A.B.C [sterek]

B

B: botiquín de primeros auxilios.

⋋⁠✿⁠ ✿⁠⋌

    Derek a perdido por completo su habilidad como hombre lobo luego de salvar a su hermana Cora, lo que significa que ahora es un humano como cualquier otro, lo que también significa que su cuerpo no es tan resistente como antes.

—Demonios. —Stiles aprieta los dientes mientras intenta llevar a Derek hasta el Jeep. El ex hombre lobo cuelga a su lado, tropezando con sus propios pies mientras presiona la recién recibida herida en su abdomen. —Demonios Demonios Demonios. —no puede parar de decir aún cuando ha llegado al vehículo, recostando a Derek de el.

Derek se desliza hasta quedar sentado sobre la tierra, maldición, la herida había sido más profunda que un simple rasguño. Aún no se acostumbraba a no tener el don de curarse rápido, olvidaba que ahora era un simple humano. Presiona la herida en su costado, la sangre mancha su camisa, la cual está rasgada en donde fue atacado. Escucha a Stiles dentro del Jeep buscar  algo mientras hace un posible desastre. En medio de la pelea, cuando fue herido por salvar el trasero de Scott, Stiles fue quien corrió hasta él para sacarlo del peligro y llevarlo hasta el Jeep. Derek se sentía molesto, Stiles estaría siendo de más ayuda con los demás, que allí con él.

El adolescente aparece nuevamente, de golpe se arrodilla a su lado mientras maldice entre murmullos y rasga su camisa sin pensarlo demasiado. Toma el botiquín de primeros auxilios que sacó del Jeep, comenzando a escarbar en el. La única luz que tenían era la del Jeep, la cual Stiles rezaba no fuera una invitación para que los atacaran. De todos los seres sobrenaturales, ¿wendigos?

Por un segundo se congela cuando ve la herida descubierta, mierda, era más profunda de lo que esperaba, pero él podía atenderla; al menos hasta llegar a un hospital. No quería que Derek se desangrara en el camino, estaban demasiado apartados de la ciudad, por lo que debía hacer eso rápido e irse. Los demás se encargarían sin ellos, pero estaba seguro de que podrían, había explicado a la perfección el plan para atrapar al ser sobrenatural de turno.

Comenzando a buscar lo que necesita del botiquín, escucha a Derek preguntar por el. —Bueno, como único humano del grupo, luego de ser golpeado varias veces por seres sobrenaturales que por suerte no me han roto una costilla, comencé a pensar que quizás no sería una mala idea tener algo que me ayude en caso de que deba vendar o coser una herida para que no se me salgan los órganos. O si me duele la cabeza luego de un mal día. —saca una tableta de pastillas, sacudiendolas antes de volverlas a meter en su lugar.

—¿Sabes usar eso? —Derek se preocupa cuando ve la aguja en la mano de Stiles. No es que no confiera en él pero... era Stiles.

—¿Sabes? Sé que piensan que sólo soy un adolescente inútil que tropezó con este peligroso mundo suyo y no sabe lo que hace. —Stiles habla mientras limpia la herida del abdomen de Derek, lo que hace que haga una mala cara por el ardor del desinfectante. —Pero pasé varios de mis fines de semana tomando clases de primeros auxilios en el hospital. —Melissa le había ayudado, alegando que era una buena idea saber los conocimientos básicos en caso de que tuviera que ayudarse a sí mismo, o a alguien más. Después de todo, de alguna manera u otra, al menos una o dos personas que no tenían nada que ver con los problemas en los que se metían, salían lastimadas. Él, principalmente. Nunca imaginó, mientras aprendía cómo coser una herida, que tendría que aplicarlo en Derek. Y es que, en su defensa, hasta hace poco descubrió que se había vuelto un humano por completo, cosa que tampoco sabía podría ser posible. Cada que Stiles creía estar un paso adelante sobre todo el conocimiento del mundo sobrenatural, algo nuevo aparecía. —Así que si, Derek, sé lo que hago. —Stiles no puede evitar sonar un poco molesto mientras prepara la aguja, pero es que... Toda esa situación se hubiera podido evitar si el estúpido siempre gruñón Derek Hale, le hubiera compartido el insignificante detalle sobre su nuevo estado como humano, mientras formaba el plan de ataque. Entonces no hubiera colocado a Derek en una posición tan vulnerable para un humano. Sabía que aún así Derek seguía siendo fuerte, pero ya no se curaba en un parpadeo si un wendigo iba hacia él con sus garras de diez centímetros y cortaba tu abdomen.

Notando la molestia en Stiles, Derek se disculpa, lo que se gana una momentánea mirada color caramelo llena de sorpresa. —Confio en ti. —luego agrega, asintiendo para que las manos temblorosas de Stiles comenzaran a coser la herida. —Y... Yo no creo que seas inútil. —su lobo lo había escogido como ancla, lo que significaba que lo consideraba capaz, digno de su confianza, estaba seguro de permitir a Stiles acercarse a él con una aguja y una expresión nerviosa para cerrar la herida. Sabía que, aunque sus manos temblaban y posiblemente fuera la primera vez que hacía eso, Stiles no lo lastimaria. Haría un buen trabajo.

Y Stiles lo hace, aunque ni él mismo sabe cómo. —Listo. —suspira cuando rápidamente acaba. Es asombroso, se halaga a si mismo. Las puntadas salieron mejor de lo que pudo creer posible contando que estaba haciendo todo aquello por primera vez, con la ayuda de sólo la luz del auto.

Derek suelta todo el aire que había estado conteniendo por el dolor, dando una mirada a su herida. Si, había salido mejor de lo que incluso él había esperado. —Gracias. —le da una mirada sincera a Stiles, quien comienza a guardar todo nuevamente en el improvisado botiquín que tenía.

—Si realmente quieres agradecerme, deberías hacerlo invitándome a salir. —la propuesta es insperada, Derek se ve bastante sorprendido. Stiles, que no puede alzar la vista para ver la expresión de Derek, se concentra en fingir que está hurgando en el botiquín. No puede creer lo que dijo, pero le había salido tan natural. Había algo en coser una herida horrible en el abdomen del chico que te gusta, que hacía más impulsivos sus sentimientos. La posibilidad de que Derek muriera ahora era más alta, no quería... Si alguno de ellos dos moría por ser tan imprudentes en ese mundo que se había vuelto suyo, no quería arrepentirse de nada. Estaba seguro de que ninguno de los dos moriría demasiado pronto, pero era mejor prevenir que lamentar.

Stiles está a punto de retractarse, presionado por el silencio que se había formado, cuando Derek habla. —Está bien. —dice, y ahora es el adolescente quien le mira, alzando finalmente la vista. —¿El próximo sábado? Cuando... me haya recuperado. —si fuera posible, si no tuviera que ahora esperar varios días antes de estar bien, le pediría a Stiles ir a comer o ver una película en ese momento. Si Stiles se había atrevido a decirle aquello, lo que menos podía hacer Derek, era aceptar que él también había estado comenzando a notar más al sarcástico chico.

—Si... Claro... Genial. —Stiles tarda en procesar lo que sucede, el ambiente se siente algo incómodo, pero sonríe. Bueno, había salió mejor de lo esperado. Gracias a Dios había guardado un botiquín de primeros auxilios en el auto, o no hubiera podido ayudar a Derek, lo que hubiera significado no conseguir una cita con él.