𝐘𝐎𝐔𝐓𝐇 ✿【JiChen/ChenSung】✿

✿【21】✿

Hay cosas de las cuales mucha gente no habla, cosas que se dicen solamente cuando se está consigo mismo, cosas dolorosas que nadie entendería. Cosas que se llevan en el pecho y en la espalda. Mark poseía un trillón de esas.

A veces tenía la sensación de querer correr lejos, aislarse y esconderse en un inmenso bosque donde pudiera estar tranquilo. De cualquier modo, era en vano, porque la ansiedad que lo carcomía estaba dentro suyo, ¿Y cómo huir de ti?

Mark observaba sus manos con asco, sabiendo que con ellas lastimó, sabiendo que hizo estragos a personas increíbles. Se odiaba, pese a que cambió y floreció intensamente.

Terminó el café que estaba bebiendo y se escabulló en el patio trasero, donde cientos de girasoles buscaban al sol. El alfa se encariñó con este tipo de flores, ya que le recordaban a su querido DongHyuck.

Bueno, al menos tuvo la oportunidad de besarle una última vez...

El inminente golpeteo en la puerta lo hizo crisparse, había llegado hacía unas horas y ya estaba nervioso

— ¿Hello? — Preguntó en su idioma natal, abriendo.

— Qué jelou ni qué jelou, corrí para llegar acá, hace frío y muero de hambre, ¿Por qué te fuiste tan lejos? ¿Estás loco? — DongHyuck entró con confianza

El alfa quedó paralizado, cerrando y girándose al moreno que se quitaba los copos de nieve desesperadamente

— ¿Qué haces?

— Vine desde Corea para visitarte— Elevó los hombros— JiSung y ChenLe me dijeron que estarías acá, supuse que era una excelente idea pasarme y saludarte, no sé...

— Te arrepentiste de la decisión que tomaste— Adivinó

— Makku, yo... — Titubeó— Creo que puedo volver a conocerte y amarte, pero necesito que entiendas que es un proceso lento y que me cuesta no porque no quiera, sino porque me lastimaste y horrible.

— Lo entiendo, solo... Siéntate, te traeré ropa y chocolate caliente.

Huyó escaleras arriba, volviendo a los minutos, arropándolo y ayudándole a cambiarse. Ciertamente, seguía en shock.

— ¿Estás seguro, DongHyuck?

— Lo estoy— Contestó seguro.

Entonces ambos aceptaron su destino...

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Pañales, qué bonitos eran, ¿No?

ChenLe los odiaba, maldita sea. SeungHan parecía saberlo y siempre se hacía en los momentos menos indicados, como ese.

— ¿Qué pasa? — JiSung murmuró a su lado— ¿Todo bien?

— Concéntrate en la reunión, es importante. Iré a cambiar al bebé.

Así es.

El alfa insistió en que lo acompañaran de regreso al trabajo, porque no soportaba la idea de estar lejos y en el proceso, debía adaptarse. Tristemente era un berrinchudo y ChenLe se moría de ternura por esto.

— Yo iré, tú estás agotado de cambiarlo— Le arrebató sutilmente a SeungHan— No te preocupes

— JiSung— Bramó entre dientes— Estás en medio de...

Los inversionistas se callaron de repente, fijándose en la pareja

— Lamento interrumpir, mi hijo debe ser cambiado— Rió— Un momento, pueden estirarse estos diez minutos y... Sí.