Ella sabe que soy paciente, pero...

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Últimos capítulos...

La castaña abrió sus ojos, podía calcular que se trataba de las 2 y cuarto y de la madrugada. Miró a su izquierda, Jeongyeon parecía estar soñando.

Sus ojos apretados y las manos empuñadas.

Se acomodó un poco, era difícil ayudarla sin despertarla.
Comenzó a acariciar su cabello y su rostro con la yema de sus dedos.

Tomó su mano también. Tal vez si sentía presencia comenzaría a calmarse.

— ¿Nayeon? Decía adormilada.

— ¿Estás bien?

No tardó en recuperar consciencia y atrajo a la castaña a un abrazo un poco incómodo.

— Quédate conmigo, por favor.

Jeongyeon sólo quería permanecer junto a esta linda chica.
Incluso con el cabello revuelto y el rostro hinchado. Estaba tan enamorada de ella.

Su hermana ya había notado la situación desde que la menor había comenzado a moverse demasiado. Intentó intervenir pero, al ver la reacción de Nayeon, supo que sabía como resolverlo.

No le preocupaba que estuviesen perdiendo demasiado tiempo, aunque así fuera, Seungyeon sabía que para sus edades, debían respetar un proceso, y todo lo que requiere enamorarse de uno mismo y del otro.

Siguió observando a esas dos pequeñas que se amaban con todo el alma, compartiendo un abrazo que reflejaba sentimientos que creyeron escondidos o incluso olvidados.

Ellas sabían que se amaban, pero... ¿Sabrían acaso cómo manejar ese amor?

...

Era de mañana, el sol pegaba al rostro de Nayeon, quien se encontraba adormilada aun. ¡Era una vergüenza! Durmió tanto que olvidaba estar en una casa que no era suya.
Se preparó lo más rápido posible, no quería molestar otra vez.

— ¡Despertó la novia de Jeongie!

— ¡Jisu! Nayeon no es mi novia. Se quejó, mientras acomodaba las cosas para el desayuno.

— Quise decir amiga, amiga.

Amigas un carajo, ¡cuatro años siendo sólo amigas! Durante tanto tiempo ellas escuchaban sólo eso.
Esa palabra las tenían vueltas locas.

Claro... Observó a Nayeon salir de la habitación con sus cosas. ¿Te vas?

— Lo siento por las molestias, yo... iré a otra parte, muchas gracias por la estadía. Introdujo su mano a la mochila y sacó un sobre. Sé que no es mucho, pero es tan sólo para agradecer.

¿Se podría decir que era "un poco" de dinero? ¡Por supuesto que no! Con eso bastaba para la comida de todo el mes. El amor por su hija parecía afectarle la consciencia económica mundial. Eso creía ella.

— No debiste querida, nuestra casa es tu casa y tú podrás regresar cuando gustes. Decía la mamá Yoo, acariciando la cabeza de Nayeon como si fuera una niña pequeña.

Terminó por despedirse, cargó a cuestas por unos minutos a Jisu, parecían llevarse bien.
Se enterneció hacia la manera de la pequeña para llamarla y con una triste emoción abandonó el hogar de su amada.

— ¡Espera!

Salió corriendo un poco demasiado de prisa, llamándola con su voz.

— ¿Qué pasa? ¿Olvidé algo?

— Sí, a mí.

La castaña reía, ¿Qué clase de broma era esa?

— ¿Qué?

— Vamos a comer, desayunemos juntas y... vamos a... Tomó una pausa para respirar. Pasear un rato.

— ¡Dios mío! ¿Quién te dijo que corrieras así? Debo avisarle a tu madre que iremos juntas.

— Ya le dije, está bien.

— ¿Ella está de acuerdo? ¿Te dejará en mis manos?

— Ella confía en ti. Y yo también.

...

— ¡Vamos tómate una foto conmigo!

— Okay, okay, ven entonces.

Risas entre tazas de chocolate compartidas, un poco de azúcar provenientes del mismo y de sus corazones.

Y era entonces cuando Jeongyeon comenzaba a sentirse abandonada de nuevo.

— ¿Cuánto tiempo?

Nayeon apartó la mirada de su celular para dirigirla a la contraria. Veía todo lo que sentía en sus ojos, sabía a que se refería.

— No mucho... pero voy a volver. Sujetó la mano de la rubia cuando la vió bajar la mirada. Ey, sabes que nunca te dejaría, ¿verdad?

— Lo sé. Sujetaba sus lágrimas. Tú sabes que te esperaré, la paciencia no es lo mío pero, eres tú. Esperaría incluso cinco años enteros por ti.

— ¿Puedo decirte que te amo? Ojos lagrimosos conectaron de nuevo.

Puedes hacerlo, pero, ¿podrás sentirlo?

— Ya lo hago. Abrazó, no sólo su cuerpo y su alma, abrazó todo aquello que nadie se atrevía a ver. Una chica asustada, insegura y talentosa. Una chica que amaba con todo su corazón a otra chica que era sometida por su padre.

— Te llevaré a un lugar bonito. Susurró la mayor a su oído.

— ¿Tan bonito cómo tú?

— Estoy segura que mucho más

El alma, la memoria y hasta su cabello esperaría por ella cinco años, ¿O no?

...

FALTAN CINCO CAPÍTULOS PARA EL FINAL AHHHHH.
Voy a extrañar esta historia pero tengo algo preparado para el próximo año... 👀 así que también estoy muy emocionada por ello. ¡Ya casi es navidad! Sobreviviendo un año más con la ayuda de Dios y de mi gente que me apoya.
♡♡♡

SKTILH | 2yeonМесто, где живут истории. Откройте их для себя