12

844 81 3
                                    

Los últimos días Soobin se limitaba a ignorarlo y Hueningkai, por supuesto, intentaba llamar su atención. Y no es que quisiera hacerlo pero era la única persona que conocía dentro de ese lugar y hablar con el ama de llaves no era una opción.

¿Por qué tenía que ignorarlo? se preguntó a sí mismo en lo que se sentaba en la cama, ignorando la presencia del mayor a su lado. El mismo alzó una ceja incrédulo al verlo acostarse de espaldas a él.

Bien. Hueningkai no quería sentirse usado o siquiera como esas personas despechadas. ¡Pero así se sentía! Sentía que Soobin ya lo había usado lo suficiente y ahora quería algo nuevo.

—Bonito... —el mayor peinó el cabello del pelinegro con sus dedos y se acercó a dejar un casto beso en el oído del menor.—No espero que lo entiendas ahora, pero ya lo harás... —murmuró y dejó otro beso sobre el lunar en su cuello. — Así que, por favor, ya deja de hacer preguntas...

Hueningkai quitó las manos de su cabello y se sentó sobre sus piernas observando a Soobin con las cejas fruncidas. ¿Qué lo iba a entender? ¿Qué tenía que entender? ¿Que llegó ahí como por arte de magia, que no sabía ni que día y hora era y que él solo lo estaba usando para tener sexo? ¿Eso tenía que entender? Porque, si era así, ya lo tenía bastante claro.

—¿Por qué mejor no me dices tú —lo señaló. —qué es lo que tengo que entender? Lo único que dices es "deja de hacer preguntas" o "ya lo vas a entender". —alzó sus manos en señal de rendición. — Y la verdad es que no lo entiendo, así que preferiría que me lo digas tú. ¿Qué es lo que no sé?

—Ningning, yo-

El pelinegro se bajó de la cama y bufó.

—¡No! ¿Puedes dejar las putas mentiras y decirme realmente qué mierda pasa? Quiero que me digas sinceramente qué es lo que estás ocultando. —volteó a verlo con los brazos cruzados y claro enojo. —Porque no creas que con ese mal papel que haces de intentar ocultar algo me logras engañar. Seré todo menos estúpido, Soobin.

Y claro que lo sabía, lo tenía malditamente claro. De hecho, siempre lo supo, pero no quería que Hueningkai descubriera lo que él mismo había causado. No quería ver a Hueningkai sufrir por él, no quería sentir su corazón siendo aplastado por mil dagas cuando ya no estuviese. Hueningkai era su Hueningkai y eso nada podía cambiarlo.

Lo había tratado como un juguete, lo había violado, porque eso había sido exactamente lo que pasó, lo había insultado y había jugado con él obligándolo a cosas que no quería. Solo por intentar huir de eso a lo que él hubiese llamado amor si aún fuese un humano. Pero en el infierno, el amor no existe.

Solo existe eso que te mueve el suelo y que no se puede explicar. Así que solo salió de la habitación, dejando a Hueningkai dentro y fue en busca del álbum de fotos.

¿Hueningkai quería saber qué pasaba? Bien, lo sabría. Pero la culpa de lo que pasara luego era de él, no suya.

Aunque el que siempre fue un idiota haya sido el mismo Soobin y no Hueningkai.

Aunque el que siempre fue un idiota haya sido el mismo Soobin y no Hueningkai

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝑇ℎ𝑒 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑛 - 𝑆𝑜𝑜𝑘𝑎𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora