35. Amor Verdadero

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Ciudad de México
31 de Diciembre 2022






𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞






Los días habían pasado volando desde que llegaron a casa.

El día después de haber sido dada de alta en el hospital, Grecia llegó a la casa de Alejandro y se encontró con regalos de su novio para ella y su hija. En cada regalo que ella abría, el le explicaba el porqué de ese regalo. Hasta que llegó el último regalo de Alejandro para ella.

—Este ábrelo con cuidado. -dijo el mirándola.

Ella lo miró insegura pero hizo caso a lo que había dicho. Lo fue abriendo de a poco hasta que se encontró con un caja. Ella volvió a levantar la mirada confundida.

—Ándale sigue, aún falta. -la miró Alex sonriendo.

Después de abrir varias cajas, cada una más pequeña que la anterior, llegó hasta la última caja. Grecia se puso tensa y pálida pues la última caja era una que ya había visto antes en su vida.

—Espera, antes de que me empieces a soltar quejas y sorpresas, te quiero decir algo. -El la miró y después miró a su hija.- Se que esto es algo muy sorprendente. Entiendo que tu último compromiso no terminó como tu hubieras querido. Pero se y estoy mas que seguro que yo quiero pasar el resto de mi vida contigo Grecia, solo si es que estás listas. No te quiero presionar, nunca lo haría.

Grecia lo miro y antes de contestar miro cada detalle de Alejandro. Ella terminó sonriendo por la forma en que su novio la miraba esperando una respuesta.

—Si, yo también quiero pasar el resto de mi vida contigo. -dijo ella con la sonrisa que la caracterizaba.

—Si?! -preguntó Alejandro.

Ella asintió.

—Eres el padre de mi hija Alex, me hiciste ver el mundo de otra manera, me hiciste ver que podía amar nuevamente después de haber sido lastimada.

Alex se arrodilló frente a ella y preguntó la famosa pregunta.

—Entonces Grecia Márquez, te quieres casar conmigo?

—Claro que si.-terminó ella besándolo.

Su momento fue interrumpido por el llanto de la bebé entre sus brazos. Josué corrió a la sala en cuanto escuchó a su hermana llorar. Era casi una rutina para el pequeño ya que era un hermano muy sobré protector.

—Que tene mamá?

—Tiene hambre mi niño.-contestó Grecia.

El niño corrió a la habitación de su hermana y trató de cargar con todo para ayudar a su mamá. Aunque cuando se estaba por tropezar, su padrastro tomó algunas cosas para ayudarlo.

—Mamá, ma tade va venir abuelitos? -preguntó el menor.

—Si, van a pasar la noche aquí. Ya los extrañas verdad?

—Shi.

Ambas familias aun no conocían a Alessia, ya que habían quedado en mejor esperar hasta año nuevo para pasar esa fecha con ellos. Aunque al principio el plan era que eso pasara en Navidad, no quisieron arriesgarse por la pequeña.

—Aquí van a estar más tarde campeón. Vamos a bañarnos? Para que cuando lleguen estemos bien limpios.

Josué hizo caso y subió a su habitación para buscar lo que usuaria. Alex fue detrás de él para ayudarlo y prepararle la bañera. Grecia por su lado, esperó a que su hija terminara de comer para después hacer lo mismo que los antes nombrados.







Amor Verdadero | alejandro zendejas Where stories live. Discover now