16

835 117 17
                                    

El mayor de la casa, viéndose como al que le correspondía la obligación de estar metido en la cocina, al ver la hora, con pereza se adentro a hacer su mayor esfuerzo esa noche. Lo que fue su sorpresa, es notar a la joven Tsukimi que se le acercara, lavándose las manos antes de moverse por la cocina buscando entre los cajones.

— Quiero ayudarle. Con mi hermano siempre cocino, puedo hacerlo bastante bien. — Aseguró. Entendía la mirada escéptica de Toji pero este no se quejó, y la dejó.

En parte porque él no era, que se pueda llamar experto. Siempre lo que hacía era con un manual pegado a la cara siguiendo paso tras paso de una forma muy robótica. Cosa que se podía diferenciar con ella porque lo hacía con bastante naturalidad, mientras ella sabía lo que hacía, Toji leía el libro 3 veces antes de hacer algo nuevo. Había una clara diferencia entre la soltura de uno y otro.

— Asumo que notaste que no se me va bien. — Comento de la forma más casual unos minutos después. Poniendo una olla con aceite para cocinar, quería hacer pescado. — No estés repitiendo mis insultos cerca de algún maestro tuyo. Por nuestro bien. — Advirtió, sabía que llegó a hacerlo peligrosamente cerca de uno de los 2.

— Por eso quiero ayudar.

— Supongo que gracias. — Le indicó lo que quería hacer y en silencio empezaron.

Toji se terminó cayendo al suelo, por no prestar atención a la chica a su lado. Mientras buscaba no reírse, el mayor hacía lo posible por no insultar hasta el alma a la vida. Misión fallida para los 2. Tsukimi terminó ayudando a Toji a pararse quedando pasmada, la olla que a Toji le cayó encima quedó hundida. El golpe contra si fue lo suficientemente fuerte para doblarle.

— Sé que tengo un cuerpo duro pero esto es... — Quitándole a la niña lo que rompió, busco ponerlo donde estaba, cambiarse rápidamente la camisa mojada y seguir tranquilamente.

El sonido fue lo suficientemente fuerte para que Megumi corriera en busca de ambos.

Que bueno que Gojo no estaba, este les había informado que tendría una reunión en su clan. De paso, tenía que hablar con una vieja amiga.

____________

Satoru había conseguido una consola de videojuegos para que Megumi y Tsukimi jugarán, pensando qué seguramente al ser niños lo disfrutarían en algún momento libre, pero ninguno parecía mostrar mayor interés. De una u otra forma, el y Toji la usan más que ellos 2.  Y bueno, tampoco es como si Gojo no hubiera tenido planeada usarla de todas maneras.

Satoru miraba por el rabillo del ojo a Toji, su expresión era muy calmada. Casi sonriendo en la satisfacción que tenían desarrollando esa competitividad en un medio virtual. Haciéndolo ver, bastante guapo. Y de por sí el hombre junto a él mejor arreglado sabía llamar mucho la atención a su físico.

— Hey Toji. — Terminando el nivel se recostó en la cabecera del mueble. — Me puse a pensar, ¿Que tanto ha cambiado tu percepción sobre mi? Digo, prácticamente estamos criando niños juntos.

— Uhm... Si quieres una respuesta digamos que te tengo un poco más de respeto que antes, y te agradezco por toda esta locura en la que te metiste por ayudarme. — Dejando el control de lado se cruzó de brazos, y una pierna. El albino mantenía su sonrisa confiada y un poco burlona.

— Supongo que lo hice por mera empatía. O lastima, las 2 cosas son lo más seguro. Aunque es claro que sin las indicaciones de Tengen yo feliz te dejo pudriéndote. Solo que ahora, es raro. Me caes incluso bien. — Se encogió de hombros. — Te has ganado la confianza de varios tanto en mi clan, como de varios liberes de Jujutsu. Aparte que el putazo que te viste con Geto no pasó desapercibido para nadie. — Esto último le provocaba cierto dolor en el pecho. Eran sentimientos mezclados.

Acompáñame.Where stories live. Discover now