Las Aventuras Del Nuevo Equipo 7 💎
Boruto, Mitsuki y Sarada tienen 16 años ya. Vivieron múltiples aventuras, pero la más peligrosa de todas es la que vivirán cuando se vean forzados a viajar a la Konoha del pasado cuando el antigüo equipo 7 tenía...
Boruto estaba en medio de un bosque donde nada se movía, ni el viento, ni las hojas de los árboles ni los pájaros que se habían quedado a medio camino.
Los colores estaban en la gama del azúl y verde. Apenas podía respirar, él mismo no podía moverse estaba en el suelo intentando respirar bocanadas de aire con gran desesperación.
¿Dónde estoy? ¿Qué es éste lugar?
Poco a poco la desesperación iba ganando terreno, debido a la falta de oxígeno. Pero allí fue corporizándose una oscura criatura hecha de niebla espesa, cuyos ojos azules brillosos lo traspasaban.
Despidete de él, no seguirás llevandolo dentro tuyo muchacho. Él se quedará conmigo aquí.
Al segundo siguiente, Boruto sintió cómo iba arrancandole de sus propias entrañas a Momoshiki, quien nada podía hacer para evitar quedar atrapado en el interior de los muros de aquel espeluzmante laberinto.
Pero Boruto había pasado por muchas experiencias ya, tantas cosas experimentó con los Ootsutsukis logrando vencer como para que ahora una ilusión le quite a su gran amigo.
No dejaré que lo aprisiones maldita sea. Él es mi amigo y seguirá a mi lado.
Ni siquiera puedes moverte Boruto ¿cómo evitarás perderlo? Eres un ingenuo muchacho, aquí todo tiene un precio y el tuyo es Momoshiki.
¡Jamás! ¡Momoshiki! ¡Quedate conmigo!
Boruto sentía intensos dolores pero su poder empezaba a repeleer el ataque de ese espiritu demoniaco. Momoshiki despertó primero de aquel genjutsu para percatarse de la verdad.
Todos habían caído en una trampa y ahora Sasuke, Naruto y Mitsuki se encontraban en el interior de unos cristales que levitaban en el aire.
Por más que lo intentaban les era imposible romperlos desde adentro. Solo por fuera lograrían desintegrarlos. Pero Boruto yacía inconciente en el suelo envuelto en una especie de niebla azúl verdosa.
Estaba encerrado en una especie de prisión mental debido al poderoso genjutsu del cual le sería practicamente imposible salir por si mismo.
La puerta de salida se encontraba a tan solo unos pasos de distancia de ellos. Casi lo habían logrado. Mitsuki golpeaba el vidrio con ambos puños desesperandose, mientras gritaba a Boruto para que despierte.
Pero nada conseguiría, ya que aquel genjutsu había sido creado por el laberinto mismo exclusivamente para Boruto.
Momoshiki sabía que si Boruto lograba despertar, los cristales que aprisionaban a sus amigos serían destruídos al instante. Por lo tanto el único que podía salvar a Boruto y a los demás era el mismo Momoshiki.
Boruto ¿desde cuándo permites que alguien fuera de mí, te controle así? Despierta amigo, nada de lo que estás viendo y experimentando es real. Absolutamente nada. Vamos Boruto abre los ojos.
Boruto podía sentir a lo lejos el chakra de Momoshiki, sentía que le hablaba pero no entendía lo que le decía.
Momoshiki ¿dónde estás amigo? ¡Momoshiki!
Boruto, aquí estoy. Nunca me fuí de tu lado.
Todo el lugar se desvaneció al instante comenzando con el espiritu hecho de niebla azúl verdosa. El rubio pudo sentir a Momoshiki en su interior una vez más.
¿Momoshiki?
El mismo, despierta amigo.
¿Qué fue todo eso?
Un genjutsu ¿qué más podría haber sido?
¿Y quién me despertó?
Fuí yo, ya que los demás no pueden hacerlo.
¿Qué? ¿Cómo es eso? ¿Por qué no pueden? ¿Qué les sucedió?
Tranquilo, estarán bien en cuanto despiertes en verdad.
Boruto abrió los ojos encontrandose en el laberinto otra vez, la niebla se desvaneció como así también los cistales que tenían aprisionados a los demás.
El rubio fue normalizando su respiración al tiempo que se incorporaba.
—¡Boruto! — gritaron a coro Mitsuki y Naruto acercandose al rubio para ayudarlo a colocarse de pie.
— Papá, Mitsuki, maestro ¿qué sucedió? — Boruto seguía confundido — De solo estar te desplomaste hijo
— E inmediatamente nos aprisionaron unos extraños cristales — prosiguió Mitsuki — Y una extraña niebla azul verdosa te fue emvolviendo.
—Ya veo — murmuró Boruto mientras Sasuke veía cómo la imágen del muro de espejo que tenían enfrente se desvanecía, agrietándose el muro en sí.
La puerta de salida se abría frente de ellos en esos momentos. Habían llegado al final del laberinto. Pero Boruto seguía temblando.
¿Quieres que tome el control por tí?
No Momoshiki, gracias amigo. Solo quiero que no me dejes jamás ¿podrías cumplir mi deseo?
Por supuesto amigo, creo que ya había quedado claro ese tema en el pasado.
Gracias Momoshiki, muchas gracias.
Boruto respiró aliviado unos instantes. Luego tomó valor y junto a su mejor amigo, su papá y su maestro avanzó hasta salir del laberinto de espejos cuya puerta se cerró detrás de ellos. Estaban del otro lado al fin.
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