06

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Últimamente los lugares que veía eran siempre color rojo.

Corría intentando buscar una salida pero estaba completamente perdido dentro de un laberinto con altas paredes de piedra rojiza. Suelo cubierto por una alfombra roja y él sólo corría. Corría sin rumbo, buscando la salida.

Las voces a lo lejos que oía le daban escalofríos, pero no podía evitar escucharlas por mucho que quisiera detenerlas.

—Lo siento, lo siento tanto. Jamás debí dejarte hacerlo, yo...

Fuertes sollozos sonaban y el suelo se sacudió.

Estaba harto del rojo por todos lados, harto de la sangre en sus brazos y harto de ese lugar.

—¡Despierta! —se oyó a lo lejos. — ¡Por favor, despierta!

El piso se vino abajo, dejando ver la salida pero él quedó entre la salida del laberinto y la grieta en el suelo.

—¡Despierta!

No quería oír.

El piso se sacudió nuevamente y escuchó otra voz a lo lejos más fuerte.

—¡Joder, Hueningkai! ¡Despierta!

El pelinegro se despertó de golpe y lo primero que vio fue el rostro de Soobin frente al suyo. Con la respiración agitada, se sentó en la cama y trató de calmarse. ¿Qué había pasado?

—Te quedaste dormido en la fiesta, yo te traje a casa. —dijo, como leyendo los pensamientos del pelinegro. —Estabas teniendo una pesadilla.

—¿Una... pesadilla?

—Si, una pesadilla. —dijo obvio el rubio. —Como esas que tienen los niños después de que les cuentan una historia de terror.

El pelinegro empezó a reír para si mismo en alivio y Soobin no supo que bicho le había picado.

—Una pesadilla. —se repitió. —Una puta pesadilla.

—Si, por cierto, está la cena. —avisó el rubio. —¿Comerás o prefieres quedarte a soñar otra puta pesadilla? —repitió sonriente.

Kai se fascinó, era la primera vez que veía a Soobin sonriendo así; tan genuinamente.

—Deberías sonreír siempre de esa forma. —contestó sorprendiendo al mayor y levantándose de la cama.

—No me provoques.

—¿Por qué lo haría? —refutó. — Prácticamente me violaste, no quisiera provocarte. Tú solo eres un calenturiento, Soobin.

—Amo. —corrigió entre dientes.

—¿Qué sucede? —se burló el menor.

Soobin frunció el ceño irritado y siguió el paso de Hueningkai a la cocina. Ya se vengaría de Kai y de la mejor manera...

 Ya se vengaría de Kai y de la mejor manera

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𝑇ℎ𝑒 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑛 - 𝑆𝑜𝑜𝑘𝑎𝑖Where stories live. Discover now