11. mucho gusto?

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Primero de Marzo 2022
Ciudad de México






𝐆𝐫𝐞𝐜𝐢𝐚 𝐌𝐚́𝐫𝐪𝐮𝐞𝐳








Día lleno de actividades, hoy Alex nos había invitado al partido contra Querétaro en el estadio Azteca. Mateo también tenía partido hoy solo que el de el es súper temprano. Razón por la cual ahora mismo íbamos en camino a las canchas.

Mis padres había decidido acompañarnos. Hoy sería la primera vez que ellos vienen a un partido de mi hermano desde que nos mudamos. La noche de ayer, Mateo habló conmigo sobre sus nervios al saber que nuestros padres estarían ahí. Algo que me conmovió bastante pues aunque actuara como si nada le importara, era un hijo de mami y papi y siempre quería que estuvieran orgullosos de él.

Cuando llegamos a la cancha, nos sentamos en las gradas esperando a que comenzara el partido. La sub-20 venía bastante bien, bueno mejor que el primer equipo estaba claro. Mateó anhelaba ganar el trofeo este torneo pues su D.T. era alguien que sabía lo que hacía.

Alejandro por el otro lado ha estado sufriendo con el primer equipo. Estaban en un muy mal momento, eran casi últimos de la tabla, y el equipo no se levantaba. Aveces cuando iba a mi casa, se le notaba que estaba triste y descontento. Pero entre mi hijo y yo siempre terminábamos sacándole una sonrisa.

—Ma. -salí de mis pensamientos al escuchar a Josué.

—Que pasa Jos?

Josué apuntó detrás de mi haciendo que yo volteara. Al ver lo que me señalaba, solo sonríe.

—Hola mis queridos. -llegó diciendo el número 17 del América.

—Que no tienes que estar en concentración?

—Si, pero como el partido de la sub-20 es aquí y 8 horas antes del nuestro nos han dejado venir a verlo. -dijo estirando sus brazos al niño.

—Buenos días señores, cómo están?

Mis padres se sorprendieron al verlo ahí pues yo les había dicho que no lo podríamos ver hasta después de su partido. Ellos respondieron al saludo de Alejandro de buena manera. Después se volteó hacia mi y me guiño.

—Y tú mi bonita, cómo estás?

Escucharlo hablarme así frente a muchos sin miedo a que lo escucharan hacía que mis mejillas se ruboricen.

—Mejor ahora que te puedo ver. -dije sin pensar haciendo que ahora sus mejillas hicieran lo mismo que las mías anteriormente.

—Que bueno que te puedo alegar el día así. Yo con solo saber que existes y me hables me siento el más afortunado.

Alejandro se acercó a mi y me dejó un beso en la frente. Después hizo lo mismo con Josué, quien le regresó el beso al mayor. Sonríe al ver esa imagen, en el mundo no hay más personas como el y de eso estaba segura.

Nuestro hermoso momento fue interrumpido por el grito de gol. Acabe aclarar que el grito más fuerte fue de mis padres, pues mi hermano había anotado el gol. De tan embabucada que estaba con el hombre a mi lado, ni cuenta nos dimos que el partido tenía más de 15 minutos de haber empezado.

Alejandro se quedó con nosotros hasta que lo volvieron a llamar para reportarse con el equipo. Al despedirse nos recordó sobre el partido y de nuestra presencia. Se acercó a mis padres para despedirse y después se acercó a mi y a Josué. Al más pequeño le dio un beso en su mejilla para después acercarse a mi y plantar un beso en mis labios, algo que me sorprendió. Sin decir nada mas, dio la vuelta y se encontró con otros compañeros.

Amor Verdadero | alejandro zendejas Where stories live. Discover now