Capítulo 39

450K 35K 14.9K
                                    



No puedo dejar de avanzar. La sangre corre por mi nariz, pero ya no trato de limpiarla. El dolor sordo en la parte posterior de mi cabeza apenas me deja pensar con claridad. Mi vista se ha nublado por completo, y lo único que soy capaz de distinguir son siluetas inconexas y sin sentido.

He olvidado a dónde tenía que ir, pero no he dejado de moverme. Soy vagamente consciente de la figura que se ha detenido frente a mí. Sé que está hablándome, pero no soy capaz de conectar las palabras con su significado. Se siente como si pronunciara palabras en una lengua completamente desconocida para mí.

Tiran de mi brazo tembloroso y camino en dirección a donde soy guiada. De pronto, me encuentro sentada en el cuero del asiento de un coche, pero no sé cómo llegué hasta aquí. El universo entero se mueve debajo de mis pies, pero no tengo miedo. Esto es familiar. Lo he hecho antes...

Camino de nuevo. Esta vez, lo hago por un pasillo ancho de color blanco. De pronto, estoy recostada, pero no dejo de avanzar. Las luces parpadeantes en el techo hacen que me duela la cabeza, pero no me detengo. No me detengo porque no me muevo por voluntad propia.

Me encuentro rodeada de personas. Alguien pincha mi antebrazo y gimo de dolor, unas manos me giran sobre mi costado y alguien más me obliga a abrazar mis rodillas contra mi pecho. Entonces, el dolor estalla en mi columna vertebral.

Grito, pero a nadie le importa. Lloro, pero nadie parece notarlo. Susurro un nombre una y otra vez, pero ni siquiera yo misma soy capaz de reconocer a quién llamo a lloriqueos.

Entonces, otro piquete viene y mi boca y mi nariz son cubiertas por un objeto plástico. Lucho para liberarme, pero me sostienen con firmeza mientras la ropa es arrancada de mi cuerpo y es sustituida por una sábana delgada y fría.

Otro pequeño estallido de dolor, seguido por una punzada de ardor y escozor, invade mi antebrazo y, entonces, no soy dueña de mí.

No soy capaz de moverme. No soy capaz de hacer nada que no sea mirar las figuras difusas, y escuchar los sonidos distorsionados. Mi vista se oscurece por los bordes y sé que voy a desfallecer. No estoy segura si voy a hacerlo por el dolor o por alguno de esos piquetes que he recibido, pero no tengo fuerza suficiente para pensar en ello ahora mismo, así que me dejo ir.

 No estoy segura si voy a hacerlo por el dolor o por alguno de esos piquetes que he recibido, pero no tengo fuerza suficiente para pensar en ello ahora mismo, así que me dejo ir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La estancia está a oscuras en el instante en el que mis necesidades primarias me obligan a abrir los ojos.

Me toma unos segundos acostumbrarme a la poca iluminación, y cuando lo hago, lo primero que noto es cuán desconocido me es este lugar. Los zumbidos bajos son familiares, pero me toma más de lo que espero descubrir que estoy dentro de la habitación de un hospital.

Entonces, una sucesión de recuerdos invade mi cabeza.

Seguí a Harry hasta esa bodega en el muelle. Lo vi golpear la mierda fuera de Tyler para después observar cómo lo bañaba en gasolina. Vi la expresión inhumana en su rostro y la frialdad y la crueldad tallada en sus facciones...

BESTIA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora