Ella extrañaba la inocencia que ya no existia en el palacio.
Ella era la inocencia en persona, una hermosa flor en su primavera, un mar en calma.
Ella era todo lo que La Sultán quería, y haría lo que fuese por tenerla bajo sus brazos.
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──Valide.──Llamo Hatice al ingresar a los aposentos de su madre una vez terminaron de celebrar la fiesta privada por el embarazo de Anastasia.──¿Qué ocurre?
──¿Qué sucede contigo Hatice?──Pregunto Ayse Hafsa.──¿Cómo es posible que mi hija más leal este conviviendo con alguien que es nuestra enemiga?
──¿"Nuestra"?──Pregunto Hatice con curiosidad.──Estas confundiendo las cosas madre, la señorita Anastasia no es mi enemiga.
──Claro que lo es, ¿No ves como tiene a tu hermana?──Pregunto Ayse Hafsa con evidente enojo.
──¿Perdidamente enamorada?──Hatice sonrió.──Me alegra ver a Hurrem de esa manera, por fin he conocido a alguien que le haga sentir mariposas.
──Hatice, ¿Pero que tontearías dices? Una Sultán no debería albergar ese tipos de sentimientos por una mujer, Anastasia se dará cuenta y esa será nuestra ruina.
──Anastasia es una niña muy dulce, debería darse la oportunidad de conocerla antes de juzgarla.
Sin esperar respuesta alguna por parte de Ayse Hafsa, Hatice salió de la habitación de mal humor, esto era el colmo, ¿En que momento su madre se había vuelto tan mala con las concubinas? Parecía que Mükerrem la habia hechizado.
Ayse Hafsa por su parte volcó la mesa al suelo, enojada por el comportamiento insolente de su hija, ¿Qué había ocurrido con Hatice? Esto no era posible, Hatice no se iba a sublevar de esta manera, no lo permitiría.
La hermana de Hurrem camino por los pasillos del harén hecha una furia, sin querer ver o conversar con nadie, solo quería llegar a su habitación lo antes posible para poder calmarse y volver a sonreírles a todos los que la rodeaban.
──¿No es increíble?──Pregunto Nigar con una sonrisa típica de una persona enamorada.──Incluso enojada luce hermosa.
──¿Nigar?──Pregunto Anastasia con curiosidad.──¿No eres una omega?
──¿Eso que tiene que ver?
──Dos omegas no pueden estar juntas.
──No soy una omega en lo absoluto, soy una alfa.──Explico con una sonrisa.──Ahora, te preguntaras, ¿Por que estoy en el harén si soy un alfa? Fácil, crecí en estas paredes, la Sultán me agarro mucho cariño y por eso tengo permitido estar en el harén, claramente no puedo estar con ninguna de sus concubinas y ni me interesa, con solo ver a la Sultana Hatice soy capaz de olvidar a cualquier otra mujer.
──Que hermoso.──Sonrió la griega.──¿La sultana de aprecia tanto como tu a ella?
──Lo sabrás más adelante cabecita.──Rio Nigar acariciando a la omega.──Mira, ahí esta tu "sobrino"
Nasya volteo a ver al niño que corría en dirección suya, el Sehzade Mustafá corrió con unas flores en su manos.
──Para ti.──Sonrió mientras le extendía los jazmines.
