Ella extrañaba la inocencia que ya no existia en el palacio.
Ella era la inocencia en persona, una hermosa flor en su primavera, un mar en calma.
Ella era todo lo que La Sultán quería, y haría lo que fuese por tenerla bajo sus brazos.
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Mükerrem desde ese día que vio el notorio parecido entre Anastasia y la otra omega habia quedado traumada, necesitaba buscar una manera de confirmar sus sospechas, por lo que le pidió a un Agha leal a ella sobre, necesitaba saber con urgencia si era verdad lo que ella pensaba.
Mahidevran que sabia que algo le pasaba a esa mujer decidió comenzar a espiarla, hasta donde Sumbul le habia informado, Mükerrem estaba buscando información sobre Anastasia, aquello le llamo bastante la atención a Mahidevran.
De hecho, Mahidevran había sido más precavida y mando a construir una especie de habitación secreta en el cuarto de Mükerrem, por lo que podía prever sus planes.
El hecho de que ella buscase información de Anastasia le preocupaba, quizás estaría tramando algo en contra de ella o de sus pequeños.
Para nadie era secreto que desde que Anastasia llego a Topkapi Mahidevran la habia agarrado como su protegida, llegando a desarrollar un gran cariño por ella, tanto así como una hermana mayor podría sentir por su hermana pequeña.
La luna de buena fortuna camino por los pasillos siendo seguida por Sumbul, los dos pensaban en ingresar a ese lugar, pues habían visto a Zarife y al Eunuco de Mükerrem correr con prisa por los pasillos.
Ambos entraron por el túnel secreto y observaron el interior, sobre todo a la mujer que esta dando vueltas como un trompo hasta que vio llegar al hombre y a Zarife.
──¿Y bien?──Pregunto la mujer con curiosidad.──¿Qué ocurrió? ¿Qué sabes de ella?
──Es originaria de la Cefalonia, para ser más exactos es de la isla de Tinos.
──Eso lo sabe todo el mundo, dame algo que realmente me sirva.
──Tiene una hermana menor llamada: Melissa, a la cuál adoraba con su alma y protegió incluso cuando fueron a secuestrarla
Todo eso eran datos que Mahidevran ya sabia, la omega griega se los habia contado, Mükerrem no encontraría nada interesante en esos datos, no podían hacerle nada a Anastasia ni a sus cachorros con esos datos, puesto a que eran inofensivos.
De hecho, Mahidevran pensaba retirarse de allí hasta que escucho una pregunta que le llamo la atención.
──¿Quiénes eran sus padres?──Pregun -l.to la omega egipcia ya sin paciencia.
Anastasia jamás había hablado de sus padres, solo hablo sobre su adorada hermana que aprecia un ángel, pero sobre sus progenitores nunca.
Solo por curiosidad oiría sobre eso, pero no tocaría el tema hasta que la omega decidiera decírselo.
──Sus padre son, el comerciante griego cuyo nombre es Enzo y su madre se llamaba Julia.
Mükerrem y Mahidevran abrieron los ojos con sorpresa al escuchar eso, Sumbul se llevo una mano a la boca en señal de sorpresa, no, aquello era imposible.
Mahidevran llevo su vista al suelo, esos eran los nombres de sus padres pero...¿Como? Claro que no era imposible que Anastasia fuese su hermana, después de todo, cuando se la llevaron y entro al harén supo que sus padres no fueron asesinados.
De igual modo llego al harén cuando solo tenía cuatro años, no se acordaba de nada antes de Topkapi, a excepción del rostro de su padre.
──Mi Sultana...──Susurro Sumbul una vez estuvieron fuera.
──Por eso sentía que la conocía de algún lado...
──Por eso Nigar llego a decirme que tu y ella se parecían mucho y que tenían los mismos ojos celestes.──Sonrió el omega y miro a su Sultana.──¿Qué haremos ahora?
──Ir a decirle.──Una leve sonrisa se formo en Mahidevran.──¿Qué podría ocurrir? No creo que reaccione mal...
──¿Quién va a reaccionar mal?──Pregunto la omega rubia con una sonrisa.──¿De quien hablamos?
──¿Qué pasaría si tuvieras otra hermana?──Soltó Sumbul con nerviosismo.
──Normal, solo que a diferencia de Meli no la conocería.
──¿Y si la conocieras?──Pregunto Mahidevran con una leve sonrisa.
──Creo que nos llevaríamos bien.
──¿Qué pasaría si yo te dijera que soy tu hermana?──Pregunto Mahidevran.
──Seria lindo.──Sonrió Anastasia.
──Mi nombre es Rosne, hija del comerciante griego Enzo, nacida en el caucáseo.
Mahidevran miro con dulzura a Anastasia al tiempo que decía esto, observaba la reacción de la griega y como se le abrían los ojos con sorpresa.
──Siempre hubo un retrato tuyo en la sala, no sabes lo mucho que deseaba conocerte y poder hablar contigo.
──¿No estas molesta?
──¿Por que lo estaría? Si siempre te he querido como a una hermana, desde que llegue a este palacio.
Sin decir más, la omega griega y la omega caucásica se abrazan con fuerza, Sumbul no podía evitar mirar la escena emocionado, realmente estaba feliz por su sultana.
Y las dos sultanas estaban felices por tener una parte de su familia en el imperio otomano, deseando no volver que separarse nunca.
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Ahora si, con esto acabamos la primera temporada de Sultanato Griego, en la segunda se verán más cosas y se pondrá interesante.
Por mi parte pondré la historia en Madura por algunos temas que pienso tratar.
Agradezco haberlos tenido en la primera temporada y espero tenerlos en la segunda.
Para los que no me conocen, tengo la necesidad sobre humana de mandar a terapia a mis lectores, por lo que la siguiente etapa color de rosa no sera.
