044

310 38 1
                                    

En el cumpleaños de Mariana, incluso la mayoría de sus familiares de Tortillaland habían aparecido en su casa, donde apretaron sus mejillas y dejaron besos marcados con pintalabios por todo su rostro.

La sala y el comedor de su casa comenzó a llenarse más y más de gente, de regalos y bandejas de comida que su madre, junto con la señora Wilbur, se encargaban de preparar en la cocina y ofrecer a todos.

Mariana notó a slime incómodo con cada persona que entraba, más gente nueva y que no conocía, y vió cómo su novio se encogía un poco más conforme toda la presencia y las voces que sonaba cada vez más fuerte para que se pudieran escuchar.

Dream y Quackity se quedaron todo el tiempo junto al chico mudo, Mariana no podía pasar mucho rato con él por ir a pasar tiempo con su familia, que no veía desde hacía tiempo y habían viajado desde tan lejos por él.

Al momento en que las luces se apagaron, los invitados comenzaron a aplaudir y a cantar el feliz cumpleaños para Mariana, Slime sólo podía cerrar los ojos con fuerza y tratar de controlar sus temblores.

No entendía bien qué le pasaba, pero toda esa gente lo abrumaba, no le gustaban las multitudes, y tampoco que le robaran tanto tiempo con Mariana.

El mudo no escuchó cuando Quackity preguntó si estaba bien, y tampoco cuando Dream anunció que iría a buscar a Marina, sólo sintió cuando este se inclinó hacia él, mirandolo con preocupación, y slime sólo pudo abrazarse a su cuello como un koala.

Mariana decidió ir hacia afuera, invitó a Dream y a Quackity para ir con ellos, pero avanzar con la silla de ruedas entre las personas era complicado y prefirieron quedarse.

Así que terminaron ellos dos, con Mariana sentado sobre el césped del patio y slime sentado sobre sus piernas, quién no dejaba de abrazarlo, escondiendo su rostro en su cuello.

— ¿Te das ansiedad tanta gente? — preguntó Mariana, Slime asintió.

El cumpleañero dejó caricias en su espalda y besó su cabeza, hasta que el mudo se sintió mejor y se apartó un poco para mirarlo, y sonreír ligeramente.

Por su cuenta, Slime se acercó de Mariana para dejar un lento y cariñoso beso en sus labios, haciendo ruborizar a ambos, al separarse, Mariana sólo pudo sonreír.

Slime movió sus manitas, en signos que Mariana le había pedido a la señora Wilbur que le enseñara, sabiendo que su novio los haría en algún momento.

"Feliz cumpleaños".

Marina tardó un momento en responder, alzando su mano con inseguridad.

"Gracias" dijo, con el gesto lento por la duda.

Slime sonrió y asintió, haciendo entender que lo había hecho bien.

Continuaron en silencio un largo rato, Slime no tenía su cuaderno, y Mariana, por más que estaba aprendiendo las señas, no sabía las suficientes para establecer una conversación.

Así que sólo se encargaron de disfrutar el silencio, y del otro, sin darse cuenta de la mirada de la madre de Mariana desde la cocina.

Así que sólo se encargaron de disfrutar el silencio, y del otro, sin darse cuenta de la mirada de la madre de Mariana desde la cocina

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

ok

Mute ────  Slimeriana  (editando)Where stories live. Discover now