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—Vaya, vaya. Miren lo que tenemos aquí—. Keon tenía la voz de un hombre, el niño que conocí, los niños que habíamos sido, ya no existían—. Parece que los reportes eran verdad y mi viejo amigo Longshot fue el traidor que estábamos buscando todo este tiempo.

Con su agua control, Keon apretó el cuerpo de Smellerbee, pude verla aguantar los gritos, ella jamás le daría esa satisfacción.

—Déjala en paz —. Fue lo único que pude decir.

—Ah... entonces sí habla. Pensé que habías perdido la lengua mi amigo.

No podía distraerme, no debía. Jet y los demás estaban en la cubierta, Smell apresada por un látigo de agua sobre el mástil y Aye-Li no estaba por ningún lado. En cubierta podía contar 5 hombres, la tripulación y demás sumarían otros 20, no podía moverme y mucho menos disparar una flecha.

—Creo que evidentemente estás confundido ¿Cuándo fue la última vez que nos vimos? Hace unos 10 años... quizá menos... La última vez que vi a este tipo, era el mejor tirador de todo el entrenamiento básico, todos lo odiaban por eso, un pequeño y engreído prodigio venido de una de las islas más ricas en toda la Nación del Fuego. Y su reputación no empeoró con el tiempo, por el contrario, los reportes llegaban como si fueran cargamentos de oro... Estuviste a poco de convertirte en un Yuyan de alta gama, te darían un tatuaje y vivirías en la capital, protegiendo a funcionarios y siendo muy rico por ello—. No sabía si hablaba con sus hombres, con mis amigos o conmigo —. Fuimos amigos, pero él, un no maestro, subiste tan alto como tu limitada capacidad te lo permitió y luego... luego ayudaste al dragón del oeste... hiciste tanto, ¿por qué? —, ahora sí me miraba — ¿Por qué traicionaste todo eso?

Con sus poderes me acercó a su cara, como era de noche no había podido notarlo, pero uno de sus ojos estaba blanco como la leche, el otro tenía un vestigio, una marca, una seña casi imposible de notar, entre las tonalidades marrones y broncíneas había un poco de Azul. Keizan tenía razón, pero eso no significaba que yo estuviera equivocado... los ojos, los ojos siempre revelan las intenciones y el origen de las personas... o sus distracciones.

—Lo hice, porque no quería sacrificar mi alma, a cambio de un rango que no vale para nada al final. Prefiero ser libre a obtener todas las medallas posibles por luchar una guerra de hombres que no conozco, por intereses que no me importan, en líneas de mapas que son una ilusión.

Keon me tenía sujeto por el torso, no podía mover las manos, pero si algo aprendí con los libertadores, es que las piernas son igual de útiles en momentos de emergencia. Y ya que solo tenía un tiro.

La patada impactó justo en su barbilla, tomar por sorpresa a un maestro debe ser una de las cosas más emocionantes de la vida, ver la expresión de mi viejo compañero mientras caía al suelo y su control sobre el agua se desvanecía fue algo indescriptible.

Smell cayó al suelo y de inmediato sacó sus cuchillos. Las llamaradas y ataques comenzaron a llover sobre nosotros. Pero estaba libre, mis manos estaban libres y solo necesitaba un tiro.

Las flechas de Keizan, hechas con un núcleo metálico que las volvía indestructibles y muy veloces, se requería el doble de fuerza y el doble de puntería para dispararlas, pero el viejo me había dado la última pieza, el arco... un disparo, una flecha 7 objetivos.

Las cadenas de los libertadores se partieron como el papel, y la flecha se incrustó en la pantorrilla de un soldado que nunca volvió a caminar. El barco anclado se convirtió en un campo de batalla. Si Jet y los demás me guardaban rencor por lo que pasó, creo que quedó instantáneamente perdonado. Luchamos, sangramos y poco a poco ganamos terreno.

El diario de Longshotحيث تعيش القصص. اكتشف الآن