𝗗𝗜𝗦𝗟𝗜𝗞𝗘; 𝖣𝖠𝖱𝖸𝖫 𝖣𝖨𝖷𝖮𝖭

▪️25▪️

Otro maldito día en esta maldita vida.

—¿Cómo te escapaste? —la mayoría estábamos reunidos en casa de Rick, donde el hombre se encontraba en una silla, sentado en el medio.
—Un guardia no puede cubrir dos salidas, ni ventanas del tercer piso. Los nudos se desatan y las puertas se abren. La entropía surge en el orden ¿verdad?
—Verdad.
—Revisé su arsenal —aquello me tensó. Sabe lo bien equipados que estamos, pero a diferencia de él, nosotros no sabemos nada del lugar donde viene— no había visto uno así en mucho tiempo. Están bien equipados, pero sus promociones escasean. Son muy escasas para la cantidad de gente que tienen. ¿54?
—No sería así de no ser por ti, imbécil —le dije y él sonrió.
—Pues agradezco la galleta. Mis felicitaciones al cocinero.
—Si, ella no está.
—Miren, empezamos mal. Pero estamos en el mismo lado, el lado de los vivos. Hope y tú tenían todas las razones para abandonarme, pero no lo hicieron. Soy de un lugar que se parece a este. Parte de mi trabajo es buscar y comerciar cosas a otras comunidades iguales a esta. Me lleve su camión porque mi comunidad necesita cosas y ustedes dos parecían ser un problema. Me equivocaba. Son buenas personas y este es un buen lugar. Creo que nuestras comunidades se pueden ayudar mutuamente.
—¿Tienen comida?
—Empezamos a criar ganado. Recolectamos, cultivamos. Tenemos de tomate a sorgo.
—Dinos porqué deberíamos hacerlo.
—Se los mostraré. Si tomamos un auto, podemos llegar en un día y todos pueden ver quienes somos y qué tenemos que ofrecer.
—Espera ¿buscan más comunidades? —preguntó Maggie— ¿dices que ya comercian con otros grupos?
—Su mundo está por volverse más grande —fruncí mi ceño. ¿Y este quien se cree? Si antes no lo soportaba, ahora quiero ahorcarlo.

Tras acabar aquella reunión, decidí salir de la casa e ir a la muralla a vigilar.
Rick hacía los preparativos para ir a la comunidad de Paul, que a mí parecer no era buena idea.

Al principio no quería ir, pero me intrigaba saber de dónde venía aquel sujeto y si era verdad lo que decía.
Michonne, Rick, Glenn, Maggie, Abraham, Daryl y yo, junto con el imbécil, nos montamos en la casa rodante. Se sentía una increíble tensión sexual entre el cabecilla y la de rastas, y se sentía super raro ya que Daryl y yo experimentabamos lo mismo.

De pronto Rick comenzó a bajar la velocidad y a orillarse alertando a todos.

—¿Rick qué pasa?
—Hubo un accidente. Es reciente —todos nos bajamos con nuestras armas en mano mientras checamos el área.
—Si es un truco no acabará bien para ti.
—Mi gente está en problemas. Ellos... No hemos tenido muchos combatientes. Se lo que parece, pero iré hasta el final. ¿Me prestas una pistola?
—Ni lo sueñes —le dije de mala gana.
—Aquí hay rastros —seguimos a Daryl hasta que llegamos a una casa. Rick tocó el cristal esperando algún movimiento de adentro.
—Deben estar ahí dentro.
—¿Entramos o que?
—¿Cómo sabemos que no son petardos en un basurero?
—No lo saben.
—Rescataremos a tu gente —dijo Rick— tu te quedas aquí con uno de nosotros.
—Ese es el trato —dijo Michonne.
—Me quedo yo —dije.
—¿Segura? —preguntaron Rick y Daryl al mismo tiempo.
—Si, tengan cuidado —ellos asintieron. Rick esposó a Paul mientras yo me aseguraba de tener el arma cargada por si el tarado intentaba escapar o hacer algo.
—¿Te digo algo? —dijo Paul.
—No.
—De todos modos lo haré. Tienes una mirada que me es familiar.
—¿Así? ¿Tengo ojos de querer matarte?
—También me agradas —sonreí sin que se diera cuenta.

El grupo volvió con mis amigos de Paul y todos subimos a la casa rodante. Harlan, el médico amigo de Jesús, atendió a todos los demás.
No bastó mucho tiempo para que ella auto se detuviera y fuéramos a la parte delantera.

—El auto está atascado —dijo Rick.
—No te preocupes, ya llegamos —todos bajamos de la casa rodante siguiendo al de gorro- es allí. Eso es Hilltop.

Unas murallas parecidas a las de Alexandria se encontraban frente a nosotros. El camino estaba lodoso, como si hubiera llovido hace poco, lo que no me gustó. Acababa de conseguir estás botas porque las otras estaba mojadas por haberme metido a río.

—¡Alto ahí! —dijo alguien y todos apuntamos hacia la muralla.
—Jesus ¿qué diablos?
—Abre las puertas, Cal. Freddie está herido. Miren me disculpó por ellos —dijo viéndonos— se ponen nerviosos estando allí parados todo el día.
—¿Enserio? Cómo que no te creo -le dije ganandome una mirada acusadora de Maggie.
—Entregarán las armas y luego abriremos las puertas.
—¿Por qué no bajan a buscarlas?
—Señores, miren, damos fe a estas personas ¿si? Nos salvaron allá afuera.
—Bajen sus lanzas.
—No voy a arriesgarme —dijo Rick— dile al tal Gregory que salga.
—No. ¿No viste lo que acaba de pasar? Dejen que conserven las armas. Nos quedamos sin municiones hace meses. Ustedes me caen bien. Confío en ustedes. Ahora confíen en nosotros —ante la señal de Rick todos bajamos las armas.
—Abre las puertas, Cal —pasamos al sitio, Hilltop, y observé todo el lugar. Animales, plantas, hortalizas, herramientas de construcción, campers como viviendas y una Manson enorme en medio de todo el lugar.
Entramos a la mansión siguiendo a Paul, y no sé porqué se siente como un museo.

—Jesus, regresaste —un hombre apareció en el salón vestido con ropa elegante— y con invitados.
—Amigos, él es Gregory. Hace que todo funcione sobre ruedas.
—El jefe.
—Yo soy Rick. Tenemos una comunidad...
—¿Por qué no van a asearse? —mis manos se volvieron puños al instante y Gleen me detuvo antes de romperle la nariz.
—Estamos bien.
—Jesus les mostrará donde pueden hacerlo. Bajen cuando estén listos. Cuesta mantener limpio el lugar.
—Si, seguro —dijo Rick con sarcasmo.

Agradezco que sea Maggie bien intenté convencerlo porque yo lo mataría a golpes antes de seguir escuchándolo.

Si camaradas, yo también odie a Gregory en el primer momento que apareció