28. invencible

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Septiembre 2022
Ciudad de México






𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞






Las últimos semanas para Alejandro eran una sube y baja. El equipo iba muy bien y era titular indiscutible. Pero había algo que aún no le cuadraba a él y era que aún se seguía sintiendo mal.

El día después de que se sintiera mal en casa de su novia, se empezó a sentir mejor pero volvió a recaer. Para no preocupar a nadie, decidió prestarle más atención a su dieta y que era lo que ingería. Al hacer eso, el notó pocos cambios en su salud y con eso iniciaba su preocupación. El estaba bastante confundido en porque su salud no mejoraba si cuidaba bastante lo que ingería.

Grecia fue la que notó bastante el cambio en su novio. Ahora cada que se juntaban, el cocinaba pero cuidaba bastante todo lo que le agregaba a la comida. Era tan cuidadoso que aveces la comida tenía sabores no tan sabrosos. Aunque Grecia nunca decía nada porque ella sabía del esfuerzo de su novio para cuidarse.

La mamá de Grecia también se preocupaba por su yerno. Ella notaba algo raro en el, pero no quería incomodar a su hija ni a él. Aunque eso no cambió que Julianna hablará con su hija sobre los cambios tan repentinos de Alejandro.

—Como siguió Alex?

—Bien mamá, aunque dice que aún no se recupera al 100%.

—Hija, tengo una duda sobre lo que le podría estar pasando a Alejandro.-dijo ella mirando a Grecia.

La menor se quedó pensando en que podría estar dando a entender su mamá. Grecia levantó su cabeza y miró la cara de su madre. Por la mirada de la mayor, Grecia se dio cuenta de lo que le quería decir su mamá.

—Ay no mamá, claro que no.

—No duele intentarlo hija, sus cambios son muy dudosos. Además el siempre se ha cuidado, algo más tiene que ver ahí.

Grecia, muy sorprendida, se quedó callada mirando a la nada. Ella sabía que su madre tenía razón, había algo más pero ella aún dudaba.

Pasaron unas horas, en las cuales Grecia se encerró en su habitación junto con Josué. Desde que Josué había llegado, ella no se había separado de él.

A decir verdad, Grecia tenía bastante miedo. Si lo que decía su mamá era cierto, entonces su mundo volvería a cambiar. Aunque no solo el de ella pero también el de otras personas. Por eso mismo, ahora se encontraba en camino a casa de Alejandro.

Al llegar, Grecia se quedó unos minutos en el auto junto con Josué. Cuando por fin estaba segura, bajó junto con Josué y fue a tocar la puerta de su novio.

Alejandro miró la hora y se quedó pensando quien podría ser. Pero no dudó en bajar y abrir para saber quién era. Al abrir, se sorprendió al ver a su novia parada frente a él. Por la cara de ella, el su dio cuenta que estaba bastante nerviosa y con cierto miedo. El le dio el pase y la ayudó quitándole a Josué de sus brazos. Alejandro no quiso bombardearla con preguntas y mejor espero a que ella estuviera lista para hablar.

—Alex, mi mamá tiene una teoría del porque te estás sintiendo mal.

El se quedó callado, sin saber que contestar. El quería saber la razón, hace semanas que ha querido escuchar una respuesta. Pero Alejandro estaba lejos de esperarse la respuesta que su novia le estaba por dar.

—Cuéntame amor, hace semanas que vengo buscando la razón. -dijo mirándola y tomando su mano.

—Alejandro, ella piensa que estoy embarazada. -soltó la menor.

Amor Verdadero | alejandro zendejas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora