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A: anidar también es cosa de lobos.

⋋⁠✿⁠ ✿⁠⋌

  Suspirando, Stiles se pregunta cómo va a salir de la trampa que Derek hace para él cada noche. —¡Derek! —llama al hombre lobo, pero no recibe respuesta.
  
Stiles se dió cuenta de esta cosa, supone él de hombres lobo, que se traía Derek; formar una especie de nido en el cual mantenerlo atrapado. Bueno, no creía que Derek lo hiciera con esa intención en específico, pero era como se sentía Stiles cada vez que se encontraba rodeado (sepultado) entre almohadas, mantas y ropa de Derek. Sinceramente ¿qué pasaba por su cabeza cuando formaba esos pequeños nidos improvisados? Cada que Stiles se libraba de ellos, desarmandolos en el proceso, Derek colocaba una mala cara. Pero por Deaton y sus adivinanzas al hablar, no podía quedarse en el pequeño nido de tela.

Todo comenzó cuando reveló que estaba embarazado. Los primeros meses no fueron la gran cosa, pero cuando la barriga comenzó a notarse, algo dentro de Derek se encendió. Atacó directamente a esa parte del cerebro de su esposo que era más lobo que humano, haciendo que se comportara de una manera malditamente exagera en cuanto a un sentido protector y cauteloso. Tenía cuidado hasta en lo más mínimo y ridículo. Si podía, evitaba que Stiles se moviera más de lo necesario. No le gustaba que saliera sin que él pudiera estar cerca en caso de que algo sucediera. "Nada me va a pasar" Stiles se quejaría "Es Beacon Hills, Stiles" Derek le recordaría.

Bien, había obtenido un punto allí, pero estar embarazado no era igual a ser inútil. Aún con su enorme barriga de gemelos, podía ser bastante autosuficiente. A veces necesitaba ayuda para levantarse, como en ese momento, pero podía patear el trasero de Derek, lo que haría cuando le viera. La cosa con el "nido" era extraño, pero Deaton lo explicó de una manera que no sonara tan aterradora para alguien que no era un hombre lobo y no entendía al cien por ciento lo que pasaba por la cabeza de uno.

Derek necesita, enfasis en necesitar, proporcionarle a él (Stiles) un lugar seguro, cálido, suave y agradable donde tener a sus bebés. Ahora, si Derek creía que iba a tener a sus bebés en la cama, estaba demente. Pero eso era algo que la parte instintiva de lobo no tomaba en cuenta en ese momento. Stiles lo habló con Derek, quien se disculpó por su comportamiento, pero no lo detuvo. Es que simplemente no podía, aún cuando intentaba pelear contra el instinto que le decía que debía darle un espacio a Stiles, sin darse cuenta el humano ya estaba rodeado (enterrado) entre toda su ropa y mantas. También peleaba con ese lado que sólo quería confinar a Stiles a la cama, pero desde que la llegada de los gemelos se acercaba cada vez más, era más insistente en eso. Stiles debía mantenerse en el lugar seguro que había formado con sus olores, un lugar donde podría mantenerlo vigilado, donde podía cuidarlo y a sus bebés cuando nacieran.

Sabía que estaba siendo bastante escalofriante con aquello, pero no podía evitarlo. Eran cosas que hacía de manera inconsciente.

Cuando llega de nuevo a casa, escucha tres latidos perfectamente sanos. Es inevitable no sonreír. Olvidando las bolsas con el desayuno, Derek se acerca a la habitación que comparte con Stiles, quien seguía durmiendo enredado entre las mantas y camisas que había colocado a su alrededor hasta formar un nido de telas. Todo su olor rodeaba a Stiles hasta mezclarse a la perfección con su propio aroma. Stiles estaba seguro, estaba con él, sus bebés estaban bien, los amaba y protegía. Era perfecto.

—Derek. —Stiles le sorprende. —No seas tan raro y, en lugar de quedarte en la puerta viéndome, ayudame a salir de aquí. Necesito usar el baño.

A.B.C [sterek]Where stories live. Discover now