NUEVE

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Con la linterna en alto y casi agarrando el chaleco antibalas de Maggie, avanzo con los demás por aquellos pasillos oscuros. Glenn se encarga de pintar flechas con un spray en la pared para no perdernos. En cada dirección se ven las celdas abiertas, presos muertos en el suelo y un sin fin de sangre seca. Lo peor es el hedor, es una tortura respirar y estar pendientes a que aparezcan caminantes...

Al cruzar en una esquina, una de tantas, una horda nos localiza y nos vemos obligados a dar marcha atrás.

—¡Vamos, vamos!—grita Rick. 

Huimos lo más rápido posible e intentamos apartar a cualquier muerto de nuestro camino. Daryl, que va de cabecilla, encuentra una puerta y entramos casi a empujones. Nos miramos entre todos y captamos que faltan Glenn y Maggie. 

—Tenemos que volver—pide Hershel. 

—¿Por donde?—pregunta Daryl.

Sin decir ni una palabra decidimos volver a salir al no escuchar los gruñidos. Avanzamos, murmurando sus nombres. Pego un salto del susto al escuchar el grito de Hershel, y damos vuelta atrás cuando vemos que le han mordido. Rick es el primero en reaccionar y dispara al caminante. Ante el ruido hemos dejado claro nuestra posición y los muertos no demoran en aparecer. Entre tanto jaleo consigo ver como Glenn y Rick ayudan a Hershel a avanzar, y los demás les cubrimos tanto como podemos.

—Son demasiados—exclamo, aterrorizada.

—¡Por aquí!—señala Maggie—. Por esta puerta.

T-Dog hace de las suyas para poder abrir el candado y cuando estoy apunto de vomitar hasta mi corazón, termina de abrir la puerta. Siento la mano de Shane, jalando de mí para entrar. Una vez allí logramos medio cerrar la puerta, pero T-Dog y Shane se quedan allí impidiendo que los muertos la tiren abajo, y nos centramos en Hershel, que agoniza del dolor por la mordida.

Maggie llora desconsoladamente.

—Sujetarlo—pide Rick.

Me arrodillo y lo agarro del brazo, sujetando con fuerza su mano que no para de temblar. Rick se quita el cinturón y lo enrolla justo encima de la herida. Vemos lo que está planeando, va a ser muy doloroso.

—Solo hay una forma de que sobrevivas—le dice Rick. Agarra el hacha que encontró antes y la levanta con fuerza para dar el primer corte. Hershel grita sin parar a cada corte que da Rick.

Hay mucha sangre. Cuando da el último corte, logra atravesar el hueso y pone fin a esa tortura. Para nuestro alivio, si es que se le puede llamar así, Hershel se ha desmayado del dolor. Rick luce muy aterrorizado por lo que acaba de hacer, mira sus manos cubiertas de la sangre de su amigo y niega repetidas veces.

—Se está desangrando—aviso.

Me pongo de pie para llegar a la parte afectada, pero Daryl en un susurro me pide que me agache. Le miro confusa y por el temor en su mirada no me lo tiene que decir dos veces. Le veo apuntar con la ballesta a mis espaldas y miro hacia atrás, donde aparecen unos hombres tras lo que parece la cafetería.

—¿Quienes sois?—pregunta Daryl, llevando la delantera con su ballesta en alto.

—¿Quiénes sois vosotros?—pregunta un desconocido.

Mis ojos recaen en Hershel.

—Encárgate de ellos—le pido a Rick—debemos volver con los demás. 

Rick se pone de pie y enfrenta a los presos, haciéndoles preguntas. Les pido a Maggie y a Glenn que me ayuden a detener la hemorragia. Me quito la camisa de cuadros y hago una especie de compresa justo en la rodilla.

Traitor [TWD]Where stories live. Discover now