¿Cómo le dices a alguien que lo amas si ni siquiera puedes hablar?
-Capítulos cortos (200 a 1300 palabras)
-Este fic tiene dos niveles: "¿Dónde está mí insulina?" Y "¿Dónde está el Clorox?"
-Contiene escenas de lemon/?/sexo explícito, pero tiene adv...
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—Charliesito, ¿Tienes todo?
Ese día se irían rumbo al campamento que tanto había insistido Mariana, hasta que convenció a ambos padres, con algo de ayuda de sus dos amigos y el mismo director de su escuela, quién con toda su carisma había logrado que la mujer aceptara dejar a su hijo (lo que resultó en la parte más difícil).
Slime sólo asintió, ya cansado de responder esa pregunta por al menos quinta vez.
— ¡Slimesito! — habló Mariana , haciendo que los dos lo miraran—. Te olvidas algo.
— ¡Te lo dije, niño! ¿Qué harías si Osvaldo no se acordará de-?
— No me diste mí besito de buenos días— Mariana hizo un mohín.
La señora Wilbur comenzó a reír a carcajadas, y Slime se puso muy rojo, frunció el ceño con ganas, su madre no tenía que saber (o ver) los besitos matutinos de ambos.
Viendo que Slime no tenía intención de responder a sus demandas, Mariana lo atacó con cosquillas, y por más que el mudo lo golpeó para que se alejara, el rubio no le hizo caso.
Luego de un rato, se detuvo.
— ¿Ahora me darás mí besito?
Slime lo miró completamente enojado, levantándose del sillón, comenzó a caminar hacia su cuarto.
Mariana se apresuró en ir hacia él, atrapando su cintura en un abrazo cuando apenas había llegado al primer escalón, rumbo hacia el primer piso.
— Bien, Slimesito, lo siento— el chico mudo no dió señales de tener intenciones de siquiera verlo—. No te gustan las cosquillas.
Slime negó, reafirmando lo que había dicho su novio.
— No te haré cosquillas de nuevo, ¿Me perdonas? — por más que no lo pudo ver, Mariana hizo un puchero.
Slime se volteó para mirarlo con algo de diversión en los ojos, Mariana no separó el abrazo.
El escalón hacía que tuviera que ver hacia abajo, por primera vez, Slime sé sintió más alto.
Con una sonrisa, el mudo se inclinó hacia él para besarlo, con lentitud, movimientos suaves y lleno de amor.
Las pequeñas manos de Slime fueron hacia las mejillas de Mariana, acariciandolas, provocando una sonrisa en el castaño.
Una repentina luz los hizo separarse, cortando (arruinando) todo su beso.
— ¡Mierda! — la señora Wilbur insultó sin querer—. Tenía activado el flash.
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