A.B.C [sterek]

S

S: sonrisas.

⋋⁠✿⁠ ✿⁠⋌

   Si le preguntan a Derek, para él no existe nada más hermoso que las sonrisas de sus cachorros.

Cuando Nolan le sonrió por primera vez, estaba en sus brazos. Eran las dos de la mañana y Stiles estaba durmiendo, Derek le había alimentado luego de despertar haciendo un pequeño escándalo.

Nolan seguía moviendo su boca como si estuviera aún tomando del bebiron, lo cual le hacía lucir absurdamente adorable. Derek no puede evitar sonreírle. En sus brazos, su pequeño cachorro se veían aún más pequeños de lo que era. Pinchando suavemente su nariz, bromeando sobre querer comer más, Nolan parpadea y arruga su nariz molesto por el gesto. Sin embargo, cuando abre los ojos y enfoca la mirada en los de su padre, sonríe. Sonríe de la manera más inocente y hermosa, es la primera vez que le sonríe directamente a Derek.

Sorprendido, el corazón de Derek se derrite ante la gran sonrisa de Nolan. Es hermoso, es un momento irreal, de repente es cociente de una sola cosa. Su hijo le está sonriendo, su hijo, es padre. No esperó llegar a vivir algo como eso, a decir que era padre, él. Piensa en su familia, en lo mucho que le hubiera gustado que vieran hasta donde había llegado, presentarles a Nolan, a Stiles quien le había salvado de terminar como Peter.

—¿Derek? —Stiles se escucha adormilado, acercándose a la cocina. —¿Por qué lloras? —se preocupa cuando ve el rostro con lágrimas de su esposo.

—Es sólo... —a Hale se le hace un nudo en la garganta. —Es sólo demasiado lindo. —culpa a su bebé, quien sigue sonriendole con tanto amor.

Sonriendo con una expresión divertida, Stiles se acerca hasta quedar al lado de Derek, apoyando la cabeza en su hombro. —Si, lo es.

...

Alex siempre fue el más travieso de sus hijos, por lo que se metía en bastantes problemas o accidentes, como cuando jugando con otros niños se subió al columpio y saltó desde lo más alto. Aterrizó de cara rompiéndose un diente (por suerte) lo que llevó a quedarse con un diente astillado hasta que se le cayera naturalmente. Derek intentaba no burlarse cuando su hijo sonreía porque se veía demasiado gracioso, pero también demasiado tierno. Cada que podía, Derek le tomaba una foto, no quería perder la oportunidad de recordar ese pequeño momento. Quizás, cuando Alex estuviera más grande, Stiles las utilizaría para avergonzarlo.

—Papi papi. —Alex llama a Derek, quien rápidamente deja lo que hace para verlo. —¡Mira! —le extiende algo que lleva en su pequeña palma. Enfocando la vista, Derek observa intentado descubrir que es. —¡Es mi diente! —salta cuando su padre tarda en reconocerlo. —¡Me lo saqué yo solo! —dice con demasiado orgullo.

—¿¡Qué!? —pasando del diente con sangre en la palma de su hijo, Derek enfoca su vista en el rostro sonriente de Alex, quien ahora tenía un hueco donde antes había un diente. —¿Cómo?

—¡Le mostraré a mamá! —corre fuera de la oficina en la mansión. Derek se ríe cuando escucha a Stiles chillar. Debería liberar un poco de espacio en la cámara para está nueva etapa.

...

Eli es tan travieso como Alex, pero es tan ansioso y nervioso como Stiles, por lo que mentir no es su fuerte. Sus expresiones lo delatan de inmediato, por lo que cuando Derek le atrapa saliendo por la ventana de su habitación cuando se suponía estaba castigado, sonríe de esa manera torcida y extraña que lo hace ver completamente atrapado. Le hace lucir lindo, pero ya no tiene cinco años, así que no le salva de ser regañado.

—¿Qué haces? —Derek le cuestiona cuando termina de bajar del techo.

—Yo... —Eli divaga. —¿Se me cayó algo?

Alzando una ceja, Derek observa a su hijo antes de ordenarle entrar de nuevo a la casa.

—Por favor no le digas a mamá. —antes de entrar, Eli se gira para enfrentar a Derek y rogarle con una sonrisa bastante suplicandote que, cuando su padre acepta su petición, se vuelve en una enorme y brillante sonrisa de gratitud. Derek no puede contra él.

—Muevete. —Derek empuja a su hijo dentro de la casa.

—Si, papá. —con una sonrisa ahora más ligera, pasa dándole una mirada al más puro estilo Stiles. Si Eli creía que se había salido con la suya, sólo debía esperar a la mañana.

...

Y por supuesto, no podía faltar la de Stiles. Las sonrisas de sus cachorros tenían siempre un punto extra a su favor, y es porque habían heredado el encanto de Stiles.

—¡Derek! —escucha a Stiles llamarle, pero cuando gira a ver en su dirección, es atacado por tres cuerpo que se abalanza sobre él en el sofá.

—¿Qué hacen? —Derek sostiene a sus hijos lo mejor que puede. Ya no son niños pequeños, son tres adolescentes problemáticos y pesados.

—¡Sonríe! —Stiles aparece con una cámara vieja en la mano, Derek la reconocía de cuando la compró para guardar todos los primeros momentos de sus hijos. Sonríe sin poder evitarlo, nostálgico por el pasado. Es la oportunidad que Stiles aprovecha para tomar la foto perfecta.

Derek sentado en el mueble, sonriendo mientras sostiene a sus tres revoltosos hijos que también sonríen a la cámara.