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Entrenar a los libertadores no fue complicado, a pesar de que ninguno de ellos había recibido entrenamiento militar antes, resultó que todos tenían una mente y cuerpos dispuestos a aprender.

Jet poseía un talento natural para las espadas, era difícil ganarle en combate cuerpo a cuerpo, pero debo confesar que su puntería con el cuchillo o la flecha era todo un asco, no le gustaba que indagara en el porqué. Una noche lo descubrí, acabábamos de terminar un entrenamiento pesado, todos estábamos cansados y agotados. Con el campamento destruido y sin el dinero o recursos para reconstruirlo, los libertadores nos habíamos mudado a unas cuevas muy alejadas del río o de cualquier camino por donde pudieran pasar diligencias y carruajes con provisiones, sobrevivíamos con lo que podíamos cazar en el bosque.

Esa ves, Smell y Aye-Li habían logrado cazar un jabalí puerco espín. Las espinas secretan un veneno mortal para quien las toque, así que retirarlas todas fue una labor que tomó todo el día.

Mientras comíamos, Jet alentaba a los más jóvenes, hablaba del gran plan que estaba armando para obtener el suficiente dinero y herramientas para poder reconstruir el campamento. Algunos chicos se animaban, Piswick en especial estaba listo para dar un golpe. Entrenarlo a él no era difícil, jamás sería rápido y "sigiloso" pero su tamaño era aprovechable para ser un enorme ariete humano.

—¿Cómo planeas dar el golpe? —. Le pregunté a Jet una vez que terminó el discurso.

Luego me dijo que nos llevaría a Aye-Li, Smellerbee y a mi a una misión en un pueblo cercano para obtener inteligencia. Un mapa y quizá algo de información sobre las rutas que solían transitar las carretas.

Admito que por aquel entonces todavía me sentía extraño al robar objetos, pero Jet no dejaba de repetirnos que lo que era para la Nación del Fuego, seguramente eran bienes obtenidos por medio de la violencia y la tiranía.

—Cuando regresemos de la misión, podremos planear un golpe a la semana, incluso podríamos elegir rutas de diligencias que podrían alimentarnos por meses.

—Suena bien, aunque es muy arriesgado. Mientras estemos a nivel del suelo, somos presa fácil.

—Aunque odie admitirlo, Jet, pero estoy de acuerdo con la princesa, por ahora necesitamos un mejor refugio no otra cosa.

Por los gestos de Aye-Li cada que Smellerbee la llamaba "princesa" estoy seguro de que no le gustaba el apodo, pero por increíble que parezca, luego de la pelea y el incendio, las dos habían aprendido a llevarse bien, o por lo menos a tolerarse.

—Estoy consciente de ello, por eso nuestra misión en ese pueblo es conseguir el dinero que podamos con él compraremos los materiales y las herramientas para recuperar nuestro campamento.

—Pero ¿Y dónde lo construiremos? Ciertamente no será aquí—. Aye-Li tenía un punto, si la nación del fuego los había encontrado una vez, volvería a hacerlo.

—Misma respuesta, cuando vayamos al pueblo, usaremos el mapa que conseguiremos para buscar un nuevo hogar. Estos bosques son enormes será sencillo ocultarse de nuevo. Además ahora podremos contar con sus ojos entrenados.

Cuando Jet dijo esto, noté el sutil movimiento involuntario en su pupila derecha, algo que hizo que por reflejo se frotara el ojo.

—¿Qué te pasó? —, le pregunté cuando ya todos se habían ido a dormir.

—¿De qué hablas?

Yo solo lo miré.

Él quiso seguir haciéndose el tonto. Así que muy sutilmente arranqué una rama del árbol más próximo a mi izquierda y sin tanta fuerza se la lancé. Como ya había imaginado, su reacción fue tardada.

El diario de LongshotWhere stories live. Discover now