CUATRO

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Supongo que el chisme es más entretenido en este momento, por lo que me quedo de pie cerca de la cocina, escuchando como Lori y Andrea levantan el tonito de más.

Ay, las trágicas amantes.

—No necesitan que la griten, ni que la traten como a una cría—dice Andrea refiriéndose a Beth.

—Necesita un arma, ¿verdad?—pregunta con un deje de burla. Anteriormente Andrea tenía la obsesión por poseer un arma a como de lugar—. Comprenderás que no te pida que entres.

—Yo he pasado por eso—responde la rubia.

—Y te has convertido en un miembro muy productivo del grupo—suelta sarcástica—. Deja que se ocupe de ella Maggie.

—Yo contribuyo, ayudo a hacer seguro este sitio.

—Los hombres pueden hacer eso. No te necesitan—continúa Lori. Quiero rebatir ese comentario, pero me quedo clavada en el suelo.

—Perdona, ¿qué quieres que haga?

—Hay un montón de cosas que hacer.

—El mundo se desmorona, ¿y me echas en cara no hacer la colada?

—Tu parte la hacemos las demás. Yo, Carol, y Patricia, y Maggie—deja un breve silencio y a regañadientes pronuncia mi nombre—y Addy, cocinamos y cuidamos de Beth y tú solo te preocupas de ti misma. Te sientas encima de esa caravana poniéndote morena con un rifle en tu regazo.

Debo admitir que ese argumento me hace gracia porque en parte es cierto. La última vez casi mata a Daryl por no verificar bien si era un caminante.

—No, vigilo por si vienen caminantes, que es lo que importa. Y no que la limonada lleve hojitas de menta.

—Nosotras proporcionamos estabilidad. Intentamos que valga la pena seguir con vida.

—¿Estás de coña?—pregunta casi a las risas.

—Oye, yo fui a por Rick, me cargué a dos caminantes‐

—Y el coche de Maggie—la interrumpe Andrea—. ¿Le has pedido disculpas por eso?

—Estás loca—reconoce Lori soltando una risa.

—No, tú lo estás. Y eres tú la egocéntrica. Lo das todo por sentado.

—Mi marido anda por ahí por centésima vez—grita Lori—. Mi hijo casi muere y no te atrevas a decirme que lo doy todo por sentado.

—No lo entiendes, ¿verdad? Tu marido volvió de la muerte, y tu hijo, y ahora tienes un bebé en camino. Los demás hemos perdido a los nuestros, yo, Carol, Beth, pero tú sigues como siempre...

—Todos hemos sufrido.

—Jugando a las casitas, haciendo de abeja reina, imponiendo reglas para todos menos para ti misma. ¿Sabes qué? Entra ahí y dile a esa chiquilla que todo va salir bien, como te ha salido a ti. Que tendrá marido, un hijo, un bebé, un novio...

—Andrea-

—No, no. Alguien tiene que decirte las cosas como son. ¿Cómo puedes ir por ahí metiéndote con maridos ajenos? La pobre Addy-

—¿Y tú?—cuchichea por lo bajo—. ¿Crees que Shane no me dijo lo que hubo entre vosotros?

Hay un largo silencio. El dolor que se instala en mi pecho ya es algo con lo que me estoy acostumbrado a vivir. Me muerdo los labios con fuerza y decido que ya es hora de dejar de escuchar.

—Solo fue una vez, yo me sentía sola y-

—No me eches en cara lo de Shane cuando tú ni siquiera eres un buen ejemplo. Las dos la cagamos. Ahora yo estoy con Rick, lo de Shane quedó en el pasado.

Traitor [TWD]Where stories live. Discover now