seis.

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Quinto año.

Lean y Liz seguían sentandose juntos pero inevitablemente ahora se distraían, intentaban hacer de todo para seguir su competencia de mejor promedio, más a ese punto.

- Bueno chicos -se escucho la voz de Camila logrando que todos levanten la mirada-

Habían pasado a cierta gente del otro curso a el de ellos, incluida Camila, la cual decidió ser delegada junto a Licha aunque claro, el era el titular pero ella hablaba siempre.

- Vamos a decidir las camperas ahora -dijo Licha interrumpiendola cuando ella iba a hablar-

- No es muy pronto? Empezamos hace un mes recién -se escucho a Mia, la mejor amiga de Camila-

- No creo -hablo Liz sin levantarla la mirada, estaba haciendo un trabajo- La verdad que vamos a estar discutiendo un tiempo largo y lo mejor es hacerlo ahora -.

- Si, estoy de acuerdo -hablo Lean logrando que Licha y Cuti junto a sus compañeros hombres se empiecen a reír-

- Paraaaa, gobernado -Cuti le dió un golpecito en la nuca riéndose-

Liz levantó los ojos de su hoja cuando sintió una mirada encima de ella, se cruzó con los ojos de Camila que la miraban a ella como si la fuesen a matar.

- Bueno, cállense y empecemos -.

Lean levantó uno de sus brazos para golpear a Cuti y Liz volvió a mirar a Camila, la cual ahora, tenía su mirada fija en el brazo de Leandro, se había tapado el tatuaje.

El resto de la charla fue tranquila, aunque Camila no dejaba hablar a Liz y cada opinión que ella tenía, la discutía.

- Re insoportable tu ex -fue lo primero que dijo Liz apenas salieron al recreo-

- Está enojada por lo de el tatuaje seguro -.

Liz miro en el brazo de Lean y sonrió, lo acaricio de manera suave y luego le dió a el un beso en la mejilla

Se lo había tapado con una flor de loto, en representación de Liz, literalmente el que nunca aprende pero bueno, a ella le parecía un detalle lindo.

– Que hacemos hoy? –le pregunto Lean acariciando la mejilla de Liz–

– Sabes que no puedo salir ya –.

Liz aún seguía pasando por todo eso, ahora se bancaba todo porque Lean le daba fuerzas pero realmente siempre terminaba tirada en su cama llorando, los golpes ahora hasta eran más visibles, llegaba con golpes en la cara y ya todo el colegio tenía sus rumores sobre el tema, el más frecuente era que se cagaba a trompadas con gente seguido.

– Cuando te vas a ir de ahí? –pregunto Lean acariciando la mejilla de Liz–

– Lauta está en proceso de eso –.

Lean le sonrió a medias a Liz pero le preocupaba aún así la situación, Lauta ya estaba en primera, ya le pagaban por cada partido y mucho mejor: ya se había ido de la casa, ahora estaba buscando abogados y haciendo todo lo necesario para pedir la emancipacion de sus hermanos

– Igual son dos años, no nos vamos a morir por esperar a cumplir 18 –.

– Lizzy –Lean volteo a mirarla– Deja de ponerte excusas para no irte porque te da pena Maria, es lo mejor para vos y para Licha salir de ahí –.

Liz asintio, sabía que Lean tenía razón pero a la vez la llenaba de tristeza pensar en que esté sola, le daba mucha lastima ella en general, sabía que para ella misma lo mejor era alejarse pero algo en su corazón se removía de solo pensar en verla más triste porque más personas la habían "abandonado"

– No hablemos de eso, vamos a buscar a los chicos –Liz agarro la mano de Lean y fueron hacia el patio, los chicos estaban sentados en el pasto hablando–

Se sentaron a sus lados y se unieron a la conversación, hablaban sobre el viaje, era casi lo único por lo cual Cuti y Licha estaban más que emocionados.

– Pero sin dudas Bariloche, Lisandro –se escucho la voz de Cristian–

– Bueno perdón, Cristian Gabriel –.

Cuti miro a su amigo con los ojos entrecerrados y se hizo el ofendido por un rato

– Chicos por favor, menos contacto físico, estamos en un colegio, no en un telo –hablo una voz interrumpiendo a Lean y Liz mientras se daban un beso–

– Camila no jodas, pesada –se escucho la voz de Cuti– Tan celosa vas a estar? –.

– Celosa de que? –.

– De que Leandro está con Liz –.

– Ay cállense los dos –se escucho la voz de Liz–

– Vos me vas a venir a callar a mi? celosa de que voy a estar de ella? si es una gorda de mierda necesitada de atención –.

Liz levanto la mirada hacia Camila y aunque lo que habia dicho había pegado justo en su tca y en sus traumas en general, simplemente se rió

– Ni me gasto en contestarte nada –dijo Liz apoyándose en el hombro de Lean el cual le dio un beso en la frente y le agarro la mano–

– Gorda me la pones –le susurro Lean a Liz en el oído pero todos escucharon y los chicos se empezaron a reír–

– No seas asqueroso, Leandro –se quejo Liz dándole un leve golpe en el hombro–

– Ay hermosa que sos –Lean le agarro las mejillas a Liz y le dió un corto beso–

A este punto, Camila solo se había ido todavía más enojada de lo que estaba pero no importaba porque Lean y Liz estaban ya muy concentrados en amarse.

mi otra mitad | leandro paredes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora