34. te lo prometo

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Ciudad de México
14 de Diciembre 2022



𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞






Después de 9 meses, el día que todos habían estado esperando. Aunque fue de sorpresa y Alex tuvo que despertar a media noche, el iba más contento que nadie.

Todo comenzó en la noche, Grecia se sentía rara. Ella no sabía explicárselo al padre de su hija y no lo quiso preocupar.

—Pero estás segura que estás bien?

—Si amor, aún estoy bien.

Alex la miraba desconfiado pues se notaba que Grecia estaba disgusto. Aunque para no hacer que ella se molestara, Alejandro prefirió no preguntar de nuevo. El día para los dos había sido largo y lo que menos querían era molestarse.

Pasaron unas horas cuando de a poco Grecia fue sintiendo contracciones. Aunque, no quiso decir nada hasta que estuviera segura. Pero el dolor le fue ganando y le tuvo que avisar a su novio.

Alex estaba dormido cuando fue despierto por Grecia.

—Amor...Alex.- dijo Grecia moviéndolo.

—Mhm.- fue lo único que contestó el.

—Creo que ya...

Alejandro al escuchar eso, brincó de su lado y miró a su novia. Ella no dejaba esconder su cara de dolor y fue cuando Alex cayó en cuenta que si era cierto.

—Q...Q...Que hago! -gritó un Alex notablemente nervioso.

—Toma la maleta en donde guardamos todo. Ayúdame despertando a Josué, ya cuando estemos ahí le hablo a mi hermano para que pase por el.

Ella le trataba de explicar bien a Alex pasó a paso pero de tan nervioso que estaba sólo entendía la mitad de todo lo que le decía.

Cuando por fin estaban en el auto, Alex condujo hasta el hospital entre gritos y maldiciones de Grecia. Josué iba dormido y parecía no importarle todo lo que pasaba a su alrededor.

15 minutos después, la pareja llegó al hospital y Alex se bajó del auto corriendo hacia adentro.

—Señorita, Señorita! -gritó.

—En que le puedo ayudar? -preguntó la enfermera mirando al jugador todo nervioso.

—Si, Si! Mi novia está en el auto con contradicciones! Tiene 9 meses de embarazo.

La enfermera corrió detrás del jugador mientras que una segunda enfermera iba por la silla de ruedas para mover a Grecia hacia adentro. Ellas se la llevaron hacia una habitación para tomar las vitales de ella y de la pequeña que estaba por nacer.

Alex, por otro lado, tuvo que estacionarse y bajar con Josué para poder pasar. Aunque, por regla, el pequeño no pudo pasar y Alex tuvo que llamar a Mateo.

—Bueno? Alex que pasó son las 12 de la noche.- preguntó un Mateo medio dormido.

—Perdón por molestarte hermano, pero si esto no fuera importante no te llamaría. Estoy en el hospital...

—Que?! Algo le pasó a mi hermana?

—No, espera...

—Mi sobrino?

—Mateo... no solo que Grecia entró en labor de parto.

—Que?! Cómo?! Tan rápido?!

—Si, aquí estamos pero no nos dejan entrar porque Josué está muy chico. Además no dejan tener más de una persona que con ella.

Amor Verdadero | alejandro zendejas Where stories live. Discover now