09

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Hueningkai se encontraba recorriendo las instalaciones de la gran casa cuando visualizó, a lo lejos, un cuarto con una puerta negra. Era la única diferente, todas eran puertas de madera de pino.

Se acercó y lo primero que oyó fue la voz de Soobin hablando con alguien más.

—Temo que puede pasar mucho tiempo hasta que lo sepa.

—Pero él tiene que saberlo cuanto antes. —dijo la otra persona. Era la voz de una mujer que desconocía por completo. —¡Él no puede seguir aquí!

¿Saber? ¿Él? ¿Hablaban de Hueningkai?

—Mi casa, mis reglas. —dijo el rubio enojado. —Lo notará en algún momento.

—¡Soobin! —el gritó sobresaltó al pelinegro, lo que hizo que casi se cayera uno de los cuadros en la pared. —Tú solo quieres que nunca lo sepa.

El cuadro era pesado pero intentó ponerlo en su sitio y cuando el cuadro quedó bien colgado, o eso creyó, se dió media vuelta para irse. Sin embargo, el estruendo del marco chocando contra el suelo y el cuadro partiéndose en pedazos lo dejó atónito y maldijo en voz baja.

—¿Qué fue eso? —se escuchó la voz de Soobin. Joder, quería huir.

Cuando estuvo a punto de irse, Soobin salió junto a la chica y lo miró curioso. La chica, delgada y de cabello castaño, lo miró enojada.

—¿Hueningkai?

La voz de Soobin lo sacó de su observación hacía la chica que no dejaba de fruncir el ceño.

—Así me llamaron mis padres. —respondió monótono. —¿Y ella es...?

—Nadie impor-

—Kim. —dijo la chica cortando al rubio. — Solo dime Kim.

—Ni en sueños. —bufó.

—A la habitación. —ordenó Soobin. Kai dudó en si eso era correcto pero obedeció.

La chica, Kim, quedó pasmada en su sitio y con sus puños apretados. No podía pasar otra vez.

Hueningkai entró en la habitación, seguido de un Soobin furioso que golpeó la puerta tras él.

Jo-der. La que se venía para él.

 La que se venía para él

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𝑇ℎ𝑒 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑛 - 𝑆𝑜𝑜𝑘𝑎𝑖Where stories live. Discover now