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El ansiado día que los niños estaban esperando por fin había llegado, ya era viernes y eso solo significaba una cosa, bueno, dos cosas

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El ansiado día que los niños estaban esperando por fin había llegado, ya era viernes y eso solo significaba una cosa, bueno, dos cosas.

1. Fin de semana.
2. El mini concierto que tendría el grupo de Donghyuck.

Los pequeñitos estaban emocionados en especial Minho.

Sabía que a su papá le gustaba la música pues recordaba que Mark tocaba el gran piano de cola que tenía y pasaba ahí horas componiendo canciones.

A sus cortos cuatro años, recordaba a la perfección cada nota que Mark tocaba en el piano, su capacidad para recordar era muy elevada a la de cualquier niño e incluso a la de un adulto.

Había sido diagnosticado a los tres años con memoria edéitica o mejor conocida como memoria fotográfica.

Recordaba con detalle sucesos del pasado y a eso le sacaba ventaja. Si quería aprender algo, solo debía verlo unas cuantas veces para poder recordarlo y es por eso que él era el encargado de tocar el teclado en el mini concierto.

Minho practicaba la canción en el piano de Mark mientras que él no estaba.

Los niños estaban preparados, sólo faltaba esperar a las madres y a Mark.

Minho estaba sentado en una silla, meciendo sus pies - porque aún no podía tocar el piso - y mirando la puerta del salón, esperando por su padre.

Las mamás rápidamente comenzaron a llegar y el niño buscaba con la mirada a su papá. Donghyuck se acercó a él al verlo impaciente.

— Vendrá, Minnie — le dió unas palmaditas en la espalda.

Minho asintió sin dejar de ver la puerta.

Las mamás tomaron asiento entre el mini escenario.

El lugar de Mark tenía un papelito con su nombre y obviamente estaba vacío. 

Donghyuck no tuvo más opción que llamarle a Mark.

Dos tonos después y respondieron, pero la voz no era de Mark, era más fina, aguda y un poco chillona.

— ¿Aló?

— ¿Mark?

— No, tontito. Mark se está cambiando.

La chica tapó la bocina del celular para que Donghyuck no escuchara lo que le decía a Mark.

— ¿En dónde está mi maldito boxer? — escuchó a lo lejos la voz de Mark.

— No lo sé, ¿debajo de la cama?

«Ilugh» pensó Donghyuck.

— ¿Podrías decirle a Mark que se apure? Su hijo lo está esperando.

— ¡¿Qué?! ¡¿Cómo qué un hijo?! — preguntó la chica alterada.

— Oops. — respondió Donghyuck colgando la llamada.

Kindergarten  ➛ MarkhyuckWhere stories live. Discover now