulada.

―Hola ―saludo con energía a los presentes que se encuentran desayunando.

―Adam, ¿dormiste bien, hijo?―mamá solo lleva una camiseta larga que le llega casi hasta las rodillas color gris, intuyo que es de Cole.

―Oh, jamás dormí tan bien ―espeto.

Cole me mira extrañado, no suelo hablarle de esa manera a ella.

Hoy también se ve tan sexy como siempre tiene una musculosa blanca, unos jogging grises con franjas blancas. Lo nuevo son unas ojeras que adornan sus ojos.

―Fíjate en como me hablas, muchacho ―reprende levantando la voz y asiento―Sentimos que hayas visto eso ―confiesa.

―No importa, eso es lo que hacen las personas cuando son pareja ―digo tranquilo.

Ella tuerce los labios.
―Eh, si ―toma de su taza, nerviosa.

―En fin, esperamos que nos perdones por lo que viste ―finaliza Cole, cansado.

―Ya no me importa, no es la gran cosa ―tomo un vaso de plástico y vierto yogur en el―Por cierto, ¿de casualidad no vieron a Lucky? ―pregunto preocupado.

―Yo los dejo, el trabajo me llama ―Mamá besa mi frente y luego besa a Cole, en los labios. Aguanto no hacer una cara de molestia. Se va hacía su cuarto, a cambiarse seguro.

―Aquí está ―Cole indica su regazo donde está Lucky y parece estar durmiendo plácidamente. Quisiera estar en su lugar, reprendo mi pensamiento.

―Oh ¿cuándo llegó ahí? ―dejo el vaso y me acercó, paso mi mano por el pelaje de Lucky, acariciándolo, el cachorro me mira y jadea―¿Quién es el perrito más hermoso? ¿Quién?―ladra―Tú ―trato de agarrarlo pero se escapa con rapidez y mis manos van a parar al miembro de Cole―Ay...lo siento ―me disculpo sintiendo un calor acumularse en mis mejillas.

―Disculpa aceptada, pero creo que es tiempo de que retires tus delicadas manos de ahí o prefieres no hacerlo y seguir tocando ―indica sonriendo

Niego.
―No ―retiro mis manos de ahí. Oigo a Cole soltar una risita.

―¿Te llevo a cla ―quiere preguntar, pero le corto.

―No, iré sólo ―me cruzo de brazos e intento hacer cara de malo.

―Como quieras ―tira una manzana hacia arriba y la atrapa, le da un mordisco. Dios, que sexy.

―Cole ―aparta la manzana y así su atención se centra en mi―No creo que debamos continuar con lo que tenemos ―interrogo moviendo mis manos.

―¿Y qué es lo que tienen? Si puedo saber ―mamá ingresa al lugar con un peine mientras cepilla su cabello.

―Eh, mamá, tenemos... ―rasco mi nuca con muchos nervios y miro a Cole.

―Tenemos un proyecto para una clase de Adam ―justifica Cole y le agradezco por dentro.

―¿Y cuándo pensaban contarme?

―Cuando lo terminemos ―miento, odio que me salga tan natural.

―Esta bien, espero me sorprendan ―dice mientras se aleja.

―No me gusta mentirle a mi madre ―agacho mi cabeza, triste.

―A mi tampoco, pero si no vamos a seguir con esto ya no tendremos que hacerlo ―habla con un tono tranquilo y se pone de pie. Me acerco a él y lo abrazo fuerte―Adam, yo te quiero de verdad ―confiesa y lo miro algo avergonzado―Mucho ―susurra sonriendo―Lamento no ser la persona perfecta o indicada para ti, lamento haberte metido en esto ―confiesa, apenado.

―Ya es algo tarde para arrepentirnos, aunque esto me duele vamos a tener que seguir mintiendo, no puedo simplemente alejarme de ti ―declaro y Cole se inclina un poco sobre mí y me planta un beso suave en la comisura de mis labios. Un beso tierno y delicado, pero sabe agridulce al separarnos.