008

85 5 13
                                    

—No creo que esta sea una buena idea Ricitos...

—Claro que lo es, Drako, no quiero perder a mi amiga —le respondió la rubia a el lobo castaño— Además, ese lobo también necesita esto, tanto como Patitas Suaves.

—Aún no puede creer lo que me contarás, digo, ¿un lobo enamorado de una gata? —él ladeó su cabeza— No es muy común, y eso que yo también soy un lobo...

—Dicen que siempre hay excepciones ¿no? —la rubia se encogió de hombros— Es como enamorarte de tu especie contraria sin importar que, es... cómo si tú te enamorarás de una zorro.

—Hey, tampoco lleguemos a esos extremos, aún no encuentro a mi pareja ideal —el hablo fingiendo estar ofendido— Además, prefiero estar soltero por el momento.

—Si la soltería primero, aunque tú tienes esperanzas de encontrar pareja y yo no —hablo de manera divertida, era claro que a Ricitos no le importaba estar sin pareja, era más, le alegraba.—

[....]

—¿Que haces aquí? —le pregunto la gata bicolor.—

—Pues...—hizo una pausa, agachando su mirada y acomodándose en la silla— Supe que estabas aquí, entonces... decidí venir a ver cómo seguías.

—Ya veo...—le respondió, sobando su antebrazo de el brazo izquierdo— ¿Como te enteraste?

—Yo...—esta vez callo totalmente, no sabía que responderle, pero antes de que lo hiciera la felina hablo.—

—Ricitos te lo dijo, ¿cierto? —ella había hecho su suposición, tomando en cuenta que conocía a la rubia.—

Claramente, hace mucho Ricitos le había dado a enter a Kitty que era chismosa. Cosa que la rubia no negó, es más, parecía orgullosa de ello.

Ella decía: "El chisme es vida".

—Ahmm si, ella me lo contó un día que la ví...—obviamente no le diría que la rubia a tenido encuentros con él para hablar respecto a su condición y saber como iba con eso.—

—Lo supuse, Ricitos es muy chismosa —dijo de manera divertida, soltando una pequeña carcajada.—

Carcajada que hizo que el corazón de el Shinigami empezara a latir fuertemente y golpeara violentamente contra su pecho. Como si se le fuese a salir.

—De eso me eh dado cuenta. Ella esta informada con respecto a casi todo —y eso, lo dijo con el hecho que la rubia le había contado sobre la enfermedad.—

—Hmj, pero esta en su fase de adolescencia, según me parece a mí —la gata bicolor soltó un leve suspiro, recostandose en la camilla.—

Después de eso, ninguno de los dos dijo palabra alguna, se quedaron en silencio.

Un silencio cómodo.

—¿Como te sientes ahora? —el lobo pregunto, rompiendo el silencio.—

—Ya me siento un poco mejor, a como estaba antes...—le respondió con una leve sonrisa, que parecía forzada— Los médicos no lograron decifrar que tengo, pero quién creo que sí ya lo hizo, es Ricitos.

Con solo escuchar eso el Shinigami miro a la gata bicolor, si Ricitos sabía que tenía Kitty, sabía que tendría más posibilidad de saber que tiene le podría preguntar sin problema.

Al final de cuentas; Ricitos no sabía que él estaba enamorado de Kitty, eso no se lo había dicho.

Aunque claro, Ricitos ya lo descubrió por su cuenta...

—Entiendo... ¿y que te dijo? —le pregunto con cierta curiosidad.—

—Aún no lo sé, hace rato estuvo aquí y me hizo unas preguntas, pero justo cuando le iba a preguntar salió de aquí corriendo. Parecía que le había dado un ataque de pánico.

—Siento que a veces se comporta de una manera demasiado rara y extraña —el lobo blanco hablo tratando de bromear un poco.—

—Si, yo creo que vivir con osos toda su vida le hizo mal —Kitty rio levemente.—

[....]

En un campo de flores, alejado de el pueblo; se podía ver a una joven rubia junto a un lobo le pelaje castaño. Parecía que ambos estaban pensativos, ya qué caminaban de un lado a otro.

—Hablando claro, Ricitos, ¿sigues creyendo que sea buena idea? —el joven depredador no estaba de el todo seguro con lo que estaba pasando, al contrario, seguía pensando que era pésima idea.—

—Drako, ya te lo dije como 60 veces. Necesito hacer esto, no puedo dejar que mi única amiga en la vida, muera...—ella soltó un suspiro pesado, verdaderamente hablar respecto a el tema le estaba empezado a ser fustrante, tomando en cuenta que su compañero no ayudaba.—

—Solo digo, rubia —el lobo castaño se cruzó de brazos— Dime que necesitas y necesitaras para hacer esto, será fácil conseguirlo.

—Bueno, escucha bien...

[....]

La noche ya había caído, todo estaba tranquilo y pacífico, o bueno en su mayoría, ya qué en lo que eran las cantinas y tabernas en el pueblo estaban llenas de persona bebiendo cualquiera cosa.

Y en una de esas tantas cantinas, estaba el Shinigami esperando a Ricitos. La había mandado a llamar para hablar con respecto a la condición de Kitty, necesitaba saber que tenía lo más antes posible.

—¡Hey! Lobo, perdón por la demora. Tenía que atender unos asuntos con un amigo —la rubia se sentó a su lado, en la barra, y si; como era de esperarse apenas hace unos 15 minutos se había despedido de Drako.—

—Ya. Sin tantos rodeos —él gruñó a lo bajo, confundiendo a la chica— ¿Tu sabes que tiene Kitty?

—Ah si, tiene la enfermedad de los enamorados —le respondió como si nada, tomando un trago de tequila que hace unos segundos le había pedido a el cantinero— Creo que saber lo que otros tienen se está volviendo mi hobby preferido.

—¿Acaso...? —su voz salió como un murmullo.—

—Por dios viejo, te estoy diciendo que es la enfermedad de los enamorados. Ya olvidaste que a ti te dije lo mismo —ella solo tomo un sorbo de aquel tequila, esperaba cualquier reacción por parte de el lobo, llevaba casi un mes aguantandolo con tal de ayudarle.—

—¿Pero cómo? —la miro con notable confusión— Se supone que ella esta con quién ama de verdad, ¿o no?

—Las cosas no siempre son como aparentan, Muerte. Solo eso te puedo decir —hablo con seriedad— No puedo seguir hablando de las personas, en especial de Patitas Suaves...

—No puedo creerlo...

—Sep, y yo no puedo creer el hecho de que tú estés enamorado de Kitty. Estaba tan fácil poder acercarte a ella y decirle lo que sientes —la rubia lo miro, su mirada obviamente demostraba obviedad.—

—¿¡Cómo supiste!? —su voz salió más como un reclamo.—

—¡Y no lo negaste! —celebro con algo de burla— No todos los días te topas con dos individuos con la misma enfermedad y las mismas condiciones.

—¿A qué te refieres con eso?

—¡Basta! ya hablé lo suficiente para darte información sobre que tiene Kitty, eso te tiene que bastar. El resto descúbrelo tú solo —ella se levantó de su asiento— Y si necesitas ayuda, sabes dónde encontrarme.

▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭

¿Cuál creen que es el plan de Ricitos siendo cupido? :0

Espero que les haya gustado.

Adiós ❤️

La enfermedad de las rosas (Kittydeath)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن