17. Marked date on calendar.

1K 124 1.1K
                                    

El capítulo de hoy es muy suavecito, lindo y nos muestra ya más concreto los avances de Ash sobre todo, así que pueden leer con calma, mañana tenemos un poco más de comedia, trato de equilibrar esta cosa lo mejor que puedo asjas así que espero que esté haciendo coherencia.

Mil gracias por leer~

Los presentimientos de Ash nunca fallan

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los presentimientos de Ash nunca fallan.

Ni una sola vez.

Son proféticos. Irrompibles. Certeros.

Por ende, debería agradecer que su cuerpo reaccione igual que una máquina asesina movilizada por el negativismo, la hiperalerta y un cóctel de síntomas que han ayudado a mantenerlo seguro, gracias a Blanca aprendió a pulir esa constante vigilia para convertirla en un pronóstico casi infalible, eso le permitió anticiparse a sus enemigos, cuando Golzine lo encerró en un reformatorio dicho instinto ni siquiera vaciló, al perder a su primer amor (sabiendo que debía alejarla) tampoco falló, ni al cazar al cerdo de Marvin tras matar a Skip y caer en una trampa, ni al ir a prisión y anticipar que Harvey y los hombres que lo seguían lo violarían mandándolo a la enfermería. Sí. Todo eso él lo anticipó, su vida era un libro cuyo final ya estaba escrito y acabaría muerto apenas matara a Dino. Estaba bien. Estaba listo para eso, pero entonces bajó la guardia una vez. Una puta vez.

Ash...Estás a salvo. Qué alivio.

Y Ash sabía que debía dejarlo ir o acabaría como su primer amor.

Lo sabía en sus huesos, en su cuerpo magullado y profanado, en su corazón hecho trizas y sobre todo en su alma.

Así que fue a su cuarto para despedirse, pero ya estaba llorando incluso antes de pronunciar palabras porque ver a Eiji tirado en la cama con intravenosas conectadas, con la respiración débil y una palidez enfermiza le hizo darse cuenta de que... yo ¿qué he hecho? Entonces lloró. No lo tocó, Ash evitaba el hecho de tocarlo al no sentirse digno, así que solo sollozó frente a la cama de su amado predispuesto a dejarlo ir. Tenía razón, debería haberlo sabido. Con una voz triste lo dijo. Sa-yo-na-ra. Salió vistiendo una bata de doctor dispuesto a morir a manos de Dino o Fox. Eso fue todo, se acabó. Eiji estaría sano en Japón y de hecho su vida sería más feliz si pretendía que nunca se habían conocido, presentía con una certeza inquebrantable que estaba haciendo lo correcto.

A...sh...

Eiji.

¡Ash! ¡Ash! ¿A dónde...?

Pero Eiji nunca ha creído en el destino o los presentimientos.

Es que Eiji. Eiji. Eiji.

Nunca le permitió actuar como un leopardo aun si estaba totalmente convencido de que él era uno.

Supone que desde ahí Ash empezó a desconfiar de los presentimientos o al menos a disponerse para encontrarles fallas. Lo hizo cuando despertó en el hospital con una carta ensangrentada y cuando se confesó para que se casaran en serio, lo ama y aunque presiente que está muy mal amarlo ¡al carajo!

Vida doméstica.Where stories live. Discover now