¿El señor Lee sabrá que el maestro Donghyuck tiene un pequeño enamoramiento con él? O en donde Donghyuck le da clases al pequeño hijo de Mark.
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⛧La obra no es de mi autoría,
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Domingo por la mañana, Donghyuck despertó y siguiendo su rutina mañanera se dió una ducha rápida y desayunó algo ligero.
Buscó su ropa, algo ideal para ir al zoológico.
No hacía frío y probablemente el día estaría caluroso.
Eligió un sombrero amarillo con ojos de una ranita. Maravilloso para cubrirse del sol.
Esperó a Mark y Minho para que pasaran por él.
Quince minutos después recibió un mensaje de Mark pidiéndole que bajara. Se despidió de Taeil con un beso en la mejilla y bajó hasta la calle donde unos sonrientes Lee lo recibieron.
— Me gusta tu sombero de rana — halagó Minho.
— Muchas gracias, Minnie. Lo compré hace tiempo y creo que hoy es una ocasión especial para usarlo — Sonrió.
— ¿Y po qué Taeil no vino con nosotos?
— Porque es una salida de padre, hijo y el novio del papá — contestó Mark.
— Espera... ¿el maeto Donghyucd es tu novio? — preguntó emocionado.
— No — contestó Donghyuck.
— ¿Qué? — el pequeño mirando a su educador.
— Tu papi no me ha dicho que sea su novio, sólo regresé con él pero aún no me dice nada. Así que yo sigo soltero — contestó con simpleza.
— Oohh. Tiene lógica.
— Eres un tonto, Donghyuck — el mayor miró de reojo al educador.
Donghyuck rió ligeramente y besó rápidamente su mejilla.
Subieron al auto, Mark manejó por media hora hasta llegar al zoo.
Cuando bajaron, Minho se apresuró a tomar la mano de Donghyuck para llevarlo hasta la taquilla.
Mark compró los boletos para entrar.
Los tres empezaron a caminar, Mark tomó la mano desocupada de Donghyuck y ambos sonrieron tímidamente.
Y si no los conocieras pensarías que son un matrimonio con un hijo. Minho rápidamente los arrastró al acuario para mirar las especies marinas.
— ¡Mira, mira!– se acercó al cristal, a una distancia considerable.
—Vaya — Donghyuck se puso a su ladoy sonrió — Son muchos peces.
— ¡Si! Me gustan los animales marinos, ¿Sabías que el humano sólo conoce el 5 % del océano? No sabemos que otros animales hay en las pofundidades.
— ¿De dónde sabes eso? — preguntó Mark.
— Oh, lo lei en un altículo de National Geographic.
