Impact (Libro 4 Dinastía Indestructible)

Capítulo 6

Francesco

__ La parte restante será depositada en tu cuenta en la mañana. - me dice juntando todos los documentos que contienen mi firma. - Estaré pendiente y te enviaré un correo en cuanto la transacción sea efectuada.

__ Te tomas esto muy personal. - aludo recostando mi espalda en el mueble. - Hasta me atrevería a decir que es como si quisieras no fallar en el asunto. ¿Me equivoco?

__ Me tomo muy en serio mi trabajo. - declara metiendo todo en su maletín. - Como decía, la negociación tardará solo un día más. Y culminaremos.

Le entrego el último documento sin dejar de visualizar sus manos, se mueven con agilidad sobre el teclado de su móvil. No me preocupa que comprometa mi seguridad porque estoy preparado para todo y quitarme todo el estrés podría hacerlo de dos maneras solamente. Sexo o seccionando cuellos. Pero justo ahora solo una llenaría ese deseo.

__ ¿Dejarás de verme? - increpa.

__ No quiero hacerlo. - soy sincero. En dos segundos estoy frente a él, sin intenciones de retroceder. - ¿Lo harás tú?

__ ¿Porqué lo haría? Jamás lo he hecho en mi vida. - me encara. Sus ojos marrones se quedan fijos en mi boca, esperando un movimiento de mi parte.

__ Hazlo. - incito. No seré yo esta vez. - No quiero alguien temeroso. Ni de los que esperen órdenes.

__ Tampoco quiero eso. - declara. Mis labios se extienden y William no duda en robarme el espacio, sin que pueda preverlo tan rápido lo tengo sobre mí con ese beso voraz que enciende todas mis alarmas, mis ganas y sobretodo la llama ardiente de ese fuego que nos envuelve a los dos cuando devuelvo esa misma posición de no ceder hasta que esto acabe.

La entrepierna me duele, más cuando este se atreve a pasar la mano por mi bulto sobre le pantalón. Esto quería. Que no trate de irse o le tiemble el pulso para decir lo que quiere.

Invado su boca con la ferocidad que recibe y regresa. No espera a que le diga dónde poner las manos, ni se pone a mi disposición. Quiere que lo tome. Quiero tomarlo. Ambos en una lucha donde no es quien gane, si no quien se atreva a hacer lo que ambos queremos.

Arranco mi corbata y quito mi saco abriendo la camisa en lo que hago lo mismo con él. No se opone dejando que me apodere de su boca.

Nunca antes había deseado algo como en estos momentos. Con esa necesidad de tenerlo a como dé lugar. No estoy siendo racional y termina con mi cordura en cuanto la ropa desaparece y esa tanda de besos no es suficiente para contener lo que ya tomó.

__ No quiero que confundas las cosas. - reitero sacando el condón que coloco en la punta de mi miembro. Pasa saliva en cuanto lo ve y eso roba una sonrisa de orgullo por verlo dudar.

__ Esto no cambia nada. - contesta seguro antes que me ubique en el agujero que comienza a expandirse en cuanto la intrusión de mi polla lo obliga a amoldarse.

Fuerza su garganta en lo que empujo más fuerte, pulgada a pulgada sin quitarle la vista de encima cuando los quejidos son imposibles de acallar. Se frota contra mí resistiendo más de lo que otros lo han hecho. Echa su cabeza para atrás y pienso que pedirá un alto, más solo toma una respiración antes de ser quién, en contra de todo pronóstico, empuja sus caderas hacia mí dejándome inmóvil al cubrir los centímetros con ese angosto culo que me tiene al borde.

__ ¿No puedes con más? - pregunto.

__ Quien no resiste más eres tú. - jadea sin aire.

El límite lo estoy viendo y más al sentir como sacarlo me cuesta más que introducirlo. Duele placenteramente. Estoy sudando al sentir como se expande con solo moverme un poco.