F

2.9K 353 11
                                    

F: fue tu idea.

⋋⁠✿⁠ ✿⁠⋌

—¡Entra entra entra! —Stiles empuja a Derek dentro de uno de los casilleros en el vestuario de chicos, cerrando la puerta cuando él también está adentro, su espalda choca contra el pecho del azabache, quien se queja por el contacto y la presión en el reducido espacio. —Has silencio. —dice aunque no es necesario, es obvio que el más mínimo ruido les descubrirá. Sin embargo, se sobresalta cuando la puerta de los vestidores es abierta en un fuerte golpe. La mano de Derek tapa su boca, jalandolo más cerca de su pecho para alejarlo de la puerta. Stiles está demasiado asustado como para darse cuenta de lo cerca que está del hombre lobo. Puede sentir sus latidos golpeando salvajes contra su pecho, atrapando con la mirada a través de las rendijas de la puerta, como la criatura de turno los buscaba.

La bestia sobrenatural de turno era una criatura que podía congelarte con la mirada, aún no descubrían cómo detenerla, por lo que sólo podían huir cuando aparecía. Había estado buscando información en la biblioteca de la escuela junto a Derek, cuando les atrapó. A Stiles sólo se le había ocurrido correr hasta allí, encerrándose en los casilleros.

Los latido del corazón de Stiles resuenan en todo el lugar, Derek puede oírlos a la perfección incluso si no tuviera oído de hombre lobo. El miedo de ser atrapados y la ansiedad por estar en un espacio tan pequeño hacían cosquilla en la nariz de Derek, haciendo que la arrugue en un gesto desagradable; esa clase de emociones siempre tenían un aroma ácido o pesado, era tan malo como el olor del casillero en donde estaban.

—Ya se fue. —Stiles susurra cuando aparta la mano de Derek de su boca.

—Espera. —Derek le detiene sujetando la mano que iba a abrir la puerta. Concentrándose más allá del espacio en el que se encuentra, aún puede escuchar a la bestia acechando en espera de que salieran. —Aún sigue aquí.

—Demonios. —Stiles susurra frustrado y tan bajo como puede. —¿Qué haremos?

—Esperar. —Derek dice con tanta calma que Stiles comienza a sentir la ansiedad ponerle la piel de gallina. Detestaba los espacios pequeños, no es que tuviera miedo a la oscuridad o fuera exactamente claustrofobico, sino que le limitaba. Mantenerse inmóvil por mucho tiempo, para alguien como él, era casi imposible. Sobre todo si, además, debía mantenerse callado. Sin contar que no estaba solo, tenía a Derek Hale detrás de él. Demasiado. Cerca. Ahora que lo notaba. Podía sentir el calor de su cuerpo, lo duro de su pecho contra su espalda. Oh, demonios. Deslizandose un poco hacia adelante, no debería estar pensando en el cuerpo de Derek. Quizás ni había sido la idea más brillante el encerrarse en un casillero con el chico que últimamente gobernaba sus fantasías mientras dormía. Mejor se concentraba en un plan para salir rápido de allí.

Por otro lado, Derek tampoco estaba pasando un buen momento. Intentaba concentrarse en cualquier cosa menos los olores que le rodeaban y los latidos desordenados de Stiles, pero era difícil y no es como si tuviera mucho en que concentrarse además de lo mencionado y la bestia merodeando afuera.

Suspirando, cierra sus ojos, cuestionandose el cómo había terminado allí. Frunciendo el ceño, el olor de Stiles le estaba comenzando a molestar, apestaba a ansiedad y el tic en su pie subiendo y bajando a un ritmo estresante se volvería insoportable luego de un rato.

—Ya detente. —Derek gruñe.

Confundido, Stiles deja de morder su uña para preguntarle a Derek a qué se refería. —Eso que haces con el pie, y apestas. Sólo cálmate.

—Es fácil para ti decirlo. —el castaño se molesta. —Mejor has silencio, estoy pensando en un plan para salir de aqui.

—Espero que sea mejor que este. —después de todo, estar encerrados en ese lugar había sido idea suya.

A.B.C [sterek]Where stories live. Discover now