2. Entre los muros

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Shuri no se había percatado de todo lo que había sucedido pues a altas horas de la noche seguía en su laboratorio trabajando en sus prototipos de trajes para crear un grupo élite de ataque.

-Con esto no necesitamos alianzas- murmuró entre dientes

Escucho las puertas abrirse y su madre junto a un tipo extraño entraron, no quería creer que era lo que imaginaba.

-¿les puedo ayudar en algo?- pregunto sin mirarlos -Estoy muy ocupada-
-Shuri, no seas grosera- reprimió su madre
-Tranquila princesa, no te preocupes no tardaré nada- interrumpió -Solo he venido a presentarme- se acercó a ella -Soy Kukulcán pero mis enemigos también me llaman Namor- extendió su mano -Es un placer conocerla-

Shuri lo miro con seriedad, pasaron unos segundos antes de también extender su mano y decir "Me gustaría decir lo mismo pero en realidad no lo es".

Su respuesta dejo sorprendido a ambos, aunque la reina le advirtió que podría llegar a comportarse así no espero verlo tan pronto, no sabía bien como reaccionar ante aquello.

No quería crearse una mala imagen de ella en su mente pero la forma en la que lo trato no le ayudaba mucho, él tampoco quería ese acuerdo pero no veía razón para tratarla mal, intento no molestarse pero le recordaba a las malas experiencias que tuvo en el pasado.

Estando en la soledad de su habitación se puso a meditar la situación en la que se encontraba mientras el agua caía sobre su cuerpo, reflexionaba sus desiones, quizá se había precipitado al hacer el acuerdo y luego se regañaba mentalmente recordando por qué lo había hecho.

Y es que hace meses empezó a tener problemas con sus dones, como él los llamaba; Su fuerza impresionante lo abandonaba de repente y lo hacia sentir débil, su habilidad para respirar fuera del agua se veía bloqueada en ciertas situaciones, durante su vuelo su mente se había nublado y había caído del cielo, su velocidad había disminuido notablemente y su capacidad de sanar era más lenta.

Estas cosas había encendido una señal de alerta en él y Namora pido a todos los médicos de Talokan revisar a su dios.
Todos llegaron a una conclusión, su corazón estaba fallando y eso provocaba todo, nadie había descifrado como curarlo, haciendo todo a su alcance pero fallando cada vez.
Fue entonces que escucho hablar de una nación que al igual que ellos tenían vibranium, se habían revelado al mundo presumiendo de tecnología más avanzada, se le ocurrió acudir a ellos para pedir su ayuda, quizá tendrían una visión más aya de la que ahora veía.

Salió a la superficie y encontró a la reina Ramonda descansando a orillas del lago, luego de una charla acordaron verse de nuevo para discutir sus situaciones.

En aquella conversación acordaron protección de Talokan para Wakanda siempre y cuando pudieran mantenerse en el anonimato, Wakanda ofrecería toda su tecnología y avances científicos para ayudarlo con su problema.
Pero Ramonda quería más que solo eso, pidió firmar un trato sobre compartir las recursos de ambos reinos, para Namor no era convincente pero entonces fue que salió el tema del matrimonio, la reina lo convenció de aceptar la mano de su hija como prueba de confianza, también habían acordado no decirle a nadie sobre su problema de salud pues temían que todo lo hablado se fuera a la basura si el consejo no lo considerado apropiado.

Así había comenzado el trato entre ambos reinos desconocidos en ese entonces, ahora estando ahí, Namor se sentía impresionado por la vista tan alegre que tenía el lugar, era tranquilo y soleado, un buen lugar para vivir.

Esa misma tarde fue llevado para comenzar el análisis ya que esa era la razon por las que estaba ahí, quería una solución cuanto antes.
Comenzaron recostandolo en una camilla para sacarle sangre, un aparato escaneo todo su cuerpo pasando sus datos a un registro con imágenes presisas.

Apesar de sus esfuerzos por mantener todo en secreto, Shuri había chantajeado a una de las científicas que atenderían a Namor para mantenerla informada; Por casualidad había escuchado que adaptarían un laboratorio para "atender el problema del hombre pez", y con casualidad me refiero a infiltrar uno de sus robots miniatura a espiar en la sala de juntas del trono.

Le habían dado unas perlas kimoyo, con las que podrían tener en tiempo real sus cambios en caso de presentarse, además sin que él lo supieran podrían tener su localización en cualquier momento solo por si acaso.
Shuri había jaqueado su invento para poder obtener la información al mismo tiempo que los científicos.

Namor estaba inquieto por tal objeto, no era muy diferente a sus demás joyas pero definitivamente lo hacía sentir incómodo.

Cuando se encontró con la princesa en uno de los pasillos mientras divagaba trato de esconder su mano con la pulsera pero ella nisiquiera lo miro.

Acuerdo en Desacuerdo Where stories live. Discover now