Q U I N C E

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015 ( "Acércate más" )

─Te dije que no necesito a nadie

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─Te dije que no necesito a nadie.

─Y yo te dije que aún así te voy a ayudar ─le respondió él acariciando la cabeza de su ikran─. Míralo como algo de ayuda extra por haber ayudado a encontrar a Lo'ak.

Luna'pey frunció un poco más el ceño que antes. Desvío un poco su mirada sin poder creer las palabras del na'vi.

─¿Lo haces solo para devolver el favor? Porque si es así, no me debes nada, ni tampoco a Kitay.

─Lo hago porque son tus hermanos. Son niños, y Tul'yvie me agrada ─dejó de acariciar a la bestia y dió un paso cerca de la muchacha─. Pero si no quieres que esté cerca de tí, solo dímelo y lo entenderé.

Un silencio se arrimó entre ellos por varios segundos.

Ambos inclinaron sus orejas un poco hacia atrás por diferentes razones; Luna'pey no sabía qué decir y los nervios habían comenzado a carcomer su sistema, mientras que Neteyam solo hizo ese gesto porque aquella falta de palabras por parte de la muchacha le estaba haciendo doler el nudo que apareció en su garganta.

─Entiendo... ─dijo, asintiendo con su cabeza pesadamente.

La miró con tristeza y dió media vuelta con la intención de montarse en su ikran.

Un pequeño tic nervioso apareció en el brazo de Luna'pey, siempre pasaba cuando su cuerpo rebosaba de aquella sensación que ponía en alerta a todo su cuerpo. Dió un paso al frente para tratar de detenerlo. No quería que se fuera, pero por otro lado tenía el problema de no poder estar en su presencia sin que él nublara su pensar y sentir. Cuando él estaba junto a ella, era como si ella se perdiera en una ventisca que no la dejaba ver nada a su alrededor, y sentía terror a quedarse atrapada en ese lugar, le daba un frío que jamás había sentido al saber que estaba expuesta y vulnerable. Y el único que tenía el poder y ayudarla a salir o dejarla congelarse en esa ventisca, era él.

Él tenía ese poder en ella. Jamás lo había sentido, por lo que le daba terror la novedad.

No obstante, antes de que él diera un salto y se sentara en el lomo de aquella criatura alada, Luna le tomó la mano.

─No te vayas ─le pidió apenas, su voz en un susurro que casi era callado por la respiración de la criatura frente a ambos, pero Neteyam fue capaz de escucharla a la perfección─. Por favor. Lo siento.

Luna'pey apretó un poco su mano con necesidad, y él se dió la vuelta para mirarla. La peliblanca aguantó su respiración al notar los ojos de él conectar con los suyos, la sensación de que Neteyam era capaz de leerla a profundidad era indescriptible, porque hasta ahora jamás había conocido en persona a alguien que podía hacer lo mismo que ella.

─Sé que te sientes incómoda cuando estamos los dos juntos, lo que menos quiero es hacerte sentir mal, Lu ─enrolló uno de sus rizos blancos en su dedo índice, con suavidad.

DIASPORA (neteyam sully) BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora